Especialistas concluyen que el consumo de alcohol en exceso se traduce en menos años de vida. Los órganos principales se ven afectados y, como resultado, el aspecto físico no coincide con la edad que se tiene, ocasionando una muerte prematura que puede prevenirse dejando de beber.
En Yucatán, el consumo excesivo de alcohol ocasiona fallecimientosde personas cada vez más jóvenes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los accidentes de tráfico de vehículos y enfermedades alcohólicas del hígado son dos de las cuatro principales causas de muerte entre la población de 35 a 44 años.
De acuerdo con el Centro de Ayuda al Alcohólico y sus Familiares (CAAF), unidad especializada del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, de la Secretaría de Salud, revelan que seis de cada diez personas identificadas como consumidoras de alcohol son adolescentes y jóvenes de entre 12 y 24 años de edad.
Cifras de la Dirección General de Epidemiología indican que en el Estado se han registrado, con corte al 2 de junio, 3 mil 308 casos de intoxicación aguda por alcohol (3 mil 93 en hombres y 215 en mujeres), cifra ligeramente menor que la contabilizada el año pasado en el mismo periodo, que era de 3 mil 825.
De acuerdo con el Inegi, el total de decesos anuales que se contabilizan por enfermedades del hígado, imputables directamente al consumo del alcohol, suman en promedio 12 mil 540 casos al año, es decir, 34 diarios, o bien, una muerte cada 40 minutos por el consumo excesivo del alcohol. Muchos de estos pacientes no llegan a los 40 años de edad.
En Yucatán, cifras del propio Inegi de 2016 indican que fallecieron mil 103 personas por cirrosis hepática por alcohol.
Accidentes de tránsito
Por otra parte, el consumo excesivo de alcohol está ligado con accidentes de tránsito. México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en muertes por percances de tránsito.
Los jueves, viernes y sábados por la noche se movilizan alrededor de 200 mil personas bajo influencia del alcohol y por este motivo mueren al año aproximadamente 24 mil en accidentes automovilísticos relacionados con el consumo de esa sustancia, lo que se traduce en 55 personas cada día.
Entre los padecimientos ocasionados por el abuso del alcohol se encuentran: hígado alcohólico adiposo, hepatitis alcohólica, fibrosis y esclerosis alcohólica del hígado, enfermedad hepática alcohólica no especificada, insuficiencia hepática alcohólica, y “la más común y mortífera de todas”: la cirrosis hepática, causante de prácticamente nueve de cada diez muertes por daño hepático asociado directamente al consumo de alcohol.
El consumo prolongado de alcohol aumenta las probabilidades de sangrado de estómago o esófago (el conducto a través del cual viaja la comida); inflamación y daños en el páncreas (órgano que produce sustancias que el cuerpo necesita para funcionar bien); daño al hígado (cuando el daño a este órgano es grave, la persona termina por fallecer); desnutrición: cáncer de esófago, hígado, colon, cabeza y cuello, mamas y otras áreas.
Beber en exceso también puede hacer más difícil el control de la presión arterial alta si la persona ya tiene hipertensión y lleva a problemas cardíacos en algunas personas. Asimismo, afecta la capacidad de razonamiento y juicio cada vez que bebe.
El consumo prolongado de alcohol daña las neuronas, lo que puede provocar un daño permanente a su memoria, a su capacidad de razonamiento y a la forma como se comporta. Sipse
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