
“Eres una piruja, te gusta darle placer a los hombres, por eso andas buscando maridos ajenos”, le gritaba una vendedora de tortillas a su rival, al descubrirla con su esposo. “Y tú, eres un pito caliente, que andas buscando en la calle migajas teniendo en tu casa buena comida, pero ahí te espero, ahí irás a rogarme que te acepte, pero una patada en el cu…...