Noticias de Yucatán.
Con el estreno de la telenovela Yo soy Betty, la fea, el 25 de octubre de 1999, la vida de Ana María Orozco cambió para siempre. Vestida con ropa ancha, enormes gafas, brackets y un capul engominado, la actriz apareció ese día en horas de la noche por primera vez en la pequeña pantalla colombiana caracterizada como la inolvidable y querida ‘Beatriz Pinzón Solano’, papel que la inmortalizaría para siempre en la historia de la televisión.
Después de aquel lunes hace más de dos décadas, no pasó mucho tiempo para que el teledrama escrito por Fernando Gaitán, grabado con poco presupuesto, se convirtiera en un fenómeno televisivo a nivel mundial y Orozco, quien por entonces rondaba los 25 años, ganara una repentina fama inimaginable hasta para un escritor como el mismísimo Gaitán.
En aquella época, mientras la actriz pasaba más de 17 horas al día durante seis días a la semana dejándolo todo en los foros de RCN para que el público se emocionara con las vivencias de la asistente de presidencia de Ecomoda, la popularidad del melodrama aumentaba a pasos agigantados al igual que su notoriedad.
Con su impecable personificación del peculiar rol, se robó el corazón de las audiencias en un sinnúmero de países, haciéndose también con su merecida consagración actoral tras más de una década desempeñándose en su país como actriz, profesión que le heredó a su papá.
Sin embargo, antes de derrochar talento, preparación y entrega en el set para traer a la vida a la enamorada de ‘Armando Mendoza’, Ana María previamente tuvo que luchar -casi suplicar, según ha confesado- en un casting tenaz para poder quedarse con el personaje que no solo representó un antes un después en el mundo de las telenovelas, también en su vida.
Así fue el casting de Ana María Orozco para ganarse el papel protagónico de Betty, la fea
Durante una entrevista en el año 2019, la histrionisa destapó el difícil proceso de semanas que tuvo que atravesar para poder ponerse en los tacones de la entrañable hija de ‘Don Hermes’ en la ficción que terminó siendo transmitida en más de 180 naciones, doblada a más de 25 idiomas y versionada en numerosos países alrededor del mundo.
“En ese momento yo venía haciendo mi carrera, acababa de pasar Perro amor, (venía) como con mucho entusiasmo con el oficio del actor (…). Llega este casting y fue como ‘guao, qué oportunidad, qué personaje tan increíble’. De una empecé como a imaginarlo y a prepararlo (…) después fue un proceso largo de castings, fueron varias semanas”, comenzó a contar al programa de televisión colombiano Bravíssimo en el marco de la gira de la obra Betty, en teatro.
Ana María detalló que desde el comienzo tenía muy clara la idea de cómo quería que ‘Betty’ se viera gracias a la descripción escrita por Gaitán, por lo que acudió a la prueba caracterizada con esta imagen creada por ella.
“Yo me acuerdo que llegue más o menos con la idea del personaje, como que me lo imaginé y fue quedando esa imagen, como intuitivamente. También estaba tan claro escrito, como la descripción, que fue fácil inspirarse”, aseveró.
Por otro lado, la larga audición no solo fue dura por el tiempo que tomó, sino también porque debía interpretar a las dos versiones de ‘Betty’ en la telenovela: la bonita y la fea
“No fue fácil. El casting estaba dividido en dos partes: una era la fea y después la linda. No sé sabía cuándo iba a ser ese cambio y era muy arriesgado en ese momento una protagonista fea, pero esa fue la parte difícil”, reconoció.
Ana María Orozco, la indiscutible ganadora
En la plática, confesó que la primera parte de la prueba, por la versión de ‘Beatriz’ que el público conoce al principio de la trama, la había ganado ella; empero “en la linda ya eran unas mujeres divinas haciendo casting y uno ahí tratando de (destacar), fue la parte donde dudaban”, relató entre risas.
“Al final, después de ensayos con otros personajes como que quedó”, rememoró, develando así cómo se ganó el papel más notable en su recorrido artístico.
La actriz de hoy 47 años además descubrió que fue ella quien ideó que la mejor amiga de ‘Nicolás Mora’ llevara brackets, gafas y, por supuesto, su característico peinado, una tarea que llevó a cabo por considerarla parte del trabajo de los actores por vocación.
“Fue un ejercicio también y lo gocé como de probar. Llegué con la propuesta, quedó y después se fue puliendo porque yo me armé unos brackets de papel aluminio, todos pegoteados, pero yo tenía esa idea, esa imagen”, develó la hija del actor colombiano Luis Fernando Orozco.
La fama por Betty, la fea, una prueba de fuego para Ana María Orozco
En la conversación que sostuvo con el mencionado programa, la ahora madre de dos también reveló que no disfrutó del boom de la telenovela debido a las extenuantes jornadas de filmación que soportó para poder sacar adelante la producción, algo a lo que se le sumó la presión mediática y la carga de la fama.
“En ese momento (…) estábamos grabando un promedio de 17 o 18 horas al día, sábados y feriados. De pronto, como a los dos tres meses (de transmisión) empieza este boom, esta bola de nieve porque ya la estaban dando afuera, empieza una demanda y la locura, pero nosotros clavados grabando sin parar”, narró.
“Entonces, claro, empezábamos a sentirlo pero estábamos grabando todo el día en un estudio, cansadísimos, imagínate un año y diez meses. Los últimos meses estábamos casi al aire y había que grabar hasta la hora que fuera y como fuera. Realmente el descanso era poco, yo por lo menos, y de verdad eso me hizo pasarla mal porque no dormía bien”, admitió.
No obstante, la intérprete reitera que aunque las circunstancias complicaron el disfrute de esta etapa en el exterior, dentro de los foros era mágico porque se complació en su trabajo y todos los involucrados en la novela formaron una verdadera familia.
La artista, asimismo, manifestó que no solo fue ella, sus compañeros de elenco tampoco disfrutaron mucho del arrollador éxito del fenómeno que llegó a transmitirse hasta en la radio colombiana. Y es que aunque estaban felices porque les iba bien, no se esperaban la reacción que tuvo el público dentro y fuera de Colombia, país donde marcó históricos récords de audiencia.
Con el tiempo, el agobio se decantó
“Nunca nos imaginamos algo tan desbordado, tan exacerbado porque además dentro de la misma producción nadie estaba preparado (…), fue una cosa que nos sobrepaso a todos no solo a mí. Obviamente por ser ‘Betty, la fea’ recibía más yo todo ese impacto”, contó.
“Lastimosamente fue un poco negativo lo que se vivió afuera. Yo no podía recibir todo eso bien porque estaba trabajando, estresada y muerta de cansancio… Había unas exigencias que no podía cumplir, no podía responder y hubo mucha incomprensión en ese sentido. Entonces, yo sí me agoté mucho de eso y era muy difícil no poder salir a la calle”, aseveró la eterna ‘Beatriz Pinzón Solano’.
Además, enfatizó que solo fue durante el momento de mayor apogeo de la historia que se sintió agobiada. Con el tiempo, la sensación de angustia se evaporó y hoy solo guarda los mejores recuerdos de este momento de su vida.
“Fue un gran aprendizaje, fue solo ese momento, ya uno después con el tiempo, con los años, ve las cosas desde otra perspectiva, todo decantó y queda lo mejor. Lo más bonito”, sostuvo.
Por último, concluyó expresando que Betty la fea fue algo magno en su vida, que la marcó y le ha dado todo y mucho más que el malestar que llegó a experimentar por esa fama exacerbada que ganó en su día pero no le interesaba en absoluto.
“A mí no me desvive eso, para mí el éxito es otra cosa”, apuntó la estrella que se siente eternamente agradecida y afortunada por haber dado vida a la icónica protagonista del teledrama más exitoso de todos los tiempos.