Hasta hace algunos años, hablar del placer sexual que sienten las mujeres estaba mal visto, algo que hacía que muchas féminas se quedaran con dudas respecto a su sexualidad, muchas veces teniendo sólo a un compañero íntimo en toda su vida, quien para su desgracia no lograba darles placer, lo cual en buena parte se debe a la creencia errónea de que la penetración es la única forma de lograr el orgasmo. Hoy en día, la liberación sexual y el reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos ha generado más información respecto a temas como la masturbación y prácticas que pueden ayudar a que tanto hombres como mujeres consigan un orgasmo de ensueño.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, ya que la mayoría de los enfoques de las investigaciones siguen centrándose en el orgasmo masculino y las terminales nerviosas que logran que sean ellos quienes obtienen placer en el coito. Prueba de ello es lo declarado por las especialistas Helen O’Connell y Caroline De Costa durante el conversatorio “Clitoridectomía crítica y el auge de la clitorización”, mismo que se llevó a cabo hace menos de tres años, en el cual destacaron que hablar sobre el clítoris ha recorrido un camino que ha danzado entre el tabú, lo clandestino y hasta lo anulado.
Pues, incluso en la actualidad son pocos los estudios centrados en estudiar este órgano femenino, el cual logra llevar al éxtasis a muchas mujeres, mientras que a otras las hace presas de un incesante dolor que incluso podría poner en peligro sus vidas, ya que son víctimas de la mutilación genital por personas que lejos de ser especialistas sólo buscan beneficiar el papel de los hombres en sus culturas.
Mutilación de genitales femeninos, una obscura realidad
Sería utópico pensar que los derechos sexuales se respetan en todo el mundo, especialmente los de las mujeres, quienes a pesar de haber recorrido una eterna lucha por la igualdad de género siguen siendo discriminadas en diferentes formas, siendo una de las más atroces la que tiene que ver con la limitación de su disfrute sexual.
En el conversatorio mencionado, las mujeres que han centrado su estudio en el clítoris expresaron que la mutilación genital femenina sigue siendo llevada a cabo en algunas sociedades, en las cuales esta práctica alega “proteger el honor de la mujer”, cuando en realidad lo único que verdaderamente quieren resguardar es "el honor" de los hombres de la familia a la que pertenecen las víctimas, tal y como si el clítoris fuera una aberración, un pecado o algo que es objeto de vergüenza.
Mientras en algunas áreas del mundo las mujeres pueden disfrutar a solas o con su pareja de una noche llena de pasión, en otras zonas geográficas mujeres jóvenes y niñas se ven despojadas de su clítoris en un procedimiento en el que ni siquiera se utiliza anestesia.
Realizada por personas sin conocimientos médicos, sin ningún beneficio a la salud y con trágicas consecuencias, la mutilación genital femenina se ha convertido en una de las preocupaciones de la Organización Mundial de la Salud, misma que para 2020 apuntó que más de 200 millones de mujeres y niñas vivas habían sido objeto de esta práctica inhumana en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia áreas en las que se concentra esta práctica
Sobre esto, la doctora Caroline De Costa apuntó que la mutilación genital femenina "es una práctica que ha ido en aumento en lugares donde los hombres temen profundamente a la sexualidad femenina y a la autonomía y el control de las mujeres de sus cuerpos”, asegurando que dañar un órgano sano con una labioplastia y cirugía cosmética de los labios vaginales "es una mutilación, un problema serio, innecesario y criminal".
