
La campaña por la candidatura presidencial de Margarita Zavala languidece. Sin poder en el PAN, se refugia en burocracias que añoran la nómina. Inunda los medios con entrevistas obsequiosas, pero no esboza ni una sola idea. Como la esposa de Javier Duarte, repite como mantra “merezco ser candidata”, pero aburre hasta a sus empleados. Por eso irrumpe Felipe Calderón, su marido,...