En los tres primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de la Secretaría de la Defensa Nacional destruyó 89 pistas clandestinas usadas por el narco cifra que representa una décima parte de lo hecho durante el mismo periodo del sexenio de Enrique Peña Nieto, y menos de uno por ciento de la administración de Felipe Calderón.
De acuerdo con información de Sedena obtenidos vía transparencia, en los primeros tres primeros años del mandato de Felipe Calderón la destrucción fue de dos mil 383 y con Enrique Peña Nieto, la cifra fue de 988.
“¿Cuál ha sido la estrategia que se aplicó para reducir tanto el número de deshabilitaciones? y ¿cuáles son los elementos distintivos que han caracterizado la estrategia de seguridad en este ámbito con respecto a los demás sexenios?”, cuestiona Eliza Norio, investigadora de crimen transnacional.
La también doctorante de Ciencias Políticas en la Universidad de George Mason, en Estados Unidos, genera varias hipótesis respecto a las narcopistas. Una es que no hay voluntad del gobierno de hablar sobre el hallazgo y destrucción de nuevas pistas clandestinas.
Otra es que las organizaciones criminales opten por aterrizar sus aeronaves en carreteras poco transitadas y vigiladas, o que la operación del trasiego de mercancía ilícita haya cambiado y las transporten en vehículos de cuatro ruedas.
Un ejemplo de esto es lo ocurrido en julio de 2020 donde una avioneta fue incendiada luego de aterrizar en el tramo carretero Chunhuhub–José María Morelos, en Quintana Roo. En esa misma entidad en enero de ese año otra avioneta con drogas aterrizó en la carretera Vía Corta a Mérida en el municipio de Bacalar.
Al respecto del tema se solicitó una entrevista a través del área de comunicación de la Sedena para hablar sobre el tema.
Sin embargo, al cierre de edición no hubo respuesta.
Los datos de la Sedena muestran que en total seis mil 231 narcopistas fueron destruidos en el territorio nacional por sus elementos entre 2006 y 2021.
Las entidades que tienen mayores registros en todo este periodo son los territorios operados por las organizaciones criminales y sus células delictivas: Cártel de Sinaloa, los Arellano Felix, Carrillo Fuentes y Beltran Leyva —según un mapa elaborado por la FGR a finales de 2021.
En primer lugar se ubica Sonora, con mil 957 pistas de aterrizaje clandestinas destruidas; le sigue Baja California, con mil 432; Chihuahua, con 948; Sinaloa, con 774; Durango, con 718 y Baja California Sur, con 266.
Andrés Estrada | El Sol de México
