Un verdadero vía crucis vivieron ayer cientos de guiadores en el centro de Mérida, debido al cierre de más calles. El tránsito por la mañana y al mediodía estuvo lento.
El cierre de calles, según la Policía Municipal, hace que los choferes del servicio público se estresen y provoquen accidentes o pleitos. Ayer, hasta las 11 de la mañana, se había reportado cinco incidentes entre choferes y usuarios.
Además se reportaron, hasta las dos de la tarde, 12 accidentes de tránsito, en su mayoría choques por alcance. La Policía Municipal lo atribuye a la desesperación de los guiadores por avanzar de forma más rápida. En días normales había como máximo cinco hechos de tránsito.
Establecimientos de la calle 65, de la 60 a la 64, se quejaron del desplome de sus ventas, debido al cierre de la calles.
Una gasolinera ubicada en la calle 64 con 65 tuvo que cerrar sus operaciones.
Los encargados indicaron que hasta ayer estaba abierta la arteria y, aunque poco, vendían, pero ayer se cerró por completo.
El cierre les ocasiona pérdidas diarias de unos $30,000 y alrededor de 15 familias, entre despachadores y administrativos, resultan afectados.
Las calles que se cerraron ayer fueron la 59 con 58; 65 con 62; 67 con 64, y 65 con 64.
La corporación policíaca sugirió por su cuenta de Twiter "tomar vías alternas", pero no especifica cuáles son, por lo que el panorama en el Centro es de largas filas de vehículos, de conductores que buscan cómo escapar del atolladero.
Los más afectados son los que van de Sur a Norte, debido a que tienen que llegar hasta la 68, para transitar al Norte, pero prácticamente es la única vía y el tránsito se complica por la cantidad de vehículos.
Los agentes realizaron operaciones para tratar de agilizar el tránsito, pero sus esfuerzos de poco sirven y reciben toda clase de quejas e insultos de los guiadores, quienes les dicen "hasta de qué se van a morir. "Nosotros no tenemos la culpa", dicen
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El Centro, un laberinto
Los automovilistas, confundidos por cierres imprevistos
Publicada: 3 marzo 2012
En una extraña estrategia, la Policía Municipal cierra, de manera imprevista, calles que considera saturadas por el tránsito, agravando el congestionamiento vial en el Centro Histórico
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Las ocho manzanas que rodean a la Plaza Grande quedaron convertidas en el centro de un laberinto vial que abarca una zona de mayor tamaño a ese núcleo debido a una combinación de factores no atendidos por las autoridades.
Ayer, los efectos del lío rebasaron las fronteras de los antiguos barrios, los automovilistas y operadores de unidades de carga tuvieron que alejarse más allá y dar grandes rodeos para llegar a su destino. Esto ocasionó pérdida de tiempo y mayor contaminación por humo y ruido.
Lo peor es que esa situación podría agravarse al crecer las arterias canceladas al paso de vehículos particulares, así como de carga y pasaje, además de las limitaciones para el tránsito de peatones.
A la fecha ya suman 12 las calles donde el tránsito vehicular está interrumpido total o parcialmente, lo cual afectó la actividad económica, el turismo y el movimiento cotidiano de meridanos y personas del interior del estado que llegan al Centro o cruzan por él con motivos de trabajo, estudio, trámites, compras y otras necesidades.
-Los negocios pequeños de esa zona son los más afectados porque carecen de capital para afrontar la drástica caída de ventas que sufren durante las obras en esa parte de la ciudad -indicó Jorge Manzanilla Pérez, presidente de la Cámara de Comercio de Mérida.
El embrollo vial se debe a que las autoridades cierran las calles sin previo aviso, y esa falta de información desorienta a conductores de vehículos particulares y del transporte de carga y de pasaje. A eso se suma una extraña estrategia de la Policía de Mérida: en cualquier momento pone conos para cerrar accesos y lanza a los automotores a circular lejos de las ocho manzanas generadoras del caos.
Y mientras unos se alejan resignados para rodear ese pantano vial, la Policía de Mérida retira los conos para dar paso a quienes venían atrás de aquellos. Esto aumenta la inconformidad, pues unos son obligados a circundar y otros pueden continuar su camino.
Además, la Secretaría de Obras Públicas ya informó que la Policía de Mérida es la que decide las fechas en que se puede cerrar cruceros para ponerles concreto estampado.
Se insistió ante el titular de la Policía de Mérida, Federico Cuesi Adrián, para que explicara esas decisiones viales y las razones de estas. Pero se rehusó recibir al reportero.
Ayer, mientras numerosos meridanos lidiaban con ese laberinto de automotores, ruido, caos y contaminación, Federido Cuesi emitió un "Twitt" para informar del cierre de más cruceros en el Centro. Pero dio marcha atrás después de la intervención de la Cámara de Comercio de Mérida.
El colmo es que en su mensaje sugirió "tomar vías alternas", sin especificar cuáles son éstas. Se ignoraba si anoche habría cambios en la estrategia oficial.- H.V.A.
Tema: Ciudadanos y comunidades
En contexto:
Se agravan los problemas de circulación de vehículos y de personas en el Centro Histórico por el cierre de calles.
Es el número de calles con cierre total o parcial de circulación de vehículos.
Es el número de calles que inicialmente se dijo que abarcarían las obras del Centro.
Era el número inicial de etapas en que se dividió el trabajo, cuyo fin sería en marzo.
El Centro, un infierno vial
Malestar por las medidas aplicadas de modo repentino
Publicada: 3 marzo 2012
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La forma en que se ha desarrollado el plan para resolver los problemas viales derivados de las obras del Centro Histórico hace pensar que faltó planeación y que se dio paso a la improvisación y a las ocurrencias.
En las zonas de trabajo ha sido común que se cierre y abra una y otra vez el paso de automotores en fechas fuera de lo previsto y en horas inesperadas, y sin información pública al respecto.
El cierre de calles se realiza de acuerdo con unprograma convenido entre comerciantes y la Secretaría de Obras Públicas. Pero en el cierre de cruceros, que afecta a las cuatro arterias que confluyen en ellos, se sigue otro criterio: en este caso es la Policía Municipal de Mérida la que decide cuándo cerrarlos para que las constructoras entren a trabajar en ellos.Hasta donde se sabe, el alcalde Omar Lara no se ha parado en las zonas de trabajo para supervisar las obras, constatar los avances, escuchar las quejas o sugerencias y resolver los problemas.
Ni siquiera se le ha visto recorrer el tramo de la calle 58 entre 57 y 59 (a un costado del Congreso), acargo del Ayuntamiento. Otro sector en manos de la Comuna es la 57 entre 58 y 60 (a la altura del edificio central de la UADY).En estos días en que la situación empeora en el centro de la ciudad, el funcionario está en la ciudad de México.
Tampoco se ha visto a regidores de las distintas comisiones de trabajo intervenir para resolver los embrollos. A pesar de lo delicado de la situación, la Policía de Mérida no informa de los cierres de cruceros, lo hace de improviso, y esto toma por sorpresa a todos y genera marañas viales y protestas. Hasta ahora no ha difundido un calendario para que se conozca públicamente cuántos y cuáles son los cruceros que se cerrarán ni las fechas en que ello ocurrirá.Ayer por la mañana el comandante de la Policía de Mérida, Federico Cuesi Adrián, anunció por Twitter que se cerrarían cuatro cruceros más; sin embargo, después dio marcha atrás.- Hansel Vargas Aguilar
Tema: Ciudadanos y comunidades
En contexto:
Pantano vial | Continúan el desorden y la confusión
Federico Cuesi anunció por Twitter que cerraría cuatro cruceros más del Centro, fue un mensaje escueto.
Los cruces previstos
Se cerrarían los cruces de la 59 con 58 (junto al Congreso), la 65 con 52 (donde está Scotiabank), la 67 por 64 (La Candelaria) y la 65 por 64 (donde están la funeraria Poveda y una gasolinera). Pero dio marcha atrás en los tres primeros casos y sólo cerró el cuarto.
No hay un plan vial
A dos meses de que comenzaron los trabajos del Centro Histórico, la corporación policíaca municipal no ha difundido un calendario para que se conozca cuántos y cuáles son los cruceros que se cerrarán y las fechas en que ello ocurrirá, así como el tiempo en que permanecerán así.
Los efectos
Lo anterior genera quejas de conductores de vehículos de los servicios público y privado.
