Noticias de Yucatán
Cualquiera que sea el caso, omisión del deber jurídico, aborto, infanticidio, lo ocurrido ayer en la Clínica 73 del IMSS fue una tragedia: un bebé de 34 semanas de gestación murió y fue abandonado en un baño de mujeres, presuntamente por su adolescente madre.
Antes de las 09:00 de la mañana, una derechohabiente ingresó a los sanitarios de la planta baja y encontró su cuerpo en un inodoro. Tras informar al personal del Instituto Mexicano del Seguro Social, elementos de la Fiscalía del Estado llegaron a acordonar el área para iniciar las investigaciones.
Luego de revisar videos de vigilancia, fuentes cercanas al caso revelaron que las indagatorias apuntan a que la madre es una joven de 16 años, que llegó acompañada de sus padres a las 00:30 de la madrugada a solicitar atención por un fuerte dolor abdominal.
En la recepción le asignaron un turno para entrar con el médico de guardia; pasaron las horas y la menor no fue valorada.
Según dijeron las fuentes, las grabaciones muestran que aproximadamente a las 04:30 horas la joven entró al baño –donde a la postre fue localizado el bebé– en compañía de su madre. Los minutos pasaron y, al no salir, el padre abrió la puerta.
En las imágenes se vería después a ambos padres hablando. La descripción añadió que el hombre se retiró del lugar, y luego lo siguieron la mujer y la adolescente; antes de irse de la clínica, fueron nuevamente a la recepción.
De acuerdo con personal que habló con ellos, la joven manifestó que ya no iba a requerir la consulta, pues había tenido su periodo menstrual y un sangrado. Sin ser revisada, permitieron que se marchara.
De confirmarse que la menor es la madre del bebé, éste habría permanecido –vivo o muerto– por horas en el sanitario sin que trabajadores del IMSS se percataran de él.
Fuentes de la Fiscalía adelantaron que se investiga la presunta responsabilidad de la menor, sus padres y personal del instituto.
Coahuila, líder en embarazos juveniles
Aunque estremecedores, las estadísticas reflejan que no es casualidad que este tipo de casos ocurran en Coahuila: durante 2014, 2015 y 2016, el estado ocupó el primer lugar en embarazos de menores de 20 años, con 59 mil 724, 60 mil 214 y 58 mil 922, respectivamente.
Esos números significaron que la entidad acaparó en esos años el 20.16, 19.64 y 18.96 por ciento del total de embarazos juveniles a nivel nacional, de acuerdo con el Subsistema de Información de Nacimientos (Sinac) de la Secretaría de Salud.
¿Qué delitos habría?
Consultado por VANGUARDIA, Gerardo Pérez Pérez, abogado penalista, consideró que, con la información conocida hasta ayer, el personal del IMSS habría incurrido en omisión de su deber jurídico: prestar atención médica.
Lo cual, apuntó, podría haber derivado en consecuencias en la salud del bebé y la joven.
Mientras que la responsabilidad de la menor se determinaría tras conocerse el resultado de una docimasia hidrostática, una prueba médica de los pulmones del niño para determinar si éste respiró o sólo recibió oxigenación a través del cordón umbilical.
Y es que dicho examen revelaría si nació vivo o muerto, lo que conllevaría a determinar si el caso encaja en el supuesto de infanticidio (muerte dentro de las 24 horas siguientes al alumbramiento) o aborto (fallecimiento durante la preñez), respectivamente.
Además, explicó, habrá que definir si estamos ante un acto positivo, donde la menor o alguna otra persona hicieron algo con el propósito de privar de la vida al producto (en el vientre) o bebé (si nació vivo).
Los padres, por su parte, podrían haber sido desde cómplices (permitiendo que abortara su hija y abandonara al bebé, por ejemplo) hasta instigadores (pidiendo a su hija abortar) o coautores. Vanguardia