Noticias de Yucatán.
En el último mes, Sinaloa ha sido escenario de una brutal escalada de violencia debido a la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa. Lo que comenzó como un conflicto entre Los Chapitos y Los Mayos ha sumido a la región en un ciclo de terror y muerte, con 192 homicidios registrados en solo 30 días, un promedio de seis asesinatos diarios. Además, el conflicto ha generado un número alarmante de desapariciones forzadas, con 224 personas desaparecidas y más de 200 familias desplazadas en el sur del estado.
El impacto en la vida cotidiana
La vida en ciudades como Culiacán y Mazatlán se ha transformado completamente. Las calles que antes estaban llenas de actividad hoy están desiertas, especialmente en las noches, por el miedo que inunda la región. Escuelas vacías y negocios cerrados reflejan el caos y la incertidumbre que ha afectado a la economía local.
Miguel Ángel Quevedo, coordinador general del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), lo describe como un colapso de la normalidad: “La seguridad, los derechos humanos, la economía y la salud emocional están colapsando. El miedo es la norma”. La población ha optado por el silencio, evitando salir a la calle después de las 7 de la noche, y el ambiente es de constante tensión.
El golpe económico: cierres de negocios y pérdida de empleos
El impacto de la violencia no se detiene en lo social, sino que ha extendido su sombra sobre la economía. Laura Guzmán, vicepresidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), reveló que la situación ha obligado a cerrar 180 negocios en el último mes, 80 de ellos en el centro de Culiacán.
“El turismo ha caído drásticamente, y los comercios apenas sobreviven”, explica Guzmán. La pérdida de 1,883 empleos en septiembre es solo un reflejo de lo que ella llama una “psicología de guerra”, donde el miedo ha llevado a la población a ahorrar en lugar de consumir, impactando negativamente a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que constituyen el 85% de la actividad económica de la región.
El aumento de los secuestros exprés
Como si los homicidios y las desapariciones no fueran suficientes, un nuevo fenómeno ha surgido en el estado: el secuestro exprés. Según Oscar Loza, miembro de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, este tipo de delito ha aumentado dramáticamente en las últimas semanas. Las bandas criminales exigen entre 30,000 y 40,000 pesos para liberar a sus víctimas, lo que ha incrementado la sensación de vulnerabilidad en la población.
Llamado a la acción: la intervención es urgente
Ante esta situación, líderes sociales y empresariales han hecho un llamado urgente al gobierno federal. En una conferencia de prensa, Quevedo, Guzmán y Loza solicitaron la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum, destacando que el problema ya no es solo de seguridad, sino una emergencia social que afecta a trabajadores, jóvenes, empresarios y familias.
Entre las propuestas para abordar la crisis se incluyen:
Incentivos económicos para las Pymes que ayuden a mitigar las pérdidas.
Suspensión de impuestos para comerciantes locales afectados por la violencia.
Prórrogas y descuentos en servicios básicos, como electricidad.
Desarme en las zonas más afectadas para reducir la presencia de armas.
Reparación de daños para las víctimas de la violencia.
Estas acciones buscan no solo detener la escalada de violencia, sino también restaurar la confianza y reactivar la economía en un estado que, por ahora, parece estar al borde del colapso.
Refuerzo de seguridad: un rayo de esperanza
En respuesta a la creciente violencia, el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y el Secretario de Defensa, Ricardo Trevilla, han iniciado operativos de refuerzo en algunas de las zonas más afectadas, como la Colonia Las Quintas en Culiacán, donde operaba Ismael “El Mayo” Zambada.
Este refuerzo ha sido bien recibido por la población, que espera que con la presencia de las fuerzas armadas, el clima de inseguridad y miedo comience a desvanecerse, permitiendo que las calles vuelvan a llenarse de vida y que los negocios vuelvan a abrir sus puertas.
