Por Daniel Jesús Carrillo Polanco
La frase “calladito te ves más bonito” que en el argot político se usa con mucha frecuencia, en esta coyuntura es perfectamente aplicable al silencio por el que han optado ex funcionarios de la administración de Angélica Araujo Lara.
Y no creo que se trate del silencio de los inocentes y mucho menos de los agraviados; se trata de un grupo de personas que no estuvo a la altura de las circunstancias, ya que no respondieron a la confianza que, en su momento, la sociedad les brindó para administrar los recursos públicos.
Parece mentira que ahora bajo argumentos legaloides pretendan, como un mal chiste, hacerse pasar como los afectados de supuestos citatorios ilegales.
Es aquí en donde podemos aplicar otro dicho: “El que no debe, no teme”, de tal manera que los señores ex funcionarios deberían ser los primeros y más interesados en demostrar que en su gestión no hay irregularidad o faltante alguno que se les pueda imputar.
La legalidad o no de los citatorios a los ex funcionarios se ha puesto como centro del debate para desviar la atención de lo verdaderamente importante ¿qué sucedió con el dinero y los bienes públicos que resultaron afectados por malas decisiones, dolosas o no? ¿cuáles son las razones válidas -no legaloides- para no querer aclarar por qué la gestión actual recibió una herencia que a todas luces dejó mucho qué desear?
Aquí lo que interesa, lo que realmente importa, es si cometieron o no las irregularidades que se les imputa, no si el citatorio es legal o no. Si no las cometieron, que lo digan, pero que lo sustenten. No es nada sencillo que te señalen como corrupto y cuando quien debería de aclarar que no es cierto entonces se le puede aplicar la sabia frase de “El que calla otorga”.
La actitud de incurrir en silencio en vez de comparecer para aclarar la imputación de actos de corrupción estaría confirmando que no tienen argumentos jurídicos ni políticos ni sociales, y menos éticos, para demostrar que son inocentes.
Algo similar ocurre en el ámbito estatal, en donde el actual titular del Ejecutivo sigue manteniendo silencio absoluto respecto al desastre financiero con que recibió la administración de la señora Ortega Pacheco.
Su promesa de combatir “ferozmente” la corrupción cae por sí sola por la simple y sencilla razón de que la impunidad también es corrupción y eso es precisamente lo que Rolando está promoviendo.
¿En verdad quiere demostrar que será muy feroz contra la corrupción? Pues ahí están las oportunidades de oro: cinco años de corrupción señalada de manera recurrente que en términos reales dejó a Yucatán endeudado y sin obra pública. ¿Cuándo se verá la ferocidad?
La otra gran oportunidad la tiene Rolando respecto a las denuncias que presentará la Comuna contra los ex funcionarios, ya veremos si será feroz contra la corrupción no bloqueándolas o será un feroz promotor de la impunidad dando carpetazo a los procesos penales o incluso fabricando declaraciones de inocencia legal, sólo por tratarse de sus correligionarios.
La sociedad quedó muy agraviada con el quinquenio y el bienio pasados y merece que de alguna forma sea resarcida y la impunidad no es el camino. La impunidad también es corrupción de tal forma que… ¿Cómo podemos llamar a quien o quienes la promueven?- Mérida, Yucatán.
dajecapo@hotmail.com
—–
*) Maestro en comunicación política y marketing electoral y consejero estatal del PAN
