Monje católico abandona la religión para vivir el poliamor: "Soy bisexual y visto de mujer"

13 mayo 2024
Noticias de Yucatán. 

La religión ha sido parte fundamental en la historia del ser humano, por ello resulta increíble saber de integrantes devotos que abandonaron éste camino para vivir una realidad completamente diferente, como el caso de Juan Pablo D'orto.

Éste hombre era un monje tradicional que dejó toda creencia para darle un giro inesperado a su vida, pues tras dejar lo que construyó con fe durante años optó por probar algo nuevo y ahora está en una relación poliamorosa.

Él se define como un ex católico que estuvo a favor de las costumbres que en muchas partes del mundo son tomadas como lo normal y socialmente aceptado, empezando por las relaciones monógamas, seguidas de practicar el catolicismo.

"Yo fui monje en la iglesia católica, participé en una congregación tradicionalista que se llamaba, depende de qué país estés escuchando, tradición, familia o propiedad, una organización integrista del concilio vaticano II y abogué un montón de años por la familia tradicional, cristiana, occidental, capitalista, trabajadora y una larga lista".

Juan Pablo se sinceró sobre lo que pensaba anteriormente de otras maneras de amar, como las relaciones homosexuales e incluso el matrimonio igualitario y en su pasado estaba totalmente en contra de éstas expresiones, aunque su realidad es otra.

"Participé en el debate del matrimonio igualitario, pero yo estaba del otro lado, estaba en contra, me acuerdo perfectamente tenía 16 años y bueno hoy soy bisexual, me visto de mujer, convivo en mi casa con mi tres parejas, una de ellas es hombre, el resto son dos mujeres".

De la monogamia al poliamor

D'orto contó que creció en un seno familiar completamente tradicionalista, donde hasta el divorcio era un suceso sumamente extraño para la época de su infancia donde la enseñanza dictaba amar a una persona y tener descendencia. 

"Mi idea de la familia... nací en 1983, lo que conocí es una idea de familia cristiana monogámica que de alguna forma tolera el divorcio, apenas unos años después salió el divorcio, de chico vi que era algo extraño y en mi educación había que dedicarse a una mujer, a procrear. Esa idea tiene poco, para ser claros 150 años en la Iglesia, hasta el año 1500 sostuvo que el amor y el cariño era a Dios, idolatría, hacer penitencia".

Sin embargo, él tuvo dudas sobre la veracidad de estos parámetros sociales al desear hacer del mundo un lugar mejor y esto derivó en más preguntas que eventualmente culminaron en la inquietud de experimentar nuevos horizontes.

"Me empecé a preguntar si no era posible amar a más personas: '¿no la podré pasar mejor? ¿mi pareja no la podrá pasar mejor con otro hombre o con una mujer? ¿por qué no podría ser así si todas las personas somos diferentes?'".

Juan Pablo encontró a su primera pareja, Cecilia, con quien durante mucho tiempo tuvo una relación monógama y más tarde decidieron abrirla para dar entrada a dos personas con quienes viven actualmente.

"Abrimos la pareja con Cecilia hace ya 11 o 12 años y bueno desde ese momento hasta ahora hemos aprendido muchísimo sobre familias, por las buenas y por las malas porque cuando nos manifestamos poliamorosos la gente comenzó a decirnos muchas cosas malas".

Se dijo en contra de la propia institución católica pues ahora la ve desde otra perspectiva y a su parecer ya es una ideología completamente caducada para los tiempos actuales. Incluso acusó a la religión de fabricar historia para sus intereses.

"Siempre menciono que estar en ésta Iglesia, que ya para la edad que tiene la Iglesia en éste siglo XXI, es una Iglesia rara, exótica, una Iglesia que no tiene territorios, ya no hay un rey, ya no tiene grandes extensiones, ni lugares de dónde sacar impuestos y básicamente su único trabajo es romperle las pelotas al resto, es fabricar pedazos de la historia, fabricar santos, ídolos por intereses, esa Iglesia me hizo abrir la relación".

Aunque ya lleva más de una década bajo éstas prácticas y un estilo de vida completamente distinto a lo que pensó haría el resto de sus días, lo cierto es Juan Pablo y su familia (pues tiene hijos en su núcleo) continúan recibiendo ataques pero ellos se mantienen unidos, firmes en sus convicciones.


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