Carta de Mauricio Vila

09 diciembre 2012
Noticias de Yucatán ()


Domingo, 9 de diciembre de 2012 - Edición impresa En: MéridaVoces del público

En tiempos de campañas políticas el reclamo ciudadano más sentido entre los candidatos de cualquier partido es el hecho mismo de que al asumir un cargo de elección popular éstos regresen al distrito por el cual fueron elegidos.
Ritual político, obligación o cumplimiento, lo cierto es que este reencuentro con la comunidad no se trata de un mero formalismo, sino de atender otra de las exigencias ciudadanas más comunes, como el hecho de encontrar en su representante popular un vínculo permanente de gestión para solucionar los problemas concretos de su vida diaria, la mayoría relacionada con el empleo, la salud, la educacióny, en menor medida, los servicios públicos.
Y es que en la mayoría de los casos las aspiraciones de los ciudadanos se enfrentan al desconocimiento de los niveles de gobierno y sus respectivas áreas de acción, a los trámites burocráticos que se les exige y a las carencias económicas que les impiden trasladarse de una a otra dependencia gubernamental, sufriendo un calvario interminable que finalmente termina en el desánimo o la desilusión.
Al inaugurar nuestra oficina de enlace legislativo lo hacemos con la convicción de que al día de hoy es necesario romper viejos esquemas que encuadran este tipo de oficinas sólo como fuentes de estrategias clientelares de los partidos políticos o como recurso valioso para la imagen de los actorespolíticos en cuestión.
Más allá de cumplir nuestro ofrecimiento de servir a los habitantes de nuestro distrito desde sus comunidades, colonias y comisarías, la apertura de nuestra oficina de enlace es un primer paso para articular diversos procesos de participación ciudadana en la que la gestión comunitaria sea vista no sólo como un trámite ciudadano, sino como un agente de cambio social en la que las personas de las colonias y comisarías no sólo aprendan a resolver sus problemas, sino que inicien un proceso en el que la gestión de servicios y beneficios para la sociedad, sea visto no como una dádiva sino como una obligación de los órganos de gobierno.
Para alcanzar estas metas en contextos institucionales hemos planteado estrategias de gestión como la capacitación de recursos humanos, la identificación de capacidades de gestión en líderes y autoridades de nuestro distrito, la implementación de metodologías y la propia tecnología como puntos de partida para fomentar la participación ciudadana en todos los ámbitos de la vida diaria.
Definitivamente, la gestión social de autoridades o representantes populares es un instrumento más para el desarrollo de los pueblos y las comunidades. Para los gobiernos es un mecanismo que les puede ayudar a detectar y atender necesidades y demandas sociales con mayor precisión y rapidez.Pero en términos de participación ciudadana la gestión social debe llegar más lejos, con mayores y mejores resultados más allá de las filias o las fobias ideológicas o de grupo, devolviéndole a la política el rostro del bien común y a los ciudadanos la dignidad humana que hoy se persigue o se pregona.
Hacemos votos para que estos primeros pasos sean el inicio de una nueva forma de devolver a los ciudadanos la confianza que nos depositaron y a la sociedad en general el mensaje de que la política puede volver a tener el rostro humano que se ha perdido.
vila.mauricio@gmail.com
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