Noticias de Yucatán.
La obesidad
en México afecta a 4,4 % de los niños y adolescentes situando al país como el
primer lugar mundial de obesidad infantil. Además de las complicaciones con
manifestaciones físicas que puede acarrear, los niños y adolescentes obesos
suelen sufrir problemas de salud mental.
De acuerdo
a Mauricio Leija Esparza, indica que uno de problemas de salud mental en menores
causados por la obesidad es el trastorno por atracón, que desde 2013 es
considerado como una patología psiquiátrica.
Leija, en
ponencia dentro del XXI Congreso Internacional Avances en Medicina, que se
llevó a cabo en la occidental ciudad mexicana de Guadalajara, indicó que aunque
algunos investigadores habían "ignorado" por décadas el estudio de
este problema, el trastorno por atracón es el trastorno alimentario más
prevalente en todos los grupos de edad, más que la anorexia y bulimia.
El
especialista en psiquiatría infantil mencionó que en una investigación en la
que participó junto al Instituto Jalisciense de Salud Mental, se evaluó a niños
y adolescentes con sobrepeso y obesidad y los resultados muestran que el
trastorno por atracón estuvo presente en 62,5 % de la muestra.
Además, el
95 % manifestó también insatisfacción corporal.
En
entrevista con Efe, Leija consideró que combatir la obesidad infantil es un
trabajo amplio entre profesionales de la salud y de diferentes campos, como
antropólogos y sociólogos que estudian el fenómeno y que cada uno, desde su
campo, pueda hacer una intervención, incluso política o cultural.
El
psiquiatra señaló que existen factores socioculturales que han dificultado la
detección del síndrome por atracón en la población infantil, como la creencia
popular de que un niño es "de buen comer" porque come en grandes
cantidades o no para de comer durante todo el día.
"Cuando
en la consulta los padres le dicen al médico que el niño come muy bien, en
realidad puede estar comiendo muy mal, pues posiblemente esté teniendo
atracones", añadió.
Dijo que
para evitar el desarrollo de estas patologías mentales, los niños y
adolescentes con problemas de peso deberían de recibir una evaluación
psicológica y psiquiátrica, además de intervención médica con toda su familia.
Esto debido
a que, para el especialista, es un mito "el niño gordito y feliz",
pues la correlación entre la obesidad y los trastornos psiquiátricos son un
"circulo vicioso".
Por
ejemplo, la obesidad puede llevar a trastornos mentales y por compensar la
ansiedad se come más, se disparan los atracones, incrementa el peso, hay
problemas de autoestima, hay depresión, se sigue comiendo más y así continúa el
ciclo.
Exponer el
tema de la asociación de la obesidad con la psiquiatría -según el médico- ayuda
a que las autoridades lo pongan en el centro de las políticas de salud y se
genere un cambio "que tomaría un tiempo, porque tiene que ver con pautas
culturales".
Sin
embargo, las políticas públicas también deben apuntar a la divulgación y
desmitificación de la psiquiatría, especialmente infantil, para eliminar
estigmas y que la gente "se dé cuenta que no tiene que estar loco para
ir".
En México
34,4 % de los niños y adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, lo que sitúa a
los mexicanos en primer lugar mundial en obesidad infantil. Pero pese a las
estadísticas, el tema "pareciera que aún no es prioridad" en campos
como la salud mental, apuntó el psiquiatra.
Leija advirtió
que si se mantiene en México la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en
población infantil, en los próximos años se podrá elevar el número de casos de
niños y adolescentes con trastornos mentales.
Por ello,
considera que la obesidad infantil es "una bomba de tiempo" que tarde
o temprano podría explotar e incluso salirse de las manos de las autoridades de
salud.
EFE.