Dos podios con el escudo mexicano esperaban al presidente Enrique Peña Nieto y su invitado Donald Trump en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos. Un decorado para mandatarios, si no fuera porque faltaba una bandera estadounidense para acompañar a la mexicana al fondo, indicativo de que el visitante no tiene la jerarquía necesaria.
Donald Trump avisó de su visita horas antes, y a pesar que el gobierno había negado el encuentro, finalmente rectificó y 14 horas depués recibió al empresario y candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en la Ciudad de México.
Aunque México no vio a ese Trump 'rockstar', acostumbrado a llegar en su identificable aeronave a los mítines, ese mismo que alza la voz cuando menciona la frase de su campaña "Make America great again" (Hacer EEUU grande de nuevo), muchos lo consideran como el mayor beneficiado del encuentro.
Analistas consultados por Univision Noticias opinaron que el presidente mexicano perdió, al no exigir una disculpa pública al candidato republicano por sus declaraciones contra los mexicanos.
"El discurso de Peña fue congruente, porque habló de respeto, pero lo que faltó fue exigirle una disculpa y otras cosas que los mexicanos estaban esperando", explicó la analista Raquel Saed, profesora en la Universidad Iberoamericana.
"La logística de la visita favoreció la campaña de Trump. El presidente de México debió recibirlo hasta tener la respuesta de los dos candidatos de Estados Unidos. Me parece, que esto se puede percibir como una sumisión de México", comentó Saed.
La doctora Laura Del Alizal Arriaga, quien es profesora en la Universidad Autónoma Metropolitana en México, expresó que con este encuentro México muestra una disposición para resolver las diferencias; sin embargo, la forma en cómo se dio la reunión deja en claro que Peña Nieto "cayó en las redes y en el juego de Trump, y si se tratara del candidato ganador, entonces habría peligro, sería un error, porque (Trump) él está demostrando quién manda".
El analista José Luis León Manríquez dijo que Peña Nieto, cuyo gobierno está muy desgastado por escándalos de corrupción, será afectado porque el ánimo social está en contra de Donald Trump.
Así fue el encuentro entre Trump y Peña
“Señor Trump, mi prioridad como presidente de México y la de mi gobierno, es proteger a los mexicanos donde quiera que ellos se encuentren”, expresó Peña Nieto, aludiendo al discurso del 22 de junio de 2015, cuando el candidato republicano se refirió a los mexicanos como violadores y criminales.
El controvertido magnate estadunidense expresó que era un "honor tremendo" estar en el país y se dijo "amigo" del presidente que lo ha recibido en medio de una profunda crisis de impopularidad y a un día de rendir su cuarto informe de gobierno.
Por ahora, Trump solo es un candidato presidencial, aunque se le haya abierto el hangar que usan los altos funcionarios en el aeropuerto de campo Marte y se le haya facilitado un helicóptero del mandatario mexicano. Si bien no es presidente, fue recibido en Los Pinos para tratar temas en materia bilateral.
En ese mismo escenario donde Enrique Peña Nieto ha informado decisiones de gobierno a los mexicanos, en sendas declaraciones y la respuesta a una sola pregunta, ambos sintetizaron y dieron sus versiones de lo que habían tratado durante los poco más de 40 minutos que estuvieron reunidos privadamente.
Por la mañana varios políticos, como los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), expresaron su indignación por el encuentro entre Peña y el empresario estadunidense. En las calles apenas un puñado de mexicanos protestaron por la reunión y en redes sociales también se manifestaron.
Los senadores y ciudadanos pidieron respetar la soberanía de México y que Peña exigiera una disculpa pública a Trump por sus declaraciones contra los mexicanos desde el inicio de su campaña, cosa que no ocurrió, porque el presidente de México no hizo mención al respecto y el respublicano se marchó sin pedir perdón.
Los mexicanos le dicen a Trump lo que Peña Nieto calló
Por su parte el expresidente Vicente Fox también publicó en Twitter su molestia contra Trump, cuyos comentarios fueron respondidos por el visitante republicano.
"Te invité a venir y que te disculparas con todos los mexicanos. Deja de mentir. Mexico no es tuyo como para que juegues con él, demuestra algo de respeto", escribió el expresidente de México.
"El expresidente Vicente Fox, quien está hablando contra mi visita a México, también me invitó cuando se disculpó por usar la ‘bomba F‘ en mi contra", respondió Trump.
El muro y sus costos
“Los mexicanos en Estados Unidos son gente honesta, trabajadora, que respeta la familia, y que ayudan en el desarrollo de su país, son personas de bien que respetan la ley”, dijo Peña Nieto sin ver demasiado a su invitado, quien escuchaba la traducción simultánea que le hacía a su lado una intérprete.
"Cada año, miles de armas y millones de dólares en efectivo entran ilegalmente a México desde el norte fortaleciendo a cárteles y a otras organizaciones criminales que generan violencia en México", expuso Peña Nieto.
En su turno, un Trump de tono más comedido que el que suele usar en sus discursos por sus comentarios contra los mexicanos, sino que insistió en la polémica propuesta de construir un muro fronterizo entre ambas naciones.
“Hay que tener una frontera segura entre México y Estados Unidos. Reconocemos el derecho de cada uno de los países de construir un muro en cualquiera de sus fronteras para evitar el movimiento ilegal de personas o drogas o armas para conseguir ese objetivo compartido, tanto en el interés de México como el de Estados Unidos”, dijo el magnate.
Sin embargo, el republicano no incluyó en su discurso la advertencia de que obligaría a sus anfitriones a pagar por un muro unos 10,000 millones de dólares que, según sus cálculos, habría que invertir.
“Hablamos de la construcción del muro. ¿Quién va a pagar por el muro? Eso no lo discutimos. Eso no se dijo. Eso será en otra ocasión”, aclaró el empresario.
Poco despúes el presidente mexicano publicó un tuit: “Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro”.
Los mexicanos no vieron a aquel hombre quien desde el 22 de junio de 2015 marcó el rumbo de su discurso al tachar a los inmigrantes mexicanos de "violadores" y "traficantes". Sin embargo, horas más tarde, en Arizona, Trump volvió a decir que México pagará aquel muro.
El mensaje duró apenas unos minutos y el protocolo se rompió cuando los reporteros le preguntaron sobre quién pagaría la frontera. Trump respondió tranquilo. Luego dio la mano tibiamente a Peña Nieto. Ambos salieron juntos del salón. El estadounidense tomó de nuevo el helicóptero que le prestaron y puso rumbo al aeropuerto. De ahí rumbo a Arizona a hablar de inmigración.