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El mercado parece muy complacido y ha aplaudido las primeras medidas de López Obrador. Se reunió con el presidente saliente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, hubo cordialidad y voluntad para realizar una transición suave y ordenada de una administración a otra, con trabajo conjunto para armar el paquete económico para el 2019.
López Obrador ya quiere incluir su propuesta de aumentar la pensión para adultos mayores, las becas para estudiantes, el recorte salarial a los altos funcionarios y al gasto en publicidad del gobierno.
Apoyó al equipo negociador de Peña Nieto en el TLCAN, y afirmó que el equipo técnico de su futuro gobierno, liderado por Jesús Seade, jefe negociador, y Graciela Márquez Colín, futura secretaria de Economía, empezará a participar en las negociaciones del TLCAN.
Habló con Donald Trump y hubo sintonía: no sólo comentaron temas comerciales, sino que López Obrador propuso una solución más integral que implicara un programa de desarrollo conjunto para elevar los salarios, lo que reduciría la ventaja competitiva de México (una de las demandas de Estados Unidos y Canadá) y contribuiría a frenar la inmigración.
Se reunió con el Consejo Coordinador Empresarial, con la alta cúpula empresarial, entre ellos Claudio X. González, expresando su apoyo al virtual Presidente electo.
Medidas económicas de confianza
También, se esmeró en dar, con mucha prioridad, certidumbre a los mercados globales. A Carlos Urzúa lo conocen los inversionistas locales por su paso como secretario de Finanzas cuando López Obrador llegó a la jefatura de la Ciudad de México, pero no es muy conocido en los mercados internacionales.
En una conferencia telefónica, se presentó a analistas e inversionistas de Wall Street, y marcó sus líneas básicas para preservar la estabilidad macroeconómica y financiera en México: disciplina fiscal, enfocada en el objetivo de superávits primarios; autonomía de Banxico en la gestión de la política monetaria; y apoyo al sistema de flotación libre del peso mexicano.
Tendrá que fungir como el Antonio Palocci, un médico de profesión, que se hizo cargo de las finanzas con Lula da Silva y que sorprendió con la cirugía que hizo a las cuentas públicas brasileñas.
Urzúa dio más señales: se proseguirá con la política de liberalización de los precios de las gasolinas, los cuales se mueven con las cotizaciones del crudo en los mercados internacionales; se respetarán los contratos petroleros derivados de la Reforma Energética siempre y cuando no presenten irregularidades, y se limpiará a Pemex de ineficiencias y costos excesivos.
Promoverá una reforma de pensiones con el fin de hacer el sistema sostenible; y la creación de un Consejo Fiscal apartidista que evalúe las políticas económicas y su impacto en las finanzas públicas, una especie de Oficina de Presupuesto del Congreso de Estados Unidos.
Pese a esa declaración de intenciones, y la fuerza que López Obrador tendrá en el Congreso no planteó cambios a la Constitución o a las leyes.
Junto con Urzúa, el otro gran responsable económico será el empresario Alfonso Romo, quien se encargará de coordinar la Oficina de la Presidencia. Él corroboró el respeto al marco jurídico, y afirmó que no se revertirá la reforma energética, sino que habrá “correcciones”.
Además de Urzúa, Romo, Jesús Seade y Graciela Márquez, se sigue dando forma a un equipo económico en el que también pueden figurar economistas como Arturo Herrera, Gerardo Esquivel o Édgar Amador.
El equipo de transición económico, por tanto, también será el futuro gabinete, y quieren que desde ya se empiecen a plasmar sus políticas en la principal ley económica de un país: el presupuesto.
Con eso se despejará la incertidumbre sobre la nueva dirección económica que López Obrador quiere imprimir al país, misma que el mercado está de momento aprobando.
Los que ganaron
Tanto que en su primera semana como Presidente electo, la aprobación de la bolsa fue unánime: las 35 empresas que cotizan en el índice S&P/BMV IPC lograron subir en la semana.
Las compañías financieras fueron especialmente premiadas: fue el caso de la empresa de micropréstamos Gentera (13.8%), de Banco Santander México (12.7%) o de Banorte (9.8%).
También despegó Volaris (+13%), y las empresas de consumo básico a las que puede favorecer la transferencia de renta a los más desfavorecidos: Grupo Lala (+9.2%) y Bimbo (+8.7%). Así que con el grito de Ave César recibieron los mercados a López Obrador.
Fuente:dineroenimagen
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