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Actualmente, debido a la sobre estimulación que tienen los menores a través de videojuegos y programas sin supervisión, desarrollan conductas violentas desde preescolar, cuando esto hace algunos años se daba sólo en niños de primaria.
La psicóloga y trabajadora de la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Preescolar (Usaep), Rosario Cano Sosa, explicó la importancia de adquirir juguetes que eviten el fomento de actividades violentas.
“Cada vez nuestra sociedad tiene más contextos violentos, desde golpes hasta la muerte de personas, se ha normalizado en nuestra sociedad, por lo que en estos momentos los niños lo ven como algo natural, tan es así que un juguete como una pistola puede servir para conseguir algo que quiere debido a que si desde pequeño lo tiene hasta una edad de entendimiento lo puede utilizar si la idea no se corrige”.
Hizo referencia a que los niños en edad preescolar no tienen actitudes violentas pero sí agresivas y detalló que los niños a esa edad no comprenden qué quiere decir un juguete pero sí saben que representa lo que observa, le dan una función respecto a lo que hay en su entorno.
“Los niños a edad temprana van a empezar a utilizar los juguetes como comprenden y creen que se utilizan, pero depende mucho de la imaginación del niño. El riesgo de comprarles armas a esa edad es que llegará un punto en el que naturalizarán su uso", puntualizó la especialista.
Lo peligroso, continuó, es que si a esa búsqueda se le suma un entorno violento dentro de la familia, en la que además se utilice armas reales, aumenta el riesgo de que el niño aprenda esa conducta conforme va creciendo.
Explicó que los juguetes son una herramienta para que los adultos proporcionen a los menores medios para conocer el entorno, para que exploren el contexto, la cultura y todo lo que se les quiere enseñar, pero también para que el menor exprese la manera en la que vive con su familia.
La especialista en el tema señaló que es muy importante vigilar las conductas con los juguetes de ese tipo, teniendo presente que si se compran no es para que el niño se entretenga solo, sino para que los papás se involucren en el juego con el objetivo de saber cómo el niño interactúa con el objeto.
“Si se compra ese tipo de juguetes el niño debe estar supervisado por cualquier adulto, mientras más pequeños más supervisión debe de haber. Lo difícil son los tiempos, debido a que actualmente por el modelo de vida que tiene gran parte de la población no siempre es posible estar todo el día con los hijos”, finalizó.
Juguetes bélicos
En los primeros días de enero puede observarse que diversas tiendas aprovechan para vender todo tipo de juguetes con el fin de que Santa Claus o Reyes Magos se surtan, sin embargo, algunos de éstos no están permitidos por el material, tipo, color y forma, en especial los juguetes bélicos.
Según la Norma Oficial Mexicana NOM-161-SCFI-2003, los juguetes réplicas de armas de fuego deben ser fabricados de plástico transparente, o bien, de un color fluorescente, pero en no plata, gris, negro o café puros, o elaborados a base de recubrimientos de tipo pavón, níquel, cromo, acero, policarbonatos y aleaciones de aluminio y madera, o cualquier combinación posible de éstos, a fin de que no exista la posibilidad de confundirlos con armas reales.
Esta norma que se promulgó hace unos 15 años y establece las especificaciones de seguridad que deben cumplir los juguetes réplicas de armas de fuego, los métodos de prueba que deben aplicarse para su verificación, así como la información comercial que debe exhibirse en la etiqueta.
Pese a las especificaciones legales, en Mérida se ofertan en varios puntos, sin que ninguna autoridad vigile su comercialización; en este caso, la responsabilidad recae en la Profeco.
NOVEDADES YUCATÁN recorrió los alrededores de los mercados San Benito y Lucas de Gálvez, donde la venta de juguetes “de guerra” es común, y constató que no cumplen las normas.
Por ejemplo, las pistolas son de color café y negras, y parecen armas reales, cuya reproducción está prohibida. Algunas tienen balines como municiones y no cuentan con la advertencia legal necesaria como marca la ley.
Durante el recorrido se observó que también en las calles 58 entre 65 y 67, y 60 con 63 y 65 existen establecimientos que albergan una variedad importante de juguetes de ese tipo, gran parte de éstos no son exhibidos de primera mano.
Con la “euforia” de las compras decembrinas y para Reyes Magos las restricciones pasan desapercibidas debido a que en ningún momento del recorrido se vio a personal de la Profeco verificando la venta de estos artículos, a pesar de que la instancia tienen la facultad para retirarlos de los aparadores.
A pesar de que no hay una vigilancia, la Profeco emitió un exhorto para evitar que se compren juguetes “de guerra”, para este 6 de enero, Día de los Reyes Magos.
Fuente Sipse