Noticias de Yucatán
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Tras lustro perdido
Daniel Jesús Carrillo Polanco (*)
El Periférico, que por cierto se ha convertido en una de las arterias más peligrosas de la ciudad, ya no se da abasto para permitir el tránsito fluido de cientos de miles de automóviles locales y de visitantes.
Hasta hace algunos años era impensable que esa importante avenida registrara un flujo vehicular tan elevado como sucede ahora. Recuerdo bien cuando apenas era una calle de un solo carril, carecía por completo de iluminación y era usado por unos cuantos automotores.
En el devenir de los años el Periférico fue cambiando hasta convertirse en lo que es ahora, una de las calles más importantes y transitadas de la ciudad. ¿Qué sería de Mérida si no existiera el Periférico? ¿Por dónde transitarían los cientos de miles de vehículos que las 24 horas del día lo utilizan?
Reflexionemos acerca de la necesidad de un crecimiento ordenado y que vaya acorde con el crecimiento poblacional y, por ende, de necesidades en todos los sentidos.
Aquí es donde deberíamos darnos cuenta de los terribles estragos que nos han causado los corruptos saqueadores del presupuesto público y que ferozmente hoy gozan de amplia impunidad.
¿Alguna vez se ha puesto a pensar cuántos vehículos se suman año con año al parque vehicular y tienen que transitar en las mismas vialidades? ¿Cuántas calles y carreteras debieron construirse en cinco años para que evitar que se llegue al colapso en materia de vialidad? ¿Dónde está el segundo periférico que se prometió y por qué no se hizo si hubo dinero de sobra para construirlo?
¿Cuántas mujeres, día con día y año con año, durante cinco años, se embarazaron y requirieron de atención digna en clínicas? ¿Y por qué muchas aún dan a luz en los pasillos o en los baños de las clínicas si hubo dinero para terminar hospitales que estaban casi listos y para construir otros?
¿Cuántos seres humanos, durante cinco años, llegaron a la edad escolar y, por ende, cuántas escuelas más debieron construirse para atender el crecimiento poblacional? ¿Por qué hoy los padres de familia tienen que trasnocharse por espacios que debieron generarse en todo ese tiempo?
¿Cuántos ciudadanos, durante largos cinco años, se casaron y tuvieron hijos y por tanto hoy se ven en la necesidad de hallar empleo y mejores condiciones de vida, pero tienen que padecer la falta de oportunidades por el estancamiento económico del Estado? ¿Por qué hoy ocurre esto si hubo dinero suficiente para generar mejores condiciones?
Un año sin inversión en obras y en desarrollo social ocasiona un desfase desproporcionado respecto al aumento de personas y de necesidades. El desvío de recursos, el despilfarro, la frivolidad hicieron que Yucatán quede en muchos rubros en el estancamiento y en otros en franco retraso.
La población, en términos generales crece año con año de manera exponencial -como bola de nieve- y aún cuando la proliferación ya es menor que antes en cantidad de hijos, con la masificación poblacional el volumen de crecimiento anual es más significativo.
Con todo lo anterior, no entiendo cómo Rolando se atreve a decir que Yucatán “vive un momento idóneo para la inversión y el establecimiento de empresas, producto de la seguridad y las condiciones económicas positivas que experimenta”.
Y suponiendo, sin conceder, que así fuera, lo cual no lo creo para nada, entonces imagínese cómo estaría Yucatán si en cinco años -de 2007 a 2012- se hubieran ejercido los recursos para el desarrollo de nuestra entidad en todos los sentidos. ¿De verdad no nos duele la corrupción y sus consecuencias? Hasta cuándo vamos a asimilar que nos sometieron a un lustro de total perdición. Hasta cuándo vamos a decir basta de simulaciones.- Mérida, Yucatán.
dajecapo@hotmail.com
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*) Maestro en comunicación política y marketing electoral y consejero estatal del PAN