La reportera de Televisa Bárbara Barquín denunció hoy que dos compañeros y ella fueron agredidos por un grupo de personas cuando trabajaban en el centro histórico de la Ciudad de México, y que, aunque había policías en el lugar, estos no acudieron en su ayuda.
La comunicadora contó a Efe que el pasado martes estaban realizando unas entrevistas en unos puestos de la calle, ubicados en un área de venta de productos de belleza a pocas cuadras del Zócalo, cuando llegaron tres personas a increpar al equipo.
Uno de los individuos dijo al camarógrafo que no podían grabar y que para hacerlo necesitaba ir a una oficina para que supuestamente les concedieran un “permiso”, afirma Barquín, quien trabaja en el programa de entretenimiento “Cuéntamelo ya”.
La reportera rechazó ir a esa oficina y pidió a esa persona que se identificara con su nombre completo, pero este se negó y le dijo “es que yo no hablo con viejas (mujeres)”.
Barquín comenzó a grabar con su celular un video con lo que estaba ocurriendo, por motivos de seguridad, pero le obligaron a borrarlo, tras lo cual el equipo intentó salir del lugar y se dirigió a su camioneta.
Allí el grupo, al que se habían ido añadiendo más personas según avanzaba la discusión, les alcanzó y comenzaron a agredir al camarógrafo, mientras ella discutía con una mujer que no creía que hubiese borrado el video.
“La mujer me empezó a golpear, me jalaron los cabellos, llegó otra más, otros tipos y me tiraron al piso, y me patearon en el piso”, señala la reportera, quien dice que les estuvieron golpeando hasta que alguien gritó “ya estuvo” y se dispersaron.
Barquín asegura que, en el momento de la agresión, había un policía a pocos metros comiendo una torta, quien pese a los gritos de ayuda, “él seguía observando el espectáculo” y no les atendió, al igual que otro policía que también se encontraba cerca de ellos.
Después de la agresión, el equipo interpuso una denuncia ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.
“Estamos esperando que se tomen medidas como que se pidan vídeos de cámara de seguridad y que se ejerza presión también con las personas de seguridad del área, porque no puede ser que los policías estén observando y no hagan absolutamente nada”, señala.
Por lo que les comentaron algunas de las personas del centro histórico después del incidente, los agresores son parte de un grupo que controla los puestos y se dedica a amenazar y pedir dinero a los comerciantes.
El camarógrafo sufrió una herida grave en el ojo, por lo que continúa incapacitado, mientras que la reportera y su otro compañero ya están bien de salud y, tras un día de descanso, han regresado al trabajo y no descartan reportear de nuevo en la misma zona.
“En algún momento tendremos que volver, porque lo que nosotros hacemos son crónicas de ciudad, nuestro trabajo es en la calle”, aseveró Barquín.
Según la organización no gubernamental Artículo 19, la prensa en México vivió en 2016 su año más violento al registrar 426 agresiones y 11 asesinatos de profesionales del sector.
Fuente: EFE