A una decadencia acelerada está llevando al sindicato del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) su líder, Héctor “Billy” Fernández Zapata, a quienes “combistas” acusan de desfalcar a la agrupación, tráfico de placas de esas unidades colectivas y un destino desconocido de las cuotas sindicales.
Luego de los fracasos de la App del sindicato y la entrada de las plataformas digitales, ahora los “colectiveros” aseguran que los está llevando a la ruina.
Socios y “martillos” señalan que pese a que solo debe haber un vehículo por socio, Fernández permite prestanombres a sus más allegados, a quienes permite explotar a sus conductores a razón de 200 pesos por turno (son dos diarios), llevándose buenas ganancias, de hasta 800 por turno.
Aseguran que a la familia de su amiga Alicia Martín, al papá y hermanos, ha obsequiado juegos de placas.
Nuevo ganadero
Dicen los quejosos, que no ocultan su temor a ser perjudicados por su líder o directivos del sindicato, que de alrededor de mil concesiones autorizadas por la Dirección de Transporte solamente las ha entregado a su primer círculo, prestanombres y socios, y espera vender, a un aproximado de 50 mil pesos cada una, las restantes.
Piden que se haga una auditoría a la caja de ahorros, la cual afirman que está desfalcada, así como a los estados de cuenta de la agrupación, para que se vea que su dirigente se ha dedicado a sus intereses personales y de unos cuantos. “’Billy’ ya es nuevo ganadero, pues se compró un rancho en Dzemul. ¿De dónde sacó ese dinero?”, se preguntó un antiguo socio.
La última manifestación de repudio contra “Billy” la dieron grupos de combistas, quienes han amenazado con demandar a su líder, a quien acusan de estafarlos al no pagarles servicios prometidos por su labor durante el pasado proceso electoral.
Los quejosos aseguran que Fernández Zapata ya cobró por las “llevadas” que dieron a gente de candidatos, trabajadores del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La molestia es porque los “martillos” se salieron de sus rutas, dejando de percibir sus ganancias regulares, así como los socios o dueños también reportan pérdidas.
Reclaman que el 26 de junio utilizaron la mitad de sus unidades para el acarreo al cierre de campaña en Xmatkuil, Sindicato del Seguro Social y otros actos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El pago sería de mil 500 pesos por unidad y por los servicios prestados al INE, tres mil 500, que aseguran que “Billy” ya cobró, pero no les ha pagado.
Acusan que no es la primera vez que los perjudica y que, incluso, habría una presunta campaña contra allegados al anterior dirigente estatal.
Recuerdan que en el pasado hubo mayores movilizaciones en los tiempos electorales y nunca tuvieron problemas para cobrar sus salarios o rentas.
Sindicato “ganón”
Las combis generalmente trabajan a doble turno en Mérida –las rutas foráneas tienen otros horarios-. Tanto “martillos” como patrones se quejan de que cada vez es menos negocio.
Una de las principales razones es el precio de la gasolina, otra es la competencia y la pérdida de poder del sindicato desde que lo tomó “Billy” Fernández, pues recuerdan que con administraciones estatales en turno, y su anterior líder, Nerio Torres Ortiz, luchaba por sus derechos y veían al menos parte del destino de sus cuotas sindicales.
Los dueños, o socios, pagan al mes 300 pesos de cuotas, misma cantidad que los martillos, por turno, lo que deja más de dos millones en las arcas sindicales por mes –solo por concepto de combis–, sin que más que los cercanos al jerarca tengan conocimiento de su destino final.
Incluso, varios ha sugerido crear una agrupación alterna debido a lo que llaman abusos de su líder y en caso de realizar un paro golpearían fuertemente al menos al 40 por ciento de los yucatecos que utilizan el transporte público en más de 100 rutas.
La lucha diaria
Veteranos “martillos” señalan que no solamente ellos pasan apuros para sobrevivir, aunque en todas las rutas están retirando autobuses por la carestía del diésel.
En el caso de ellos es distinto, pues dependen muchas veces del patrón o de la ruta lo que deben pagar o ganar.
Como ejemplo dicen que en el caso de una tarifa estándar pagan al patrón 750 pesos por turno, pero con las credenciales de estudiantes y tercera edad, y el costo de la gasolina muchas veces solamente salen con 100 o 200 pesos tras una “auténtica friega”.
La otra alternativa es quedarse con el 30 por ciento de las ganancias, “lo que muchas veces sale peor, pues aunque el patrón pone el combustible, nos caen las credenciales o la competencia y no sale”.
Hay varios que se han asociado con sus esposas e hijos, quienes mientras el papá trabaja ellos venden tortas, jugos y refrescos para completar el gasto.
“Antes si eras combista o camionero decían que te daba hasta para la ‘casa chica’, pero son otros tiempos”, dice uno de ellos con un dejo de tristeza.
La Verdad Noticias