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(SinEmbargo).– El Partido de la Revolución Democrática (PRD) alcanzó solo 1 millón 300 mil votos de los mexicanos a nivel nacional en la elección presidencial (el 2.87 por ciento), un resultado muy parecido de los votos nulos emitidos este 1 de julio (2.73 por ciento) y con el que estuvo apunto de perder su registro, si no es porque sus candidatos al Congreso de la Unión lograron atraer a más del 3 por ciento del electorado.
“Morena no es nada sin [Andrés Manuel] López Obrador […], pero así lo decidió la gente”, dijo esta mañana Jesús Zambrano Grijalva, uno de “Los Chuchos” en MVS Noticias. Reconoció que no les fue bien por lo que implica para ellos un proceso de “revisión profunda”.
El instituto construido hace 29 años que abanderó a Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador rumbo a la Presidencia, en este 2018 tras aliarse con la derecha del panista Ricardo Anaya Cortés quedó a un paso de perder el registro a nivel nacional y ahora debe despedirse del mando en la capital del país, Morelos y Tabasco, de acuerdo con las cifras preliminares. En la Ciudad de México solo ganó tres alcaldías con candidatos emanados de su partido (Coyoacán, Venustiano Carranza y Milpa Alta), y en Morelos rescató cuatro. El miércoles el Instituto Nacional Electoral (INE) comenzará con los conteos oficiales y el domingo dará los resultados. Pese a no llegar al 3 por ciento que indica la ley, salvó su permanencia en el sistema partidista por las elecciones en el Senado y Diputados, donde obtuvo poco más de 5 por ciento, respectivamente.
“El PRD hasta aquí llegó”, dijo el analista Enrique Toussaint, quien expuso que desde 2009 comenzó a desdibujarse ideológicamente, más con la salida de López Obrador y Cárdenas, pero lo “ocultó” mediante las alianzas estatales con el Partido Acción Nacional (PAN) “que no derivaron en gobierno de calidad”.
Marcela Bravo Ahuja, politóloga especialista en sistema electoral y de partidos, apuntó a que estas son elecciones críticas que ponen fin a un periodo político electoral. “El PRD queda pulverizado”, sentenció.
Toussaint enfatizó que a diferencia del Partido Verde, que no alcanzó el 3 por ciento de votos en la elección federal, el Sol Azteca significó mucho para el país. Fue en su momento el partido de izquierda más representativo y dejó una agenda de libertades como el matrimonio homoparental, la legalización del aborto y el debate sobre la despenalización de la mariguana.
“Esta fue la última elección del PRD como lo conocemos. En ésta ya no tuvo candidato presidencial. El partido como instrumento no sirve, pero su dirigencia va a seguir utilizándolo como forma de pactar con Andrés Manuel López Obrador en la Cámara de Diputados y el Senado”, avisoró. “Esa agenda [de libertades] se queda huérfana e invisibilizada”.
Dos años antes de renunciar al PRD, Andrés Manuel López Obrador criticó su alianza con el PAN para las elecciones en 2011 y declaró: “Se van a quedar solos, se van a quedar con el cascarón”.
Tras la denominada “caída del sistema” en 1988, bajo el lema “Democracia ya, patria para todos” el partido fue fundado con una ideología política de izquierda el 5 de mayo de 1989, por Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, su primer presidente que renunció en noviembre de 2014, y por Porfirio Muñoz-Ledo e Ifigenia Martínez, ambos ahora en el equipo de Morena. Cárdenas se reunió este martes con López Obrador. “Esta es la primera elección democrática desde Francisco I. Madero”, escribió el domingo Muñoz-Ledo.
De poco le sirvió ir con el PAN porque, consideró la politóloga Bravo, esta coalición “no cuajó” como Frente, como lo hizo Morena con sus aliados.
Desde la elección de 2012 ya se percibía un cambio del sistema de partidos en México, el cual se consolidó a raíz de 1988. “PRI, PAN y PRD concentraban cada vez menos votación. La escisión del PRD y la emergencia de Morena vino a profundizar esta crisis”, aseguró la académica Marcela Bravo.
Para 2015, sólo quedaban PRI y PAN como “partidos grandes”, y en este 2018 la crisis de los partidos “en medio del desencanto”, junto con Morena, “arrastraron con esto que quedaba”.
Ahora, tras su participación en el “Pacto por México” durante el sexenio de salida y un puñado de renuncias, los sobrevivientes del PRD son Vanguardia Progresista, integrada por Héctor Serrano Cortés, el asambleísta Leonel Luna Estrada y el futuro Senador por el PAN, Miguel Ángel Mancera; la Izquierda Democrática Nacional (IDN), fundada por René Bejarano Martínez, donde también estaba Alejandro Sánchez Camacho, Secretario del Comité Ejecutivo Nacional del PRD que se negó a apoyar a Anaya, y la Nueva Izquierda de “Los Chuchos”, encabezada por Jesús Ortega Martínez y el Diputado Jesús Zambrano Grijalva. También quedó Juan Zepeda, quien aspira al Senado.
“‘Los Chuchos’, la tribu que encabeza el PRD desde hace algunos años, han dejado claro que a lo que ellos les interesa no son las ideas ni los proyectos, sino mantener el registro del partido, entregando candidaturas y premiando a sus aliados”, afirmó el analista político Enrique Toussaint.
Y previó que de cara a la siguiente elección los que quedan se moverán o pactarán con Morena en el Congreso y otros seguirán con Acción Nacional. “El PAN será la única verdadera oposición que tendrá Morena, pero le espera pedirle cuentas a Anaya…”, agregó Bravo Ahuja.
LOS BUENOS AÑOS
En 1994, recién creado y sin alianzas, el candidato del PRD Cuauhtémoc Cárdenas obtuvo 5 millones 852 mil 134 votos (16.59 por ciento) para la Presidencia.
Hoy, casi 20 años después, el partido ha perdido su principal bastión político… y más. El abanderado del Frente PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, ganó más de 10 millones de votos, pero solo para el PRD fueron poco más de 1 millón 300 mil.
En 2000, en búsqueda de la Presidencia ya en coalición con cuatro partidos más, Cárdenas perdió frente al candidato federal Vicente Fox Quesada de “Alianza por el cambio”, pero obtuvo en alianza 6 millones 256 mil 780 votos (16.64 por ciento) a nivel nacional.
Para 2006, en su primer intento a la silla presidencial, López Obrador 14 millones 856 mil 350 votos (35.40 por ciento) en el país.
En 2012, en el segundo intento, López Obrador recibió en alianza 15 millones 896 mil 999 votos (31.75 por ciento) a nivel nacional. Solo a través del PRD fueron 9 millones 720 mil votos.
Un año después, el político tabasqueño renunció al PRD que dirigió y ayudó a fundar, y formó su propio Movimiento de Regeneración Nacional. Otros perredistas que se salieron e incluso algunos de ellos se brincaron a ese nuevo partido fueron Armando Ríos Piter, el “Jaguar”, Alejandro Encinas Rodríguez, Zoé Robledo, Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Miguel Ángel Barbosa, hoy en disputa por la candidatura de Puebla.
El domingo 8 de julio el INE informará los resultados oficiales para esta elección de 2018. Las tendencias actuales en las tres entidades que gobierna y celebraron elecciones tampoco favorecen a los candidatos del PRD que fueron en alianza. En distritos y alcaldías tampoco brillaron en esa triada.
Michoacán (Silvano Aureoles, quien apoyó al candidato priista José Antonio Meade) y Quintana Roo (Carlos Joaquín González gobierna en alianza con el PAN) siguen siendo bastiones perredistas. En esta jornada electoral no votaron para renovar Gobernador, pero en esos estados para candidato presidencial el PRD solo fue votado por 99 mil 812 y 6 mil 85 personas, respectivamente.
De las nueve gubernaturas en juego, al partido le arrebataron los tres bastiones que conservaba.
En Tabasco, donde gobierna Arturo Núñez y el candidato de Morena Adán Augusto Hernández arrasó con más de 60 por ciento, su candidato del Frente, Gerardo Gaudiano, obtuvo más de 189 mil votos de los cuales 140 mil fueron solo para el Sol Azteca (un 14 por ciento del total en la elección). Para la elección de Presidente el PRD solo obtuvo más de 42 mil votos en la tierra de López Obrador.
En la Ciudad de México el mitin de cierre con 150 mil personas en el Ángel de Independencia no se reflejó en las urnas. Para Presidente, el PRD recibió poco más de 237 mil votos en la capital del país. Las demarcaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Álvaro Obregón le fueron arrebatadas. Se quedó con tres demarcaciones gracias al Frente: Coyoacán, a través del perredista y ex futbolista Manuel Negrete; Venustiano Carranza, con Julio César Moreno Rivera, hermano del actual Delegado; y Milpa Alta con el perredista “niño amarillo”, Octavio Rivero Villaseñor.
La candidata para la Jefatura de Gobierno Alejandra Barrales, obtuvo con el Frente más de 266 mil votos. Pero solo a través del Sol Azteca, el partido que dirigió, fue votada por más de 126 mil 646 capitalinos (14.56 por ciento del total de esa elección federal), de acuerdo con el PREP del instituto electoral local.
Perdió frente a la abanderada de Juntos Haremos Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, quien fue blanco de agresiones en sus mitines por parte de grupos de choque perredistas, sobre todo en Coyoacán o Gustavo A. Madero, bastiones hasta entonces amarillos.
El PRD también se despide de Morelos, gobernado por Graco Ramírez Abreu, uno de los fundadores del Sol Azteca. Para candidato presidencial, en esa entidad obtuvo más de 26 mil votos y para su candidato Rodrigo Gayosso, más de 69 mil votos (9.7 por ciento del total de la elección en el estado), de los 83 mil obtenidos en coalición.
No ganó ni un solo distrito y solo se quedó con cuatro municipios morelenses: Miacatlán, Tlaltizapán de Zapata, Yautepec, y Jonacatepec.
“El gran desencanto nacional fue alentado en Morelos por la mala administración de Graco Ramírez, quien se confrontó con todo los sectores posibles, políticos, campesinos, transportistas, con la Iglesia y con su mismo partido. Morelos fue considerado en 2017 el estado más corrupto según Transparencia Mexicana e Impunidad Cero”, dijo Roberto Salinas, director de Morelos Rinde Cuentas.
“Inicia un gran reto para Morelos, las expectativas son muchas, pero la más elemental es sanar la crisis social y política que dejó Graco Ramírez y esta se puede lograr con la participación ciudadana, con el trabajo y diálogo de todos lo sectores sociales que pueden aportar al desarrollo del estado”, agregó.
Contrario a lo que pensaban, la jornada electoral se condujo sin contratiempos en la entidad. “Las alarmas de violencia y compra de votos quedaron sin ser activadas como si se tuviera conocimiento de que ya no había nada que hacer”, afirmó Salinas.