Noticias de Yucatán
Hoy, sin duda alguna, es uno de los más especiales días de mi vida. Asumir la alcaldía de nuestra muy noble y muy leal ciudad de Mérida, nuestra querida Ciudad Blanca, es un privilegio, un gran honor y una gran responsabilidad que acrecienta mi gran orgullo de ser meridano y mi compromiso para que Mérida siga adelante.
Con profunda emoción y sentido de responsabilidad tomo en mis manos el desafío de encabezar los esfuerzos, junto con todos ustedes, para seguir transformando a Mérida.
Estoy aquí por voluntad de miles de meridanos que, luego de escuchar diferentes propuestas, eligieron la que les pareció más eficaz y viable para una ciudad en crecimiento como la nuestra. En la anterior campaña pasamos sesenta días juntos, dialogando y escuchando, conociendo y comprendiendo problemas que nos permitieron diseñar nuevas soluciones para esta ciudad que tanto amamos y que tiene, detrás de sí, 473 años de perseguir la felicidad para sus habitantes.
Gracias a todos quienes creyeron en este proyecto que delinea el futuro inmediato de nuestro municipio. El refrendo a favor de otro gobierno humanista para mí significa una exigencia de cumplimiento y con resultados demostraréque no se equivocaron en su elección.
Pero también hago un reconocimiento a quienes votaron por opciones diferentes a la nuestra, pues confiaron en la democracia, a ellos les reitero mi compromiso de gobernar sin distinciones ideológicas ni partidarias, pues aquí, todas y todos somos importantes y jugamos un papel fundamental.
Reitero que tengo vocación plural y de diálogo, y que nuestro plan de gobierno incluirá a todos los sectores sin distinción, pues Mérida, nuestra Ciudad Blanca, es lo que nos une y nos exige congruencia a todos para poner el interés supremo de la ciudad por encima de nuestras diferencias.
Nuestra Ciudad y los ciudadanos son primero. Para ellos trabajaremos todos los días. Ellos necesitan certezas legales y judiciales; ellos requieren políticas públicas creativas que realmente sirvan para dar soluciones definitivas a sus necesidades. Nuestra ciudad necesita de todos los órdenes de gobierno para recuperar la confianza en nuestras instituciones.
Especialmente ahora que los nubarrones de la economía amenazan con llovernos desesperanza y austeridad. Si revisamos la coyuntura actual podremos observar que, en el plano nacional tenemos un panorama claramente adverso.
Hoy día los ingresos nacionales están notablemente disminuidos y con tendencia a seguir bajando, principalmente a consecuencia de la baja sustancial del precio del petróleo.
Estas circunstancias, y otras más delicadas, como la crisis de seguridad nacional y la baja legitimidad de ciertas instituciones políticas, nos obligan a ser muy cuidadosos en todas nuestras acciones. Nos obligan a ser generosos en el intercambio recíproco, a la negociación abierta y a compartir responsabilidades.
Ante este escenario, Dialogaré, sin prejuicios ni temores, con todo aquel que quiera dialogar y construiré con todo aquel que quiera construir.
Señor Gobernador, ofrezco mi mano extendida y de buena fe a su gobierno y al Gobierno Federal y lo invito a que juntos inauguremos una nueva etapa de entendimiento y coordinación que Mérida se merece y que los ciudadanos esperan de sus autoridades.
Soy un hombre de diálogo. Siempre tendré disposición para fortalecer la democracia y abrir caminos diferentes para el entendimiento, para tomar las mejores decisiones y para hallar soluciones ante los conflictos. Construir nuestro futuro nos exige dejar atrás todo lo que nos separa y renovar nuestras coincidencias.
Y es que ustedes los ciudadanos demandan soluciones. Soluciones ante la falta de oportunidades de trabajo, de vivienda, de educación y de salud. Soluciones a los problemas de movilidad urbana, a las amenazas contra el medio ambiente, a las conductas que afectan la convivencia familiar y a los valores que nos distinguen como meridanos.
No podemos permitirnos ser un gobierno municipal de funcionarios contentos y meridanos inconformes, y menos de darnos el lujo de no entendernos por falta de comunicación.
La colaboración de todos los órdenes de gobierno es una exigencia válida de la sociedad meridana que espera más eficacia y eficiencia en la generación del bien público.
Meridanas y meridanos,
Con visión de futuro podemos hacer algo grande, dar un gran salto. Es tiempo de unidad de propósitos no sólo entre quienes nos toca hoy estar en el servicio público, sino también entre las autoridades y los ciudadanos. Es tiempo de rescatar y promover nuestras tradiciones y valores que nos hacen sentir orgullosos de vivir en una de las mejores ciudades de México, y es tiempo de seguir adelante con una visión innovadora que nos permita construir un futuro más esperanzador.
Les propongo que trabajemos juntos para diseñar y construir una mejor ciudad con el esfuerzo, la dedicación y el compromiso de todos.
Conozco el empuje de quienes han escogido a nuestra ciudad como su nueva casa, quienes van fincando en esta tierra sus deseos de un futuro mejor. Sé que vinieron de otros pueblos, de otros municipios, de otros estados de la República e incluso de otros países, buscando un sitio donde vivir en paz. Con una mochila al hombro, con recuerdos, con una lengua y con su propia identidad, comunidades chinas, coreanas, libanesas, alemanas, italianas y canadienses, han cruzado caminos para incorporarse a nuestra sociedad. Amigos, Mérida es tan generosa que aquí nadie es extranjero.
Antes desde esta plaza se gestaban marchas hacia el Distrito Federal o a otros rincones de nuestro país en busca de las libertades públicas, movimientos que nos hicieron sentir que otro mundo era posible. Hoy necesitamos decir a México y al mundo que aquí hemos decidido trabajar de la mano, que podemos convivir en paz en los espacios públicos y que podemos encontrar un justo medio para las posiciones encontradas.
La brega de eternidad de Manuel Gómez Morín no sólo se refiere a la tarea inacabada del ser que siempre se cuestiona y se reinventa, sino también a la permanente lucha contra los elementos no virtuosos de la condición humana, que a veces antepone intereses, mezquindades y egoísmos a otras actitudes más valiosas como la solidaridad y el entendimiento.
El Cabildo municipal, como cuerpo soberano que dota de normas y certezas al ciudadano, debe seguir luchando todos los días para ser un orden de gobierno igualmente respetado que los poderes estatal y federal, y defender con la ley en la mano las acciones de los otros poderes.
La tradición del cabildo meridano, desde las cortes de Cádiz, ha sido estar a la vanguardia en las posiciones políticas del estado y la nación. Así seguiremos, implementando estrategias de coordinación, no de subordinación, con las demás autoridades.
Amigos y amigas,
Un cambio de gobierno no significa refundar al ayuntamiento y al municipio. Se trata de mejorar lo que se hizo bien, de tal suerte que nosotros gobernaremos con el legado heredado por gobiernos municipales que nos anteceden y que con su mejor esfuerzo, eficiencia y responsabilidad hicieron posible que Mérida, hoy día, sea percibida como uno de los mejores municipios para vivir en México, especialmente me refiero a los que trabajaron con un claro sello humanista como los de Ana Rosa Payán, Luis Correa Mena, Patricio Patrón Laviada, Xavier Abreu Sierra, Manuel Fuentes Alcocer, César Bojórquez y el más reciente, el de Renán Barrera Concha, quien con decisiones oportunas y valientes sentó las bases para la recuperación de la calidad en las obras y los servicios públicos municipales.
Ciertamente Mérida está mejor, pero la lucha es interminable. Todos los años, los meses y los días, tenemos que superar obstáculos para disminuir la pobreza y los rezagos sociales, y orientar el desarrollo de la ciudad.
Este inicio de mandato es una apuesta por la esperanza. Estamos iniciando una administración con un equipo de trabajo renovado, capaz de incluir a la juventud y a la experiencia.
Luchamos por tener gobiernos útiles, eficaces y virtuosos. Formamos parte de una nueva generación que no debe perder la brújula, porque nuestros hijos nos lo reclamarán. Por eso, el estilo de gobernar que guiará nuestra acción tendrácomo ingredientes infaltables la participación social, la austeridad, la eficiencia, la simplificación de trámites, la innovación, el respeto a la ley, la rendición de cuentas, la transparencia, la cero tolerancia a la corrupción y por supuesto, la necesaria cercanía con el ciudadano.
Abonando a esta visión, iniciamos con una reorganización de la administración municipal con un enfoque de vanguardia, innovación y modernidad que responde a los nuevos retos de una ciudad en crecimiento para fortalecer la identidad y el posicionamiento regional, nacional e internacional de Mérida como un municipio sustentable, incluyente, con accesibilidad universal, movilidad urbana y con servicios públicos de calidad.
Nuestro objetivo es contar con un nuevo modelo administrativo que permita hacer frente con éxito al entorno económico nacional adverso que ya impacta las finanzas de los municipios. Como lo son la baja en los precios internacionales del petróleo, los recientes ajustes también a la baja en las expectativas de crecimiento del PIB, la depreciación del peso frente al dólar y las fuertes reducciones en el gasto público federal.
Pero esta reorganización administrativa está orientada a incrementar la eficacia, la eficiencia y el impacto de los programas del Ayuntamiento en la comunidad privilegiando en las distintas áreas un enfoque temático y no solo administrativo e incrementar la disciplina financiera para hacer más con menos.
Como ya lo hemos anunciado, estamos incorporando áreas innovadoras propias de una ciudad en crecimiento y de vanguardia, tales como el desarrollo humano sustentable, la Innovación tecnológica, la Movilidad Urbana, la Sustentabilidad y la Accesibilidad Universal, entre otros.
Esta Reorganización administrativa traerá como beneficio directo un Ahorro presupuestal de 27 millones de pesos anuales, es decir, más de 80 millones de pesos en los próximos 3 años, lo cual representa casi un 25 % de disminución en lo que se erogaba por remuneraciones y prestaciones en la categoría de trabajadores de confianza. Para lograr esto hemos reducido el número de Direcciones, hemos fusionado áreas y en todos los casos significa una reducción de todas las áreas del Ayuntamiento hasta en un 20% tanto en Direcciones como en Jefaturas de Departamento.
El ahorro mencionado equivale al costo de pavimentar o repavimentar más de 10 kilómetros de calles al año. Equivale a 10,800 becas que se otorgan anualmente a jóvenes de Mérida para continuar sus estudios. Equivale a 1.5 veces el presupuesto anual que se destina a la actual Dirección de Catastro Municipal, uno de los más modernos de México.
La reorganización administrativa se aplicará exclusivamente a los mandos medios y superiores considerados de confianza y está diseñada tanto para no afectar a ninguno de los colaboradores sindicalizados del Ayuntamiento y por supuesto, como para no afectar la operatividad ni la eficacia de los servicios que brindamos pues la instrucción dada es hacer más con menos.
Aprovecho para saludar a todas y a todos los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento de Mérida quienes prestan servicios de calidad a los meridanos. De esta autoridad municipal recibirán, tanto los trabajadores municipales como sus sindicatos, el máximo respeto a sus derechos y la colaboración permanente para mejorar sus condiciones laborales.
Meridanas y meridanos,
Reitero la visión que traemos para el proyecto de “Mérida, Ciudad Blanca”:
Impulsaremos, una marca-ciudad que represente vanguardia e innovación. Por eso estamos adoptando como sello de nuestra gestión la referencia histórica y cultural de “Mérida, Ciudad Blanca”, porque en ella se sintetiza a plenitud nuestra cultura ancestral que nos ha dado identidad y reconocimiento en cualquier parte del planeta.
Una ciudad que rescate sus valores ancestrales pero con una visión de permanente innovación que nos permita alcanzar un mejor futuro.
Contamos para este reto con la riqueza cultural y cívica de los meridanos: El amor y compromiso que tenemos con los valores democráticos, con la libertad, con los derechos humanos, con la naturaleza, con el imperio de la ley y con la transparencia.
Estos son los bienes intangibles de nuestra sociedad que constituyen la principal fortaleza y oportunidad para lograr una cada vez mejor calidad de vida para nosotros y para las siguientes generaciones. Esto es lo que representa la riqueza y el orgullo de vivir en Mérida.
Pero debo aclarar que la marca “Mérida, Ciudad Blanca”, ya no sólo será aquella que sea reconocida por su limpieza o por la blancura de sus edificios, sino además por el ejercicio de una renovada cultura política y de valores cívicos y familiares, así como también por la capacidad de ser una urbe que se caracterice por su innovación constante.
El respeto, la honradez, la solidaridad y la transparencia marcarán pautas de conducta en los ciudadanos. En este momento hago el compromiso de que nosotros como funcionarios públicos, seremos los primeros en dar el ejemplo de asumir esos valores. Pues estoy convencido de que es la única vía para generar la confianza necesaria de ustedes hacia su autoridad.
“Mérida, Ciudad Blanca” se caracterizará por ser una urbe con innovación tecnológica que potencie la calidad de los servicios públicos para hacerlos más accesible, más eficientes y más baratos, lo cual contempla, entre muchas otras cosas, la eliminación gradual y eficaz de la tramitología, ya que el gobierno no debe quitar a los ciudadanos su valioso tiempo.
Buscaremos el apoyo de las universidades y de sus talentos para que participen con su Ayuntamiento en la búsqueda de la mejor tecnología disponible y de las nuevas tendencias urbanísticas para que los hallazgos sean puestos al servicio de los meridanos.
En suma, queremos una ciudad que impulse una sociedad del conocimiento pero sin reñir con nuestra cultura y nuestros valores.
“Mérida, Ciudad Blanca” que sea ejemplo nacional e internacional deaccesibilidad universal, equitativa y solidaria.
Una Ciudad en la que los valores del humanismo, la solidaridad y la subsidiaridad nos guíen en el servicio a los que más lo necesitan.
Una Ciudad en la que quienes tienen capacidades diferentes o sufren algún tipo de marginación sean plenamente incluidos y no tengan ningún tipo de barreras ni obstáculos en su desarrollo humano.
Queremos una ciudad de vanguardia por su enfoque a la dignidad de la persona humana, de las que habitan en ella y de las que nos visitan. Una ciudad más próspera que fomente el autoempleo dando facilidades a las nuevas generaciones con capacitación e instalaciones para quienes deseen iniciar un negocio propio y que también impulse un círculo virtuoso con los empresarios.
La marca “Mérida, Cuidad Blanca” nos distinguirá por estar en la vanguardia por sus políticas de movilidad urbana, con absoluto orden en su crecimiento.
“Mérida, Ciudad Blanca”, será una urbe de vanguardia por su compromiso diario con la cultura de la sustentabilidad. Queremos una ciudad de primera con un desarrollo urbano bien planeado y bien pensado que responda a los retos actuales y que las generaciones por venir sigan disfrutando de la calidad de vida que queremos preservar.
Nuestra Mérida Blanca seguirá siendo, por su mayor seguridad, el mejor lugar de México para nacer, vivir, trabajar, invertir, disfrutar y proteger a nuestras familias.
Mérida, Ciudad Blanca, que ya goza de un posicionamiento favorable como tal en México y el mundo, se hará más distinguible por una renovada cultura de servicios al turista. Nos verán aquí y allá por nuestras tradiciones y valores, pero también por la calidad en los servicios que prestemos a los visitantes.
“Mérida, Ciudad Blanca” impulsará la participación ciudadana real y efectiva, de modo que el gobierno no sólo no estorbe la iniciativa del ciudadano, sino que la potencie para generar sinergias que ayuden a alcanzar las grandes metas trazadas. Vamos a abrir espacios para la opinión de los ciudadanos y además los involucraremos en las decisiones y en las acciones que ayuden a consolidar nuestra marca de ciudad.
Así es como construiremos una nueva relación sociedad-autoridad.
Limpiar nuestra calle, proteger a los más indefensos, mantener sano nuestro medio ambiente, defender nuestra cultura, ser solidario con nuestros vecinos y con quienes tienen capacidades especiales, no son tareas de panistas, o de priistas, o de cualquier otro partido. Es tarea de hombres y de mujeres conscientes de su entorno. De hombres y mujeres que desean ser felices y por tanto compartir esa felicidad y ampliarla.
En resumen, esta nueva administración no quiere una Ciudad Blanca sólo para tres años, sino que se convierta en el sello permanente de una forma de vida con la participación convencida de todos quienes amamos a esta hermosa ciudad de nuestra querida tierra yucateca.
Amigos y amigas de Mérida:
Aquí nacimos y aquí decidimos vivir. Aquí tenemos nuestro hogar e invertimos nuestra energía, nuestro talento y nuestros recursos. Esta es nuestra capital. La ciudad y el municipio tiene lo mejor en cada uno de nosotros.
Mérida, nuestra Ciudad Blanca, es un estilo de vida, es un estado de ánimo, es una forma de vivir; en suma, es nuestra forma y razón de ser, algo que nos distingue del país y del mundo.
Mérida es inspiración pero también aspiración de dar el todo por ella, de honrar su historia, de entender su presente y de defenderla para garantizar un futuro más promisorio.
Estoy seguro que la inmensa mayoría de los meridanos comparten conmigo esta visión de ciudad, y que con el mismo cariño que le tienen a ella harán posible que nuestras propuestas ayuden a construir la Mérida que queremos: la gran ciudad que nos merecemos y que dejaremos a nuestros hijos y a las siguientes generaciones.
A partir de hoy juntos vamos a trabajar en este gran salto de seguir adelante, de hacer de Mérida, Ciudad Blanca, el gran proyecto que rescate y refuerce nuestros valores y nuestras tradiciones, pero que nos distinga por ser innovadores en la accesibilidad universal, en la movilidad urbana y en la sustentabilidad.
Vamos a seguir adelante, cuidando esa identidad que nos distingue en México y en el extranjero como la mejor ciudad para vivir y para invertir.
Agradezco a mi madre, a mis hermanos, y en especial a especial a mis hijos y a mi esposa María Eugenia, por todo el apoyo que he recibido de ellos para esta gran cruzada por Mérida. Ustedes, mi familia, son mi gran fortaleza para servir a nuestra ciudad.
A los regidores, a los funcionarios, a todos los trabajadores del Ayuntamiento les agradezco por acompañarme en esta hermosa tarea.
A mis más cercanos colaboradores les pido que se entreguen sin reservas a servir a Mérida con todo su ánimo, con toda su capacidad y con toda su entrega.
A todos los actores políticos les solicito su justo y claro apoyo, por Mérida y para Mérida.
A ustedes los ciudadanos les pido que participen con nosotros para hacer realidad este gran proyecto que nos hará todavía más distinguibles dentro y fuera de México.
Por Mérida, por nuestra ciudad blanca, seguimos adelante!
¡Muchas GRACIAS!