Noticias de Yucatán
(ejército, narcos)
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(ejército, narcos)
Cerco del Ejército para impedir la entrada de drogas a Yucatán
Publicada: 18 febrero 2012
Publicada: 18 febrero 2012
Ayudado por "Monarca", un soldado revisa un autobús de pasaje 
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La presencia permanente del Ejército en un retén instalado en la caseta fitosanitaria de Halachó inhibe el tráfico de drogas y armas por carretera a Yucatán, afirma el comandante del XXXII Batallón de Infantería, coronel Marco Antonio Alvarado Ortiz.
Las fuerzas castrenses, apoyadas con perros adiestrados y moderno equipo, revisan de manera aleatoria, o cuando detectan algún vehículo sospechoso, desde el Puesto de Control Militar de Halachó.
El último golpe al narcotráfico fue en noviembre de 2010 cuando decomisaron 380 kilos de mariguana en ese retén.
A pesar de esto, el narcomenudeo aumenta en Yucatán, como advirtió a periodistas a principios de mes el comandante de la X Región Militar, general Virgilio Daniel Méndez Bazán.
Las fuerzas castrenses, apoyadas con perros adiestrados y moderno equipo, revisan de manera aleatoria, o cuando detectan algún vehículo sospechoso, desde el Puesto de Control Militar de Halachó.
El último golpe al narcotráfico fue en noviembre de 2010 cuando decomisaron 380 kilos de mariguana en ese retén.
A pesar de esto, el narcomenudeo aumenta en Yucatán, como advirtió a periodistas a principios de mes el comandante de la X Región Militar, general Virgilio Daniel Méndez Bazán.
El Ejército: poco narcotráfico carretero
La revisión militar inhibe el trasiego de estupefacientes
Publicada: 18 febrero 2012
La revisión militar inhibe el trasiego de estupefacientes
Publicada: 18 febrero 2012
Militares en alerta permanente (1)
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Comandantes que dirigen el puesto de revisión militar de la caseta fitosanitaria de Halachó reportaron ayer baja incidencia en el trasiego de drogas y armas por vía terrestre en Yucatán.
El último golpe al narcotráfico fue en noviembre de 2010 cuando decomisaron 380 kilos de mariguana en ese puesto de revisión que funciona en la frontera territorial de Campeche y Yucatán y el aseguramiento de tres pistolas calibre .45 en 2008. "Ya saben (los delincuentes) que en Yucatán hay mucha vigilancia terrestre y no se arriesgan al trasiego de drogas por carretera", señaló el comandante del XXXII Batallón de Infantería, coronel Marco Antonio Alvarado Ortiz.
Como parte de la difusión a las actividades militares con motivo del Día del Ejército, que se celebra este domingo, y el acercamiento con la sociedad a través de los medios de comunicación, el XXXII Batallón de Infantería organizó una visita al Puesto de Control Militar de Halachó donde los periodistas observaron las labores para la detección de drogas, armas de fuego y sustancias químicas con modernos aparatos y con el auxilio de varios perros adiestrados para realizar estas tareas.
Pero los militares de este escuadrón dieron una lección de vida porque sus instalaciones fueron construidas por ellos mismos y con materiales del monte como hacían los antiguos mayas. Sus casas son de palos y huano, sus casetas de piedras y techos de láminas de cartón. Incluso, cocinan sus alimentos en un fogón alimentado con leña.
El último golpe al narcotráfico fue en noviembre de 2010 cuando decomisaron 380 kilos de mariguana en ese puesto de revisión que funciona en la frontera territorial de Campeche y Yucatán y el aseguramiento de tres pistolas calibre .45 en 2008. "Ya saben (los delincuentes) que en Yucatán hay mucha vigilancia terrestre y no se arriesgan al trasiego de drogas por carretera", señaló el comandante del XXXII Batallón de Infantería, coronel Marco Antonio Alvarado Ortiz.
Como parte de la difusión a las actividades militares con motivo del Día del Ejército, que se celebra este domingo, y el acercamiento con la sociedad a través de los medios de comunicación, el XXXII Batallón de Infantería organizó una visita al Puesto de Control Militar de Halachó donde los periodistas observaron las labores para la detección de drogas, armas de fuego y sustancias químicas con modernos aparatos y con el auxilio de varios perros adiestrados para realizar estas tareas.
Pero los militares de este escuadrón dieron una lección de vida porque sus instalaciones fueron construidas por ellos mismos y con materiales del monte como hacían los antiguos mayas. Sus casas son de palos y huano, sus casetas de piedras y techos de láminas de cartón. Incluso, cocinan sus alimentos en un fogón alimentado con leña.
