Operaciones realizadas a lo largo de mes diciembre dieron como resultado el decomiso de 812 kilos de explosivos que se expendían de manera ilegal.
De manera conjunta la Policía de Mérida, Protección Civil Municipal y el Ejército lograron sacar del mercado cerca de una tonelada, ya que ésta última dependencia retuvo también por su lado, parte de la pirotecnia decomisada tanto en el centro y en la periferia de la ciudad.
Estas medidas se iniciaron desde el 1 de diciembre de 2015, pero se intensificaron durante los días previos a la Navidad y concluyeron el 31 de diciembre, que fueron los días en que se autorizaron 401 permisos para la venta de pirotecnia.
Los motivos de los decomisos fueron porque los vendedores no contaban con permiso correspondiente, no cumplían con las medidas de seguridad exigidas por Protección Civil, asi como tampoco contaban con extinguidores, cubos con agua, además que almacenaban una cantidad superior a los 10 kilos y expendía productos no autorizados.
Algunos de los decomisos realizados fueron en vehículos en cuyo interior tenían una cantidad considerable de pirotecnia y representaban un grave riesgo tanto para quienes la resguardaban como para las personas que se encontraban cerca.
Asimismo, al saber que no contaban con los permisos correspondientes, algunos vendedores huían y dejaban sus puestos abandonados, sobre todo al ver la cercanía de alguna de los operaciones de supervisión, pues sabía que las autoridades les incautarían el material explosivo.
También fueron confiscados productos que eran muy peligrosos por el tamaño y la cantidad de pólvora que contenían, pues hasta bazucas y palomas de gran tamaño eran parte del arsenal que se vendía ilegalmente.
Vale la pena destacar la participación de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Mérida, en específico de la oficial K-9, una perrita labrador de nombre “Ursa”, especializada en detección de explosivos, quien entre los varios golpes que asestó logró llevar a la Policía la incautación de 79 kilos de fuegos artificiales que se transportaban en un automóvil en el interior de un estacionamiento de la calle 71 entre 58 y 60, lo cual representaba un peligro.
De esta manera la Policía Municipal de Mérida en coordinación con otras instancias colabora para vigilar la tranquilidad de los meridanos y garantizar la seguridad de las personas que venden y compran pirotecnia.