En un carta fechada y enviada el pasado jueves 2 de febrero, Peralta Quintero dijo que la separación voluntaria deriva de “los conflictos y diferencias de visión que se han generado entre los diferentes grupos de equipos”, es decir, de quienes apoyan la libre contratación de peloteros mexicanos nacidos en el extranjero y quienes están a favor de restringirlo.
La misiva, que tiene un sello de recibido de la LMB, fue difundida por el tuitero José Carlos Campos en su cuenta @elrinconbeisbol y retomada por el comentarista deportivo, Antonio de Valdés, quien igualmente la publicó en su cuenta de Twitter.
“Solicito se deje de considerar al equipo Club de Base Ball Tigres, S.A de C.V. para el rol de juegos de esta liga de forma definitiva”, se lee en el documento.
Durante el fin de semana, en un grupo de fanáticos de los Tigres que forman parte de su conjunto de animación se dio a conocer la salida de los Tigres de la LMB, además de que algunos presidentes de los equipos filtraron información a distintos medios sobre la salida de Tigres.
Mañana martes 7 de febrero, el presidente de la National Association of Baseball Players Leagues –o Minor League Baseball-, Pat O’Conner, se pronunciará sobre cuántos peloteros mexicanos no nacidos en territorio nacional podrán ser contratados por los equipos de beisbol durante la campaña 2017.
Este tema es el centro del conflicto que mantiene dividida a la LMB en dos bandos: el grupo de ocho está integrado por Diablos Rojos del México, Tigres de Quintana Roo, Guerreros de Oaxaca, Piratas de Campeche, Olmecas de Tabasco, Sultanes de Monterrey y Saraperos de Saltillo. En tanto que en el de siete están Leones de Yucatán, Pericos de Puebla, Vaqueros de la Laguna, Acereros de Monclova, Toros de Tijuana, Rojos del Águila de Veracruz y Rieleros de Aguascalientes.
Los Tigres es un equipo que nació en 1955 y que fue fundado por Alejo Peralta, padre de Carlos Peralta. Después de abandonar la Ciudad de México al término de la campaña 2001 jugaron en Puebla durante cinco años.
En 2007, el entonces gobernador de Quintana Roo, el priista Félix González Canto, ofreció dotar de recursos económicos al equipo a cambio de que se mudaran a Cancún.
Proceso publicó en su edición que está en circulación esta semana, que el club Tigres recibió durante 10 años 239. 7 millones de pesos durante el gobierno de González Canto y el sexenio de Roberto Borge, también del PRI. Una cantidad igual fue ministrada al equipo a través de los fideicomisos de promoción turística.
El actual gobierno del panista Carlos Joaquín determinó controlar los subsidios a los equipos profesionales que tiene como sede el estado. El presidente de la Comisión para la Juventud y Deporte (Cojudeq), Antonio Lozano, dijo a Proceso que para la temporada 2017 los Tigres sólo recibirían 20 millones de pesos sujetos a comprobación.