Desde la década de 1920, el abuso en la extracción de aguas subterráneas de miles de pozos ubicados en el Valle de San Joaquín, California, en Estados Unidos, ha provocado que la tierra se hunda 8.5 metros en algunas zonas del valle.
Imágenes satelitales captadas por la NASA, demuestran que actualmente la zona continúa colapsándose desde sus entrañas.
De acuerdo con un informe del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL, por sus siglas en inglés), se trata de un fenómeno conocido como subsidiencia.
Las tasas de subsidencia del Valle de San Joaquín documentados desde 2014 por la NASA son preocupantes e insostenible", dijo William Croyle, director del Departamento de Recursos Hidráulicos de California (DWR).
El hundimiento (subsidencia) ha azotado a ciertas regiones de California. Sin embargo, el nivel actual pone en peligro la infraestructura que sirve a millones de personas. El bombeo de agua subterránea ahora pone en riesgo el sistema que trae el agua al Valle de San Joaquín", agregó.
Pese a que el hundimiento se desaceleró durante el invierno de 2015-2016, cuando las necesidades de agua para el cultivo se compensaron con las lluvias, los daños que hay hasta ahora son irreversibles, lo que supone una amenaza para el suministro de agua en el futuro.
Si bien podemos ver el efecto que tiene la lluvia de subsidencia, sabemos que nos hemos quedado un déficit de agua subterránea desde hace algún tiempo, así que tardará mucho tiempo para volverse a llenar los depósitos", dijo Tom Farr, uno de los coautores del informe del JPL.
Imágenes satelitales captadas por la NASA, demuestran que actualmente la zona continúa colapsándose desde sus entrañas.
De acuerdo con un informe del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL, por sus siglas en inglés), se trata de un fenómeno conocido como subsidiencia.
Las tasas de subsidencia del Valle de San Joaquín documentados desde 2014 por la NASA son preocupantes e insostenible", dijo William Croyle, director del Departamento de Recursos Hidráulicos de California (DWR).
El hundimiento (subsidencia) ha azotado a ciertas regiones de California. Sin embargo, el nivel actual pone en peligro la infraestructura que sirve a millones de personas. El bombeo de agua subterránea ahora pone en riesgo el sistema que trae el agua al Valle de San Joaquín", agregó.
Pese a que el hundimiento se desaceleró durante el invierno de 2015-2016, cuando las necesidades de agua para el cultivo se compensaron con las lluvias, los daños que hay hasta ahora son irreversibles, lo que supone una amenaza para el suministro de agua en el futuro.
Si bien podemos ver el efecto que tiene la lluvia de subsidencia, sabemos que nos hemos quedado un déficit de agua subterránea desde hace algún tiempo, así que tardará mucho tiempo para volverse a llenar los depósitos", dijo Tom Farr, uno de los coautores del informe del JPL.