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Algunas personas, entre trabajadores del centro asistencial y pacientes, relataron cómo ocurrió el ataque, en el que pandilleros liberaron al reo Anderson Daniel Cabrera Cifuentes, quien permanecía recluido en el centro de detención Fraijanes II pero llegó a ese hospital para recibir atención médica.
Algunas personas, entre trabajadores del centro asistencial y pacientes, relataron cómo ocurrió el ataque, en el que pandilleros liberaron al reo Anderson Daniel Cabrera Cifuentes, quien permanecía recluido en el centro de detención Fraijanes II pero llegó a ese hospital para recibir atención médica.
“Yo estaba sentada cuando escuché la balacera. No se
detenía. Llamé a mis compañeros y cuando vimos por la ventana, la gente corría
de un lado para otro. Me dolió cuando vi a una paciente con muletas, quien se
cayó en el parqueo porque no sabía para donde correr, era una anciana”, dijo
Floridalma Gómez, enfermera.
“Nosotros los ayudamos –a los reos– . No los dejamos
morir. ¿Cómo nos vienen a hacer esto a nosotros?”, lamentó Gómez.
Todo el mundo corría. Fueron como cinco minutos de
disparos y no paraban. Yo estaba en el cuarto nivel, pero escuchábamos los
disparos porque esa área daba al lugar del ataque”, añadió.
“Llamé a mis compañeros para que me ayudara porque estaba
yo solita ahí, en una sala de operaciones. Luego nos escondimos en una bodega
para escondernos”, relató la enfermera, entre lágrimas y muy afectada.
Pandilleros entran en vehículo
Otro trabajador del hospital, quien omitió su identidad
por razones de seguridad, dijo que observó de cerca cuando los pandilleros
entraron al parqueo del hospital.
“Era un día normal, cuando en la entrada, por el portón
azul, se escucharon los disparos. Se vio hasta el humo que salía de las armas.
Fue entonces que nos dimos cuenta que no eran cohetes, sino disparos”, dijo el
empleado.
“Entró una camioneta, en la que los ocupantes iban
disparando a quien encontraban a su paso, hasta llegar a una garita”, añadió.
“La gente buscaba refugio por donde podía. Yo me escondí
y ya no pude ver más. Tengo 11 años de trabajar en el Hospital Roosevelt y
nunca había pasado algo así”, señaló.
Una mujer, quien esperaba a ser atendida en la emergencia
del hospital, dijo que se encontraba junto a sus padres, con quienes se tiraron
al suelo cuando vieron lo que ocurría. Sin embargo, una mujer que estaba a la
par de ellos no pudo resguardarse y fue una de las personas que resultaron
heridas.
Según información preliminar, el reo Cabrera Cifuentes
era escoltado por tres guardias del Sistema Penitenciario, de los cuales murieron dos en
el ataque armado.
“La gente corría para refugiarse”
“Todos estábamos normal. Era un día normal, común y
corriente, cuando de repente vimos a la entrada, en el portón azul, porque se
escucharon los primeros disparos”, narró un custodio de la entrada a la sala de
urgencias.
“Cuando nos percatamos de que no eran cohetes, que eran
disparos, y se veía hasta el humo de las ojivas, entró una camioneta. Era
un caos, una confusión. No me acuerdo del color, empezaron a disparar frente a
la garita y frente a la farmacia. Venían disparando a diestra y siniestra, al
que se les pusiera enfrente. La gente corría buscando refugiarse, me tuve que
refugiar”, relató, aún alterado.
“Echamos llave a todas”
“Como a las ocho, oímos un ruido extraño y pensamos
que se estaban cayendo las cajas. Cuando nos dimos cuenta eran
balazos”, refirió Karla Casados, estudiante del quinto año de Medicina.
Comentó que se encontraba en el área de emergencia de
Ginecología y cuando les avisaron sobre los disparos y personas
heridas evacuaron a las pacientes.
“A todas las pacientes las encerramos en un cuartito y
echamos llave. Colocamos cosas en la puerta y nos alejamos de las ventanas.
Afuera se oía que somataban cosas. Eran los policías que buscaban a los reos o
delincuentes”, indicó.
Al señor del par lo balearon
“Salían balazos por todos lados. Allí donde están esas
ventanas entraban todas las balas, pero era tan fuerte, se oían, así como ¡pum!
¡pum! Yo, a mi mamá no la quería dejar en la camilla, pero mejor me tiré al
suelo. Mi papá se tiró al suelo, mi hermana se tiró al suelo, y a un señor que
estaba junto a su hijo, a la par mía, los balearon a ellos, y mi mamá estaba a
la par. A ella no le pasó nada”, relató en medio del llanto Celeste
Rodas.
“Mi mamá está grave ahorita porque se intoxicó, y no
la quieren operar porque dicen que le van a dar prioridad a los heridos. Si no
la atienden, se muere”, lamentó.
Con información de Prensa Libre