Asunción.- Paraguay contrató dos aviones hidrantes de empresas privadas brasileñas para sumarse a uno de Chile y otro de Argentina a fin de combatir focos de incendios forestales reavivados por fuertes vientos en las fronteras con Bolivia y Brasil, dijo el martes el presidente Mario Abdo Benítez.
El lunes pasado, el mandatario hizo un recorrido por los alrededores del cerro Chovoreca, a 850 kilómetros al norte de Asunción, "en donde la situación estaba en calma", dijo en alusión al control de la situación.
Chovoreca está en la frontera con Bolivia y abarca la zona de influencia del denominado pantanal de Mato Grosso, compartido con Brasil.
Recientemente, incendios en el Cono Sur concretamente en la Amazonía brasileña y en Bolivia han atraído la atención de todo el mundo debido a las afectaciones provocadas en el medio ambiente.
La Amazonía se considera importante para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera. Entre el 1 de enero y el 5 de septiembre, datos oficiales indican que hubo 95.500 incendios en Brasil, 59% más que durante el mismo periodo de 2018.
En Paraguay, unas 37.000 hectáreas de bosques han sido consumidas por las llamas. La zona no está poblada, pero Joaquin Roa, ministro de la agencia estatal Emergencia Nacional, comentó que de no extinguirse totalmente las llamas, aproximadamente 100.000 hectáreas quedarían dañadas.
Abdo Benítez, en fugaz encuentro con periodistas a la salida de un hospital público de Asunción, dijo que "debido al fuerte viento, varios focos se reavivaron". Agregó que desde el miércoles irán a la zona dos aviones hidrantes con capacidad de 2.000 litros cada uno, con un costo operativo de unos 1.600 dólares por hora.
El funcionario Christian Fox, del estatal Instituto Forestal Nacional, expresó que además del incendio en los alrededores del cerro Chovoreca, en otros puntos del país se detectaron más de 7.000 pequeños incendios producidos por la quema de pastizales en grandes fincas agrícolas como método de limpieza del campo antes de iniciar la siembra de soja, trigo y girasol, entre otros.
Lamentablemente, en Paraguay existe aún la costumbre de quemar basuras con el riesgo de que el fuego se extienda, como ocurre actualmente.
