El gobierno de Venezuela aprobó un nuevo aumento del salario
mínimo en el país, que se situará a partir de ahora en 300.000 bolívares
soberanos, unos US$18, de acuerdo con la tasa de cambio en el mercado paralelo,
la más utilizada.
El anuncio lo hizo en su cuenta de la red social Twitter el
diputado de la Asamblea Nacional Constituyente y exministro de Trabajo
Francisco Torrealba.
Torrealba explicó que los 300.000 bolívares se dividen en los 150.000 del sueldo, más otros 150.000 de la llamada “cesta ticket socialista”, un bono para comprar comida que se entrega a los trabajadores.
El líder opositor Juan Guaidó calificó la medida de
“insuficiente” y dijo que “con el salario mínimo a nadie le alcanza en
Venezuela”.
Y no faltaron quienes se burlaron en las redes sociales.
Venezuela sufre hace años de hiperinflación, una subida
pronunciada de los precios, que ha golpeado el poder adquisitivo de los
venezolanos.
El costo de las proteínas
BBC Mundo visitó este martes un supermercado de Caracas para
comprobar qué es lo que puede adquirirse por el precio del nuevo salario
mínimo.
Un litro de leche, por mencionar un artículo muy consumido
en los hogares, costaba en este establecimiento, ubicado en una zona de clase
media de la ciudad, 38.000 bolívares.
Un kilo de arroz se situaba en los 21.000 bolívares, mientras
que el de sal se quedaba en torno a los 18.000.
Comprar proteínas se convierte en palabras mayores.
El coste del contenido de este carro de la compra ya supera
el valor del nueva salario mínimo en Venezuela.
El kilo de picadillo de pollo roza los 50.000 bolívares,
mientras que la docena de huevos cuesta 35.000. O sea que con diez paquetes de
12 huevos ya se habría evaporado el salario mensual.
Si uno quiere darse lujos como comprar queso, la cosa se
complica aún más.
El único que tenían a la venta en este negocio estaba en
290.000 bolívares el kilo. Es decir, un kilo de ese queso habría consumido casi
la totalidad del sueldo de un trabajador que percibiera un salario mínimo.
En este supermercado solo había a la venta un tipo de queso.
Un kilo costaba casi tanto como un salario mínimo.
Aunque es cierto que muchos empleados venezolanos
reciben cantidades superiores u otras contraprestaciones por sus servicios, el
salario mínimo sigue siendo lo que en muchos casos cobran funcionarios y
empleados públicos.
Venezuela vive desde hace años una grave crisis que se
refleja en la severa contracción de su economía. Según el Banco Central de
Venezuela (BCV), el país ha perdido más de la mitad de su Producto Interno
Bruto desde que Nicolás Maduro llegó al poder (2013).
Muchos expertos, así como la oposición y sus aliados
internacionales, encabezados por Estados Unidos, culpan de ello a la mala
gestión económica del gobierno.
Este, aunque admite errores, dice que Venezuela sufre una
“guerra económica” liderada por Estados Unidos como represalia por su apuesta
por el socialismo, y califica de “bloqueo” las sanciones impuestas por el
gobierno de Donald Trump.
“Repetitivo e inútil”
Una de las consecuencias de los desequilibrios de la
economía es la hiperinflación, que en 2018 escaló hasta el 130.060%, de acuerdo
otra vez con los datos del BCV.
Para hacer frente a la imparable subida de los precios, se
ha convertido en algo habitual que el gobierno aumente el salario mínimo, pese a
que muchos especialistas advierten de que así solo se consigue engordar la
espiral inflacionaria.
Venezuela ha perdido más del 50% de su PIB desde que Maduro
llegó al poder (2013).
Para Luis Vicente León, presidente de la consultora
Datanálisis, si no se acompaña de otras medidas y de cambios fundamentales en
la economía, la subida se convierte en un “ejercicio repetitivo e inútil”.
En el contexto actual de hiperinflación, y dado que el
efectivo en moneda local, el bolívar, es cada vez más escaso, las transacciones
en dólares estadounidenses se están haciendo cada vez más frecuentes en
Venezuela, pese a que el gobierno no ha regulado su uso.
Acceder a la preciada divisa se ha convertido en una
dificultad añadida para los venezolanos más desfavorecidos.
Según los datos de Naciones Unidas, más de 4 millones de
venezolanos han salido del país, en lo que considera “el mayor éxodo de la
historia reciente de América Latina y el Caribe”, lo que da idea de la magnitud
de la crisis en el país sudamericano.
Fuente: BBC.