SONORA.- El 2 de
octubre del 2018, Fernanda Sañudo Lira fue reportada como
desaparecida en Ciudad Obregón, Sonora, luego de que le dijera a su mamá
que iría a casa de su amiga Hilda, quien vive a un par de calles de su
domicilio. Tras dos años de intensa búsqueda, Nora Lira, madre de la joven
finalmente pudo localizar sus restos.
Al ver que su hija,
en ese entonces de 17 años de edad, no regresaba a casa a la media noche y
tampoco respondía las llamadas de su celular, Nora decidió salir a buscarla y
se dirigió al domicilio de su amiga, donde horas antes había asistido. Al
llegar la madre de Hilda le dijo que no se encontraba y que regresaría al día
siguiente.
Nora, angustiada
esperó un día más y regresó a casa de la amiga y finalmente pudo hablar con
ella; al cuestionarla sobre dónde se encontraba fernanda, la joven le dijo que
ella había salido de su casa un día antes a las 8:30 de la noche para irse
a otro lugar “con alguien”, abordó un vehículo y de ahí no regresó más.
Madre recibe
llamada que pone fin a su búsqueda
El pasado 2 de
octubre, exactamente a dos años de su desaparición, Nora Lira, la líder
del colectivo de rastreadoras de Ciudad Obregón, recibió una llamada
donde le dijeron que si quería encontrar a su hija fuera a Bataconcica,
Sonora.
Al llegar a este
lugar, insertaron una varilla y posteriormente con una pala comenzaron a
escarbar y encontraron una fosa clandestina; en ese momento, Nora supo que
los restos óseos que había encontrado pertenecían a los de su hija Fernanda,
pues además en el lugar encontró algunas de sus pertenencias.
Finalmente,
el Laboratorio de Inteligencia Científica Forense (CIF) de la
Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) emitió los resultados de las
pruebas de comparativas genéticas realizadas, los cuales al ser comparados con
los de los padres de Fernanda, se determinó que existe un 99.99% de
probabilidad de que sean sus restos.
“No quiero ponerla
más en tierra, ella duró años en ella, mi hija no era mala, no se metía con
nadie y venir a terminar aquí”, externó la madre llorando mientras sacaba los
restos enterrados.