Durante su comparecencia ante la comisión legislativa de
Justicia, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo,
Lucio Hernández Gutiérrez aseguró que el caso de Victoria, la mujer
salvadoreña asesinada por policías de Tulum, se trató de un caso aislado,
por lo que no debe juzgarse a la corporación.
"El día de los lamentables hechos, el C2 de Tulum
recibió una llamada alertando de una mujer que se encontraba alcoholizada y
presuntamente bajo los influjos de drogas, causando molestias a la ciudadanía.
Cuatro elementos de la Policía Municipal llegaron al lugar de los hechos para
realizar la detención, tres hombres y una mujer", explicó el titular de la
SSP.
Señaló que atendiendo a los protocolos establecidos, los
tres agentes masculinos no intervinieron en el arresto, mientras la agente
procedió a tratar de calmar a Victoria, quien se encontraba "en un estado
inconveniente".
"Fue una mala aplicación de las técnicas del arresto,
lo que llevó al desenlace que todos conocemos" dijo.
Y recalcó que se trató de una situación inusual, resaltando
que hasta el momento La Policía Municipal de Tulum es la que mayores avances en
cuanto a capacitación de sus elementos registra, con un 76.6% de aplicación.
Sin embargo, no hizo mención de la declaración del titular
de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, Marco Antonio Toh Euan,
respecto a que la Policía de ese municipio es la que más denuncias tiene por
violación a los derechos humanos, alcanzado las 28 quejas en los últimos
seis meses.
Las autoridades comparecientes aseguraron que la aplicación
del Mando Único y la capacitación (de nuevo) de sus agentes, permitirá que esta
situación no vuelva a repetirse.
También argumentaron que las familias de los cuatro agentes
tambien son víctimas, por lo que están bajo la protección de la FGE y la SSP de
Quintana Roo, pues los policías que hoy enfrentan proceso son el sustento de
dichos hogares, y podrían alcanzar penas de hasta 50 años, aunque esto último
será decision de un juez.
"Uno de los policías que se encuentra bajo proceso,
acaba de tener un bebé. Él y los otros tres agentes portaban con orgullo su
uniforme, y por un error en su técnica, ahora dejan desamparada a una familia.
Por eso insistimos en que el oficio de Policía es el más ingrato: no se
fijan en nuestros aciertos, sino en nuestros errores", puntualizó el
titular de la SSP.