La viralización de un foto de un padre trabajando en las
esquinas de una calles en Argentina mientras su hija hacía la tarea de la
escuela a un costado, apoyada en un árbol, provocó un enorme gesto solidario
que generó un increíble cambio para la familia que prácticamente dependía del
día para poder comer.
Los protagonistas son Mauro, de 21 años, y su hija
Guadalupe, de seis, quienes estaban en las esquinas de Alem y San Lorenzo,
en la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán, cuando un vecino decidió
tomarles una foto y compartirlas en redes sociales.
"No sé su nombre, lo conozco porque lo vi en la
calle trabajando, haciendo changas (limpiando vehículos). Ella es su
niñita, aparte tiene su esposa y un niño más pequeño. Aquí se lo ve trabajando
mientras su niña hace las tareas. Esa pequeña merece todas las oportunidades.
Ayudemos, gracias", decía el mensaje de Álvaro Romero.
La situación para la pequeña Guadalupe y su padre Mauro no
era fácil, vivían en con su madre Ruth, de 28 años, y su hermano Santiago, de
casi dos, en una casa de su abuelo materno, quien tiene un consumo problemático
de alcohol, lo que generaba que los cuatro estuvieran día y noche en la calle
para evitar los conflictos, menciona la cadena local TN.
"No veía la hora de irme para tener algo, pensaba
que me iba a morir en el semáforo", recordó Mauro en al conversar con el
medio argentino.
La foto tomada por el vecino llegó a compartirse más de 4
mil 700 veces en Facebook, llegando a Agustín, quién fue hasta las esquinas
donde lavaba automóviles Mauro para ofrecerle una oferta laboral que motivó un
cambio no solamente de zona, también en bajo las condiciones en las cuales se
encontraba viviendo junto con su familia.
Según revela el medio, el joven lleva trabajando hace poco
más de un mes como ayudante de albañil al interior de una empresa constructora,
donde hace sus labores por unas nueve horas al día.
"Agustín era cliente del semáforo, nos conocimos
por su buen corazón", destacó Mauro, mientras que Ruth, contenta por el
hecho, afirma que ahora “podemos darle un mejor estilo de vida a nuestros
hijos, antes si llovía no comíamos”.
La propuesta de trabajo y un adelanto de su sueldo hizo que
toda la familia pudiera cambiarse a una casa de huéspedes donde tienen más
espacio y tranquilidad. Ruth también recibió ayuda laboral y
ahora trabaja haciendo la limpieza en tres casas
, mientras que la pequeña Guadalupe y su hermano Santiago
están en clases, ella con doble jornada en una escuela y él en un jardín
infantil.
"No esperaba conseguir un puesto fijo, pensaba que iba
a ser temporal y que iba a volver a la esquina. Nuestra idea ahora es
crecer, no aflojarle al trabajo y quizá vea de comprar una motito para
llevar a Guada a la escuela y a mi mujer a su trabajo", dijo Mauro.
La familia dice que se está organizando con los muebles, los
cuales les fueron regalados por otra personas, esperando pronto tener un ropero
ya que muchas de sus prendas aún permanecen en el piso.
"Aún nos tenemos que acomodar con la plata porque somos
muy derrrochones con nuestros hijos. Quizá porque a nosotros nos faltó tanto es
que no le podemos decir que no a ellos y lo que nos piden, les damos",
menciona Mauro.