El "derecho de piso" que imponían los narco para que pudiera operar sin ningún problema el restaurante en Salamanca era de $50 mil semanales.
Recibían mensajes de personas que supuestamente eran del Cártel Jalisco Nueva Generación. Se presentaron dos denuncias ante la Fiscalía de Justicia de Guanajuato, pero no hubo respuesta, y la noche del domingo ocurrió lo que el gobernador calificó de un acto terrorista que dejó como saldo dos muertos.
Dos ramos de claveles son lo único que custodia hoy el restaurante familiar Barra 1604, en el que el dueño y el gerente murieron, y cinco más resultaron heridas, víctimas de la bomba de "regalo de cumpleaños" en Salamanca.