En México se registran 6 millones 28 mil 781 casos de COVID-19, de los que 4 mil 850 estarían activos. Además se contabilizan 338 mil 578 muertes a causa del virus. Los datos provienen de la última actualización de información reportada por el gobierno federal. Pero ni siquiera corresponden a este fin de semana, ya que la fecha registrada como fecha de corte es el pasado 7 de mayo, es decir, hace una semana. Y es precisamente en ese detalle que la comunidad científica mexicana pone gran señal de alerta: la propagación del virus no ha terminado, aún se corre peligro de un repunte o la llegada de una nueva variante (como se ha visto en otros países) y los mexicanos ya no cuentan con la información necesaria para conocer el comportamiento de esa enfermedad.
El pasado 26 de abril, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dio a conocer que ya no se emitirían las actualizaciones del semáforo epidemiológico y confió incluso en que la mayoría de las entidades continúen en el nivel verde de ese mecanismo (que indica que el riesgo de contagios es bajo) por varias semanas. En esa misma conferencia, el que fuera la cara de la estrategia del gobierno para hacer frente a la pandemia, desestimó la necesidad del uso del cubrebocas y se jactó de que el país ya se encontraba pasando del estado epidémico al endémico.
Desde entonces, varios especialistas se han mostrado inconformes ante la medida, advirtiendo que no es el momento para dejar a la ciudadanía sin esa información. Por ejemplo, la Doctora en Medicina de Harvard, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, quien adquirió popularidad en el tema debido al seguimiento tan cercano que ha hecho al comportamiento del COVID-19 en México. Incluso publicó un libro llamado Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México (Planeta,2021) en el que habló sobre la estratégia del gobierno para enfrentar al mortal virus. Ella, al igual que otros expertos, hacían análisis de la dinámica del virus, que compartían a través de redes sociales.
Entonces, tomando en cuenta los datos a los que se tiene acceso al día de hoy, este domingo advirtió: “Los últimos datos sugieren que estamos entrando en un nuevo repunte, pero es imposible anticipar la magnitud y distribución precisa del mismo sin datos confiables y oportunos”.
A través de un detallado hilo en Twitter, la también jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, empezó explicando como la variante Ómicron, que a principios de este año encabezó el último repunte del virus que se ha tenido en México, tiene ya varias subvariantes, hasta 105 distintas, de las cualea algunas han mutado de manera tan comjpleja que son consideradas como variantes distintas.
“Las 3 subvariantes (BA.2.12.1, BA.4 y BA.5) parecen ser más transmisibles que el resto, particularmente las últimas 2. Actualmente, BA.2.12.1 se propaga de forma acelerada en Estados Unidos (41% del virus circulante) y varios países de Latinoamérica, incluyendo México (5%)”, subrayó advirtiendo con insistencia que la mayor preocupación de, por ejemplo, las subvariantes BA.4 y BA.5, es que además de ser más transmisibles tienen una mayor capacidad para evadir a la inmunidad, en especial la que se genera tras la infección.
La especialista también subrayó que la propagación de esas tres subvariantes de Ómicron está causando repuntes de casos y hospitalizaciones en África, Asia, Norteamérica, Oceanía y Sudamérica. Solamente en Europa se puede decir, según indicó, que no presenta todavía algún repunte.
“Nos preguntamos: ¿Qué está pasando en México? Respuesta: básicamente no tenemos la menor idea de lo que pasa en nuestro país, gracias a que el @GobiernoMX nos ha dejado sin información. Ya no hay cifras diarias sino semanales y estas tienen cada vez más irregularidades”, arremetió la Dra. Laurie Ann.
“Apelo aquí a la decencia y profesionalismo de la Dra. @SofiaPalacioM, de la Dra. Celia Alpuche y de tantos otros en el @inspmx a cargo de los reportes de exceso de mortalidad y del tablero de casos de COVID-19, así como a otros profesionales en la @SSalud_mx para que hagan lo saben que es correcto y proporcionen la información que es tan necesaria en este momento para poder alertar y proteger adecuadamente a la población de México ante la posibilidad de un nuevo repunte”, insistió la especialista.
Por otro lado, este sábado el mismo subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, rechazó que el COVID-19 esté relacionado con los casos de hepaptitis aguda grave infantil que se ha reportado alrededor del mundo, incluído México. También señaló que, al parecer, no se trataba de un enfermadade de rápida propagación. Y también, en declaraciones hechas el viernes desde Morelos, el funcionario dijo que hasta el momento habían 11 casos de esa enfermedad en el país: cuatro en Nuevo León y los siete restantes en Ciudad de México y Quintana Roo pero, insisitió, no hay indicios que los relacione con el brote que se vive en Reino Unido.
Sin embargo, en un artículo publicado este viernes en la prestigiosa revista científica The Lancet, los doctores Petter Brodin y Moshé Arditi, quienes investigaron las causas de varios de los casos detectados de la enfermedad de origen desconocido, concluyeron: “Planteamos la hipótesis de que los casos de hepatitis aguda grave en niños notificados recientemente podrían ser consecuencia de la infección por adenovirus con trofismo intestinal en niños previamente infectados por SARS-CoV-2 y portadores de reservorios virales”.