El noveno periodista asesinado este año en México provocó el repudio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a solo unos días de haberse conmemorado el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El cuerpo del reportero Luis Enrique Ramírez fue hallado a la orilla de una carretera después de haber sido secuestrado en Culiacán, informó la Fiscalía de Sinaloa. El comunicador había denunciado amenazas y anteriormente estuvo cubierto por un mecanismo de protección.
"Este noveno crimen del año en México rebalsa la indignación de los periodistas de todo el mundo. Nuestros colegas mexicanos pasan por un período tenebroso y lamentable", afirmó el presidente de la SIP, Jorge Canahuati Larach, CEO de Grupo Opsa de Honduras.
Durante la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo en Punta del Este, Uruguay, el tema de los asesinatos, la violencia y las agresiones contra periodistas fue enfocado como uno de las principales amenazas de la viabilidad y sostenibilidad de los medios de comunicación.
"El gobierno mexicano no puede seguir demorando acciones concretas e inmediatas para proteger la vida de los periodistas en su territorio", agregó el titular de la SIP.
El gobierno de Sinaloa solicitó a la fiscalía estatal "una investigación inmediata, rigurosa y exhaustiva" para esclarecer el crimen. Ramírez había expresado varias veces temor por su vida.
Era columnista del diario El Debate y tenía una trayectoria de décadas escribiendo en varios de los medios escritos más importantes de México.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, director periodístico de La Voz del Interior, de Córdoba, Argentina, recordó que la entidad repetidamente "viene pidiendo al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador la revisión y el mejoramiento de los mecanismos de protección (federal y estatales) para periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación, que son ineficientes hasta ahora". Agregó que "urge también terminar con la impunidad que sigue siendo la norma en ese país".
"Ahora es la comunidad internacional, desde Estados Unidos hasta la Unión Europea, todas las organizaciones de derechos humanos, las que claman a AMLO para que detenga esta mascare", aseguró Jornet.
En una resolución adoptada durante su reunión de medio año la SIP instó a los Estados que cuentan con sistemas de protección para periodistas "a reforzar los mecanismos, con el fin de garantizar un ejercicio pleno de las libertades de expresión y de prensa".
En otra resolución sobre asesinatos de periodistas en el último semestre, la SIP exhortó a los gobiernos de México, Haití, Guatemala y Honduras "a cumplir con su responsabilidad de identificar a todos los responsables de los asesinatos y las desapariciones y aplicar las sanciones correspondientes, a fin de que no queden en la impunidad".
El caso de Luis Enrique Ramírez se une a los de otros asesinatos este año: Lourdes Maldonado y Margarito Martínez, en Tijuana, Baja California; Heber López Cruz, en Salina Cruz, Oaxaca; Juan Carlos Muñiz, en Fresnillo, Zacatecas; Jorge Camero Zazueta, en Empalme, Sonora; Roberto Toledo, en Zitácuaro, Michoacán; José Luis Gamboa, en Veracruz, Veracruz, y Armando Linares, en Zitácuaro, Michoacán.
Las primeras notas de Luis Enrique Ramírez fueron firmadas a sus 17 años. Laboró en el Diario, Debate y Noreste, emigró un tiempo a la Ciudad de México donde trabajó en las secciones culturales de los diarios La Jornada, El Universal, El Financiero y El Nacional. A su regreso a Sinaloa, se sumó al área de investigación del diario Debate, reseñó el periódico El País.
Marissa Palafox, editora general del portal Fuentes Fidedignas, tuvo que aprender a llorar y escribir al mismo tiempo. Ella fue la encargada de redactar la nota sobre la muerte de su jefe la noche de este jueves. Ramírez fue el primero en darle una oportunidad como reportera en 2015 en el proyecto que Ramírez fundó en 2012 y que dirigió hasta su deceso.
