En las últimas semanas, las condiciones meteorológicas han sido calurosas de entre 30 a 40 °C en promedio y extremas de 45 °C especialmente en la Vertiente del Golfo durante abril, además de tormentas con granizo y hasta tornados, todo normal durante época de primavera.
Algo que puede llamar la atención es que los frentes fríos y especialmente las masas polares han dejado de incidir, se presentaron apenas 46 de los 56 estimados por el SMN.
De acuerdo con las estadísticas, la 'temporada de lluvias' comienza con el tiempo de ciclones tropicales, es decir, el 15 de mayo en la parte del Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, mes en el que se establece por completo y que hasta ahora, no se tiene previsto ningún retraso.
Entre febrero y marzo, los modelos numéricos a largo plazo mostraban una temporada de lluvias bastante seca con un gran déficit de precipitaciones, pero recientemente ha cambiado.
¿Condiciones lluviosas o secas?
Diversas previsiones de junio a octubre mostraban acumulados de hasta 250 mm o menores, inferiores a lo que normalmente se presenta, esperando una situación preocupante debido a la sequía y falta del vital líquido que varios Estados de México presentan. Sin embargo, ahora los modelos muestran escenarios de lluvia normal o incluso, más lluvioso de lo normal.
El mencionar “menos lluvioso” no quiere decir que no lloverá; más bien, hace referencia a que la cantidad de lluvia que se acumule sería menor de lo que típicamente se presenta.
Teniendo en cuenta esto, modelos como el ECMWF, GEM5, CanSIPS y algunos que componen al NMME muestran lluvias con acumulados mayores a la climatología en Estados del Centro, Sur, Sureste, Occidente y parte del Noroeste-Noreste de México.
Pueden resaltar desde Jalisco hasta Chiapas, sectores del altiplano central y de Veracruz hasta Quintana Roo donde se acumule la mayor precipitación.
Aunque en estas mismas zonas eventualmente pueden verse periodos secos, Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, y las Baja Californias muestran menor probabilidad para tener condiciones húmedas.
Factores o sistemas meteorológicos a considerar
La Niña es un fenómeno climático a escala global que puede ser el principal regulador, previéndose que continué en los meses más lluviosos (agosto-septiembre), aunado a otras oscilaciones como Madden-Julian que en su fase convectivas ayudaría a incrementar lluvias y ciclones tropicales.
El Giro Centroamericano también cobra relevancia en dos periodos, uno de junio a julio y el otro de septiembre a octubre aumentando la humedad en la zona sureste.
Por su parte, el Monzón de Norteamérica puede resultar activo de junio a julio sobre la Sierra Madre Occidental, disminuyendo posteriormente.
Además, algo también importante son las ondas-ciclones tropicales que pueden resultar más activas de lo normal (influencia de La Niña) por lo que estaría latente tener efectos directos o indirectos en algún punto de la República Mexicana.
Sobretodo, tener en cuenta que dichos pronósticos a largo plazo pueden variar y difícilmente contemplan eventos extremos, por lo que se debe actualizar de manera frecuente.