El aguacate (Persea americana) es uno de los ingredientes principales de nuestra cocina, aunque es originario de México y América Central, hoy en día se consumen en casi todo el mundo, incluyendo todo Latinoamérica, en la cual también se distingue como «palta» o «avocado».
Como consumidores habituales y amantes del aguacate reconocemos muy bien que uno de los problemas ante el cual nos enfrentamos al partir uno de estos exquisitos frutos es que, si no lo comemos pronto, este se pondrá de color negro o marrón y es muy probable que ya no queramos consumirlo así.
Lo mismo sucede cuando se prepara una salsa o «guacamole», que básicamente es el aguacate triturado o machacado en combinación con chile, cebolla, tomate y un poco de cilantro. En este caso, también acontece el desagradable hecho; al pasar el tiempo la mezcla se oscurece y se vuelve poco apetecible.
Pero ¡tranquilo!, hay trucos infalibles y sencillos que evitaran que esto sucede. Aquí te explicamos qué debes hacer para que esto no siga siendo un problema para ti.
¿Por qué el aguacate se pone negro?
Para empezar, debemos explicar por qué sucede este hecho, en realidad es algo muy sencillo que deriva de la propia bioquímica del aguacate.
Como bien sabemos todos, los organismos están compuestos de biomoléculas básicas (Ácidos nucleicos, lípidos, carbohidratos y proteínas), aquí destacaremos a las proteínas, grupo en el cual se encuentran las enzimas, ya que, debido a una enzima que forma parte del aguacate denominada «polifenol oxidasa» se produce ese distinguido oscurecimiento, el cual se reconoce como pardeamiento enzimático.
De esta manera, cuando nosotros cortamos un aguacate, expones el tejido del fruto (la pulpa) al oxigeno que está en el ambiente, al hacerlo, la enzima polifenol oxidasa se “activa” y es capaz de producir reacciones de oxidación sobre unos compuestos denominados fenólicos, que también forman parte del fruto. Como resultado de la reacción se forman compuestos que otorgan la coloración negra o marrón al aguacate.
¿Cómo puedo evitarlo?
Debido a que el cambio en la coloración se produce por la exposición de la pulpa al oxígeno, la mejor manera de evitar que esto suceda es proteger a tu fruto recién partido (o a tu guacamole) del aire.
Este truco que te revelaremos a continuación te asegurará mantener ese lucido color verde por mucho más tiempo. Para ello solo necesitarás del jugo de limón o aceite que nos permitirán crear una barrera para que el oxígeno no interaccione tan rápido con la pulpa.
De esta manera, una vez que abras un aguacate y no vayas a utilizar toda la proporción, o gustes ocuparlo como una pieza entera sobre tus alimentos, lo que puedes hacer es untar sobre la superficie de la pulpa un poco de aceite de comida que supondrá una barrera.
También puedes optar por colocar sobre la pulpa un poco de jugo de limón, este con sus antioxidantes retrasará de manera efectiva la reacción de oscurecimiento.
Asimismo, si el principal objetivo es guardar una proporción del aguacate, cúbrelo perfectamente con papel aluminio o con papel plástico para emplayar, asegurándote de presionar lo suficiente para eliminar todo el aire.
Aplica esto mismo para el guacamole: agregar unas gotas de aceite o jugo de limón o sella perfectamente el refractario en el que se encuentre la salsa.