Silvia Pinal, una de las figuras más emblemáticas de la cinematografía y televisión mexicana, no solo encontró en Efigenia Ramos una asistente. La relación que ambas compartieron fue mucho más allá de lo laboral. Efigenia, que comenzó trabajando para la actriz como su asistente personal, rápidamente se convirtió en su compañera de vida, su confidente y, en muchos momentos, su voz ante los medios de comunicación.
Durante más de 35 años, Efigenia fue testigo de los triunfos, los retos y los momentos más difíciles de la vida de Silvia Pinal, desde su carrera estelar hasta sus problemas de salud. En este tiempo, Efigenia demostró ser más que una simple asistente, pues se convirtió en el pilar que cuidaba a Silvia, una labor que desempeñó con amor y dedicación.
Cuando Silvia Pinal falleció, los homenajes comenzaron a llegar, pero uno de los momentos más emotivos fue cuando su hija, Sylvia Pasquel, reconoció públicamente la lealtad y el compromiso de Efigenia durante el homenaje de cuerpo presente de la actriz en el Palacio de Bellas Artes. Fue un gesto de gratitud por aquellos años de esfuerzo y sacrificio que Efigenia dedicó a la familia Pinal.
«Gracias a todos por querer a mi jefa como la han querido», expresó Efigenia, visiblemente conmovida por la ceremonia, destacando lo «precioso» que fue el homenaje, algo «digno» de alguien tan relevante como Silvia. Pero, más allá de este acto público, la vida de Efigenia Ramos, quien había sido el brazo derecho de Pinal, cambiaría irremediablemente después de su fallecimiento.
Tras la muerte de Silvia Pinal, se había especulado sobre si Efigenia continuaría trabajando para la familia. Sin embargo, la respuesta de la asistente dejó en claro que su vida daría un giro importante. «Tengo cuatro aneurismas cerebrales y necesito ya descansar«, confesó Efigenia, una revelación que sorprendió a los medios y dejó a todos con una sensación de preocupación por su salud.
La asistente explicó que no podría continuar con sus responsabilidades al interior de la familia Pinal. A pesar de que la familia había considerado que Efigenia seguiría siendo una figura importante dentro de la comunicación familiar, ella misma dejó claro que era el momento de retirarse: «Me voy a mi casa. No sé qué sucederá con la familia Pinal», dijo de manera sincera, agregando que no continuará con las relaciones públicas ni otros encargos.
Efigenia Ramos también compartió algunos detalles sobre los planes relacionados con el descanso final de Silvia Pinal. Mencionó que ya se había preparado el lugar donde reposarán las cenizas de la actriz, en el Panteón Jardín, aunque no tenía claridad sobre cuándo ocurriría el traslado de los restos. «Ya tenemos lista la cripta familiar, pero no me han dicho cuándo las van a llevar ni nada», explicó Efigenia.
A pesar de su enfermedad, Efigenia se mostró tranquila al saber que el lugar para Silvia Pinal ya está listo, lo cual refleja el profundo amor y respeto que ella sentía por la actriz. Esta es una de las últimas tareas importantes que Efigenia se encargó de cumplir en vida de Silvia.
El impacto de Efigenia Ramos en la vida de Silvia Pinal no se puede medir solo a través de su trabajo. Fue un vínculo de cariño, lealtad y devoción que trascendió más allá del ámbito profesional. En estos momentos difíciles, cuando Efigenia se enfrenta a su propio diagnóstico médico, es imposible no pensar en el sacrificio y amor que dedicó a la familia Pinal.