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Al conectarse a la red Wi-Fi de la línea 7 de la capital mexicana, los usuarios aceptan que se utilicen, recolecten y procesen sus datos personales.
300 antenas a lo largo de 18 kilómetros de longitud, una inversión de 800 millones de pesos y Wi-Fi gratis para 300.000 personas diariamente. Este ha sido el objetivo del Sistema de Transporte Colectivo (STC) con la construcción de una red Wi-Fi gratuita en la línea 7 del Metro de la Ciudad de México.
La conexión a internet fue facilitada por el operador AT&T y se invirtieron 14.000 horas de trabajo para que los 26 vagones de la línea tuviera acceso a la red. "Este proyecto es emblemático, porque permitirá el acceso a internet, colocándonos en la frontera de la conectividad tecnológica", señaló Jorge Gaviño, director general del STC durante la inauguración del proyecto en diciembre de 2017.
La implementación de la red ha sido motivo de muchos esfuerzos y, en un principio, tiene como objetivo brindar un mejor servicio a los habitantes de la capital en uno de los transportes públicos más abarrotados del mundo. Sin embargo, conectarse a la red podría convertirse en un arma de doble filo después de que se dieran a conocer las condiciones para utilizar la red proporcionada por AT&T. Los usuarios deben proporcionar su nombre, teléfono y dirección de correo electrónico o los detalles de las cuentas en redes sociales para acceder al Wi-Fi; posteriormente reciben esta notificación, la cual deben aceptar para poder conectarse:
Le informamos que sus datos personales se tratarán para fines mercadotécnicos, publicitarios y de prospección comercial.
Los términos y condiciones añaden que BKO Security es la empresa que maneja los datos de los usuarios, quienes autorizan a la compañía "utilizar, tratar, recolectar, procesar y/o almacenar su información, incluso datos personales, incluidos los envíos por correo electrónico, telefonía celular o todo medio de comunicación electrónica que pueda llegar a desarrollarse".
Por otro lado, si una persona accede desde su cuenta de Twitter, está aceptando que BKO Security lea sus tweets, tenga información sobre los usuarios que sigue y, alarmantemente, "seguir a nuevas personas, actualizar tu perfil, publicar tweets por ti, acceder a los mensajes directos y ver tu dirección de correo electrónico".
A pesar de que en la página aclaran que no tienen permiso para ver tu contraseñay que la información será utilizada para medir la calidad del servicio, estadísticas o para objetivos promocionales, muchos expertos en seguridad digital han alertado sobre las condiciones de servicio de la red Wi-Fi.
Sin noticias de BKO Security
Más allá de las posibles violaciones de seguridad, una investigación de El Universal ha puesto de relieve los peligros que puede conllevar acceder a esta red. Además de que se da acceso a numerosos datos personales, la empresa BKO Security parece ser hasta ahora un secreto. En el aviso de privacidad, la sede de la compañía está en la Torre Diana, ubicada en Río Lerma 232, colonia Cuauhtémoc. Sin embargo, BKO Security no consta en el registro de las empresas que está en Torre Diana, ni tampoco se tiene constancia del contrato de la compañía con el Metro de la Ciudad de México.
En el mismo edificio de la colonia Cuauhtémoc se encuentran las oficinas de AT&T, la operadora que ha brindado la red Wi-Fi a la línea 7. Sin embargo, la empresa de telecomunicaciones ha negado cualquier relación con BKO Security y con los términos y condiciones que ofrece esta compañía.
"AT&T realizó el despliegue de tecnología y se encargará de su mantenimiento. Sin embargo, la administración de la red wifi corresponderá a las autoridades del Metro. AT&T no tendrá acceso a la información ni estará a cargo de su gestión, almacenaje ni seguridad", informó la operadora para El Universal.
Las autoridades del Metro de la capital mexicana todavía no han dado detalles sobre el contrato con BKO Security ni las condiciones.
Miles de usuarios, miles de datos
Se calcula que el Wi-Fi de la línea 7 dará conexión a internet a los aproximadamente 300.000 de usuarios diarios. Si aunque fuera la mitad de ellos se conectaran a la red de AT&T y aceptaran las condiciones de BKO Security, eso supondrá más de 150.000 datos sobre las cuentas de las personas, sus contactos y actividades en redes sociales.
Uno de los principales peligros es que una gran mayoría de personas no lee los términos y condiciones al acceder a este tipo de redes, por lo que la recolección exagerada de datos pudo haber pasado desapercibida para muchos.
La línea 7, al parecer, puede ser solamente el principio. La red Wi-Fi planea llevarse a cabo en tres fases y, para 2020, todas las líneas del Metro de la Ciudad de México contarían con conexión a internet. Esto supone, en lugar de 300.000, 5 millones de personas que podrían aceptar los términos de BKO Security.