Socorristas indonesios buscaban este lunes supervivientes deltsunami que causó en Sumatra y Java al menos 373 muertos, mientras los expertos advierten que pueden abatirse nuevas olas mortales debido a la actividad volcánica.
Brigadas de socorristas con excavadoras y otros equipos pesados intentaban despejar los escombros esparcidos por el maremoto. Algunos rescatistas trabajaban simplemente con las manos para levantar objetos con la esperanza de hallar desaparecidos. Entretanto, miles de personas han sido evacuadas a zonas de altura.
El tsunami golpeó playas del sur de la isla de Sumatra y del extremo occidental de Java alrededor de las 21H30 locales (14H30 GMT) del sábado. La ola, que se generó tras la erupción del volcán considerado el "hijo" del legendario Krakatoa, el Anak Krakatoa, dejó 373 muertos y 1.400 heridos, según el último balance de la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes.
"El número de víctimas y de daños seguirá aumentando", dijo el portavoz de la agencia, Sutopo Purwo Nugroho.
La ola dejó a su paso una acumulación de numerosos escombros, fragmentos de tejados, trozos de madera, árboles arrancados.
En un dramático video que circula por las redes sociales se ve cómo una ola gigantesca se abate sobre el espacio exterior de un resort, donde se celebra un concierto del grupo pop "Seventeen".
Sus miembros salen despedidos del escenario mientras la ola avanza hacia los espectadores. En un mensaje en Instragram, el cantante del grupo, Riefian Fajarsyah, anunció entre lágrimas la muerte del bajista y del organizador de la gira de conciertos, así como la desaparición de otros dos músicos, un técnico y su esposa.
El presidente indonesio Joko Widodo acudió el lunes a las zonas devastadas, menos de tres meses después de que otro tsunami, provocado por un sismo, dejara miles de muertos en Palu y su región, en la isla de Célebes.
En Carita, Muhamad Bintang, de 15 años, vio aproximarse la ola. "Llegamos a las 21H00 de vacaciones y de pronto llegó el agua. Todo se volvió negro. No había electricidad", relató el adolescente.
En la provincia de Lampung, al otro lado del estrecho, Lutfi al Rasyid, de 23 años, contó a la AFP cómo huyó de la playa de Kalianda para evitar morir. "No lograba arrancar mi moto, así que salí corriendo. Recé y corrí todo lo rápido que pude".
Según las autoridades, el tsunami, originado por una avalancha submarina tras la erupción del Anak Krakatoa, podría haberse visto magnificado por una marea excepcionalmente alta de luna llena.
"La combinación provocó un tsunami repentino que golpeó la costa", indicó Nugroho, aunque señaló que la agencia geológica de Indonesia trabajaba para intentar elucidar cómo se produjo exactamente.
"El riesgo de tsunami en el Estrecho de la Sonda seguirá siendo alto mientras el volcán siga en su fase de actividad, porque puede provocar nuevos deslizamientos de terreno submarinos", advirtió Richard Teeuw, de la Universidad de Portsmouth.
Las erupciones volcánicas submarinas, que son poco frecuentes, pueden provocar tsunamis debido al desplazamiento repentino de agua o quiebres de pendientes, según el Centro Internacional de Información sobre Tsunamis.
A diferencia de los tsunamis causados por sismos, y que desencadenan sistemas de alerta, las olas 'volcánicas' dejan muy poco tiempo a las autoridades para prevenir a la gente.
"Ocurrió tan rápido", relata Ade Junaedi, un sobreviviente. "Hablaba con un huésped en mi casa cuando mi mujer abrió la puerta, gritando, aterrada. Creí que era un incendio, pero al ir hacia la puerta ví el agua llegar..."
Anak Krakatoa es una pequeña isla volcánica que surgió en el océano medio siglo después de la mortífera erupción del volcán Krakatoa de 1883. Es uno de los 127 volcanes activos de Indonesia.
En aquella ocasión, una columna de cenizas, piedras y humo salió expulsada a más de 20 km de altura, sumiendo a la región en la oscuridad y provocando un enorme tsunami que tuvo repercusiones en todo el mundo. La catástrofe dejó más de 36.000 muertos.
Indonesia, una de las zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se producen una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta.
El 26 de diciembre de 2004, un tsunami desencadenado por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, causó la muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas en Indonesia. AP