El director de la Policía Municipal, Mario Arturo Romero Escalante, expresó que el cuerpo de seguridad a su cargo se encuentra "atado de manos" ante muchos delitos, entre ellos el acoso callejero, ya que la ciudadanía hace denuncias a través de redes sociales y no ante las autoridades correspondientes.
El funcionario informó que en lo que va del año se ha detenido a tres presuntos acosadores por tomar fotografías de mujeres sin su consentimiento. Los acusados fueron puestos a disposición de jueces y se les dio arresto por 24 horas.
Agregó que no se han reportado más casos ya que la ciudadanía suele denunciarlos a través de sus cuentas de Facebook y no acude a las instancias municipales o estatales para levantar una queja formal.
“La gente no denuncia porque les queda muy lejos el lugar a denunciar, porque es una pérdida de tiempo, no por miedo. Creo que es la parte de responsabilidad que a los ciudadanos nos corresponde: las corporaciones policiacas hacen una parte del trabajo la otra la tiene que hacer el ciudadano”, indicó.
En este punto, admitió que la Policía Municipal está “atada de manos” ante muchos delitos, entre ellos el acoso callejero, ya que no hay denuncias formales. “La gente lo que quiere es resolver la cosa al momento, pero a largo y mediano plazo no es una solución”, sostuvo.
A su vez, Romero Escalante comentó que es necesario modificar los reglamentos para que se pueda realizar un trabajo “más integral” respecto al acoso. Comunicó que actualmente se está trabajando con los jueces calificadores para analizar qué modificaciones se pueden realizar a los reglamentos con el fin de reforzar las sanciones que se aplican a este delito. De igual forma, mencionó que se pretende establecer un módulo de la Fiscalía General del Estado (FGE), en el Centro Histórico de la capital yucateca, pero aún no se ha concretado dicho proyecto.
De acuerdo a la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Fabiola García Magaña, el 5 por ciento de las mujeres atendidas por dicha dependencia son víctimas de acoso callejero. La funcionaria explicó que esto ocurre porque ciertas conductas, como lanzar piropos, se naturalizan. “El problema es cuando una mujer se siente en riesgo, cuando siente que su integridad física y emocional se pone en riesgo”, subrayó.
A su vez, la activista y representante del Observatorio Ciudadano del Feminicidio en Yucatán, Adelaida Salas Salazar, indicó que en lo que va del año ha recibido alrededor de 15 casos de acoso, de los cuales sólo tres terminaron en denuncia.
“Las nalguean, las tocan, les dicen cosas terribles, pero es un eterno peregrinar: te mandan de una instancia a otra. Y en ocasiones el ataque ocurre rápido y no en todos lados hay cámaras de videovigilancia, entonces no se ubica al agresor. Sin ese elemento es más difícil denunciar”, abundó. Añadió que los procesos tampoco son ágiles, por lo que muchas mujeres se desaniman ante la desesperanza de no recibir justicia.
Finalmente, añadió que aunque ya hay reglamentación municipal y estatal al respecto, es necesario que las autoridades promuevan programas para prevenir el acoso, así como campañas de información para que las víctimas sepan qué medidas pueden tomar en caso de ser acosadas.
De acuerdo al Reglamento de la Policía Municipal, desde el 2003 el asedio u hostigamiento verbal o físico es considerado una falta a la moral, por lo cual se sanciona a quienes incurran en ella con una amonestación verbal. Por supuesto, esta norma tiene validez en la zona de jurisdicción del mencionado cuerpo policíaco.
El pasado mes de noviembre, la regidora Nora Pérez Pech presentó ante Cabildo meridado una propuesta para modificar dicho reglamento, con el fin de precisar qué acciones puedan ser consideradas acoso callejero y para endurecer las sanciones ante ese ilícito: los agresores recibirían una pena de 24 a 36 horas de arresto, pagarían una multa y además asistirían a una plática de conciencia social en el Instituto Municipal de la Mujer.
“El acoso sigue pasando porque la sanción que existe no es ejemplar. Es increíble que las mujeres modificamos acciones y actitudes por eso”, puntualizó.
Cabe recordar que en marzo del año pasado el Congreso del Estado aprobó modificar el Código Penal del Estado, de modo que el hostigamiento sexual ya tiene penas de un año a tres de cárcel. También se incluyó el acoso sexual como delito, y se le atribuyeron sanciones de un año a dos de prisión. Un par de meses después –en septiembre–, el diputado blanquiazul Víctor Merari Sánchez Roca presentó ante la LXII Legislatura un exhorto para que los ayuntamientos reformaran sus reglamentos de seguridad y bandos de policía y buen gobierno con el objetivo de combatir el acoso callejero.
La Jornada Maya