Filial de Bepensa construye plaza comercial en parte de la avenida del aeropuerto de Mérida

20 junio 2019
Noticias de Yucatán. 

Cobijados en las sombras de la noche y con la ayuda de maquinaria pesada, personal de Bterra Inmobiliaria, empresa que construye una plaza comercial a la entrada del aeropuerto de Mérida, invadió parte del terreno federal para ampliar su calle de acceso, pasando por encima de diversas disposiciones de ley.

En lo que constituye un presunto caso de abuso en Yucatán, la constructora, filial de Grupo Bepensa, se "agandalló" nada menos que parte de la avenida principal de la terminal "Manuel Crescencio Rejón", vulnerando así el campo aéreo de jurisdicción federal.


Luego de una serie de diligencias y aclaraciones, Bterra hizo caso omiso a un dictamen de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), perteneciente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que concluyó que el espacio en disputa pertenece a las 584.6 hectáreas que son propiedad del aeropuerto internacional de Mérida.

No obstante de que tenía conocimiento del dictamen, la constructora de Grupo Bepensa decidió actuar de manera furtiva y esperó a que cayera la noche para romper parte de la avenida y ampliar el acceso a Plaza Meridiano, nombre del complejo comercial, cuyos trabajos llevan buen avance.

El único alegato que utilizó la empresa es que tenía un permiso del Ayuntamiento de Mérida para agenciarse parte del terreno y ampliar su acceso, toda vez que en el Catastro Municipal no existen documentos que acrediten que esa vialidad es propiedad del gobierno federal.


Sin embargo, tal alegato se vino abajo con el dictamen de la DGAC, con número de oficio 4.1.2.3.-831, fechado este 13 de junio, el cual está sustentado en diversos ordenamientos como la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley de Vías Generales de Comunicación, el Reglamento Interior de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Ley de Aeropuertos.

Además, el Ayuntamiento de Mérida carece de facultades para otorgar permisos de obra en terrenos federales, de manera que la empresa yucateca estaría incurriendo en graves violaciones a la ley y podría ser sujeta a responsabilidades por posibles delitos de orden federal.

De hecho, la administración del aeropuerto de Mérida, concesionaria de la terminal aérea, ya interpuso las denuncias correspondientes ante la Fiscalía General de la República. Llama la atención que, hasta este momento, la Policía Federal o el Ejército no hayan intervenido para frenar este abuso de Bterra y proteger el patrimonio del gobierno federal, ya que los trabajos continúan en plena luz del día.


Quería tanto un hijo que transformó a su hija en un niño

19 junio 2019
Noticias de Yucatán. 

Como parte de un especial sobre la igualdad de género, ‘As Equals’, CNN publicó la historia de Madina Karimy, una niña de 13 años originaria de Afganistán que debido a las costumbres patriarcales de su cultura viste de niño pues su familia no ha sido “bendecida” con un varón.

Madina vivió durante dos años con identidad femenina y después sus padres, Khoda y Amena Karimy, decidieron comenzar a vestirlo como un niño.

De acuerdo con la tradición afgana “bacha posh”, los padres pueden cambiar el género de sus hijas para atraer la suerte y así poder concebir por fin al niño deseado, ya que una familia sin un hijo varón es considerada incompleta.

Sodaba Ehrari, editora jefe de la Agencia de Noticias de Mujeres de Afganistán explicó a CNN que las niñas crecen con un sentimiento de culpa, al sentir que son una carga para sus progenitores. Así lo dijo: “Las mujeres no pueden ganar dinero para mantener a sus familias, no pueden vivir solas, y hay muchas razones que llevan a esta sociedad patriarcal a practicar ‘bacha posh’”.

Madina pasó a ser Mangal y, al igual que sus dos hermanas mayores que también viven como varones, ayuda a su padre con el arado de la tierra, a su madre con las compras y atendiendo a los invitados cuando llegan a casa.

Los padres de Mangal se sienten orgullosos y complacidos de lo útil que resulta para ellos el tener a un ‘bacha posh’ en casa.

“Hice a mi hija como un chico para que me sirviera comida y agua cuando trabajaba en el desierto”, expresó Khoda Karimy al medio citado.

La transformación de niña a niño solo es temporal ya que llegada la pubertad las chicas deben renunciar a sus costumbres y tareas varoniles para comenzar a vivir de nuevo como mujeres, algo que genera confusión e impacto.

Como niño, los ‘bacha posh’ pueden disfrutar también de actividades que las niñas no pueden realizar como montar bicicleta, jugar en la calle, volar cometas, cosas a las que renuncian llegada la preadolescencia.

Nadia Hashimi, una pediatra afgano-estadounidense, explica que este cambio de roles genera en las niñas una crisis de identidad y en el peor de los casos una disforia de género, situación en la que los pequeños no están cómodos con su género biológico.

Para la especialista la costumbre “bacha posh” debe extinguirse para que la sociedad afgana pueda vivir en igualdad de género

Telemundo

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