Noticias de Yucatán.
Tony Landeros, un joven de 24 años, denunció públicamente a Ford Jalisco Motors luego de descubrir que su camioneta Ford Bronco fue utilizada indebidamente mientras se encontraba en el taller.
La historia comenzó el 27 de febrero, cuando llevó su vehículo a la agencia ubicada sobre avenida Niños Héroes, en Guadalajara, para una reparación de motor que le costó 54,138.36 pesos.
Durante diez días, el personal del taller le aseguró que la unidad estaba desarmada y en proceso de reparación. Sin embargo, la falta de información concreta lo llevó a rastrear su camioneta mediante GPS, descubriendo que no se encontraba en la agencia, sino en la zona de bares de Chapultepec.
El hallazgo en plena madrugada
La noche del 8 de marzo, Tony se dirigió a la calle Lerdo de Tejada tras seguir la señal del GPS. Al llegar al lugar, encontró su camioneta en manos de un grupo de adolescentes de entre 16 y 17 años, quienes la habían utilizado para salir de fiesta.
“Lo que pasa es que es mi camioneta, bro, ¿por qué la traes?”, se escucha decir en un video que grabó durante el enfrentamiento, y que rápidamente se volvió viral.
Aunque los jóvenes intentaron convencerlo de que el vehículo era suyo, su nerviosismo los delató. Uno incluso intentó llegar a un “acuerdo” con el afectado, lo que desató aún más su enojo.
“Tengo que pagar 57 mil pesos del arreglo. Estoy pagando las piezas. Me la pasé trabajando, wey, tuve que comprar otro pu$%$ carro”, reclamó Tony visiblemente molesto.
Denuncia pública y reacción en redes
Ante lo ocurrido, Landeros acudió a la Fiscalía del Estado para interponer una denuncia formal. También comenzó a compartir su historia a través de Facebook, TikTok e Instagram, lo que generó una ola de indignación. Miles de usuarios exigieron respuestas, y algunos incluso compartieron experiencias similares con la misma agencia.
Además, denunció que Ford Jalisco Motors eliminó sus comentarios en redes y lo bloqueó, impidiéndole continuar su denuncia en los canales oficiales de la empresa.
El 9 de marzo, la agencia emitió un comunicado en el que lamentó lo ocurrido y aseguró haber tomado medidas internas.
“Este hecho no refleja nuestros valores ni estándares de calidad y servicio”, declaró la empresa.
No obstante, la reacción del público fue escéptica, y los comentarios en redes sociales fueron desactivados poco después.
Dos mediaciones fallidas
El proceso legal avanzó. El 13 de marzo, Tony acudió a una audiencia de conciliación en Profeco, pero no se llegó a ningún acuerdo.
Cinco días después, el 18 de marzo, la segunda audiencia fue un nuevo fracaso: la agencia no se presentó.
“Estas no son ganas de arreglar nada. Dos veces van que me dejan plantado y el viernes es mi última reunión con ellos”, escribió Landeros en redes.
Finalmente, llega el acuerdo
Tras semanas de tensión, el caso llegó a su desenlace. A través de Instagram, Tony informó que había logrado llegar a un acuerdo con Ford Jalisco Motors, gracias a la intervención de Profeco y su equipo legal.
“Logramos resolver, además de conciliar y negociar ante las autoridades en Profeco. Ford Jalisco Motors hizo lo más importante, que fue escucharnos y darle solución a mi problema de la manera más profesional”, explicó.
También expresó sentirse conforme: “Hoy dejo atrás este episodio y estoy conforme con el acuerdo porque quedó resarcido por ambas partes.”
Finalmente, agradeció a la apoderada legal de Ford, al procurador, a la fiscalía de Jalisco y a los abogados que lo acompañaron durante todo el proceso.
¿Obligado?
A pesar del cierre del caso, muchos usuarios en redes sociales expresaron escepticismo por el tono del mensaje final y por la falta de detalles sobre el acuerdo.
Algunos comentarios ironizaron, ante el lenguaje coorporal tenso y la obvia lectura de un texto preescrito, “¿Te dieron el guión de qué decir?”
Otros simplemente desean saber más detalles del desenlace, “¿Alguien fue multado? ¿Alguien cayó a la cárcel? Cuenta la historia completa.”
Otro usuario escribió, “Sentaste un precedente... ojalá algún día puedas contar cómo se te recompensó. Será una gran pregunta: ¿en qué quedó todo esto para quienes pasen algo similar?”
Aunque algunos entendieron que el acuerdo podría incluir cláusulas de confidencialidad, también los videos originales de su denuncia fueron dados de baja de sus redes. La falta de transparencia generó sospechas de que pudo haber presiones o amenazas detrás del cierre del caso.
“Imagino que por el acuerdo ya no puedes hablar más del tema... ¿Ahora tienes que agradecerles?”, comentó alguien más en un todo ofendido por Landeros.
