Los mayas en el abandono

14 marzo 2012
Noticias de Yucatán

 ()


El campo, ante el desinterés juvenil y la falta de apoyo 
Publicada:  14 marzo 2012
Antonio Tuyb Cen, h'men de Tixméuac, en uno de sus rituales
Antonio Tuyb Cen, h'men de Tixméuac, en uno de sus rituales Ver fotos(1)
   Tixméuac, en la zona marginada del sur del Estado, es un espejo de la vida en las comunidades mayas, que conservan sus tradiciones en medio de la modernidad.

  Se trata de una población mayahablante en más de un 80 por ciento. El campo, que es todavía su principal fuente de subsistencia, se enfrenta al creciente desinterés de los jóvenes, que ven en la albañilería y otras ocupaciones mejores opciones para obtener recursos.

  La falta de interés juvenil no es el único problema que pesa sobre el campo. Los agricultores se quejan de la carencia de apoyos del gobierno, lo cual los obliga a desempeñarse en actividades alternas para llevar comida al hogar.

  Como parte de los reportajes sobre la vida en las comunidades mayas, que iniciamos hace unas semanas, reporteros de Central 9, la Unidad de Investigación Periodística de Grupo Megamedia, visitaron Tixméuac y hablaron con varios vecinos sobre sus tradiciones y también sobre sus preocupaciones.

Plática con un h'men

Uno de los entrevistados es el del pueblo, Antonio Tuyub Cen, que no sólo es conocido en la Península sino también en California, donde reside gran número de emigrantes yucatecos.

El sacerdote maya explica amplios detalles sobre su trabajo y relata anécdotas que pintan de cuerpo entero a uno de los personajes más arraigados de la cultura maya.

Los pormenores de la visita son plasmados en un reportaje audiovisual que presentamos en Megamedia Televisión, al cual se accede desde la barra multimedia de nuestra página electrónica (yucatan.com.mx).

Manos mayas que curan
Relato de un hmen con 47 años en la medicina tradicional 
Publicada:  14 marzo 2012
Antonio Tuyub Cen, quien cumplirá 72 años de edad en mayo, es el h'men de Tixméuac. Se le conoce en varios puntos de la Península de Yucatán e incluso en California, EE.UU., a donde envía bebidas preparadas con plantas
Antonio Tuyub Cen, quien cumplirá 72 años de edad en mayo, es el h'men de Tixméuac. Se le conoce en varios puntos de la Península de Yucatán e incluso en California, EE.UU., a donde envía bebidas preparadas con plantas  Ver fotos(2)
 Antonio Tuyub Cen vive en Tixméuac desde su nacimiento, hace casi 72 años, pero no es un vecino cualquiera: es el (sacerdote maya o curandero) delpueblo.

No es difícil ubicarlo al llegar a esa población del sur del Estado. Todos lo conocen.

Nos recibe poco después del mediodía, al terminar un ritual de curación con una pareja. Sólo hay una pregunta de por medio -"¿es una entrevista?"- y de inmediato accede a platicar con los reporteros, aunque, eso sí, no revela más que lo necesario.

Don Antonio, cuéntenos qué hace y cómo lo hace...

  Soy h'men. Un h'men es el que hace curaciones y ceremonias como el huaji kool (para agradecer una buena cosecha) y el ch'a cha'ak (para pedir la lluvia). Trabajo con plantas medicinales, soy yerbatero. En las curaciones trabajo casi diario, pero en las otras ceremonias no, es cada cierto tiempo.

¿Cómo empezó en esto?

  -Para esto se nace. Lo hago desde que tengo 25 años y lo aprendí de mi difunto padre. Tuve la memoria suficiente para grabar lo que él hacía, "agarré" un cuaderno y empecé a apuntar las palabras que él usaba. Un día estaba chapeando bajo el maizal y le dije a mi papá que quería hacer lo mismo que él. Me respondió que estaba "tierno", pero le dije que me gustaba.

  Pasó el tiempo. Aunque trabajaba en la milpa, mi padre hacía sus compromisos como yerbatero y me mandaba a buscar las medicinas. Así aprendí.

¿Cómo cura?

Con pura yerba, pero por obra de Dios. Al preparar las medicinas, al recoger las plantas para hacer las bebidas, empiezo a pedirle a Dios que me dé su bendición, que me dé poderes para sanar.

Aquí están mis veladoras (apunta hacia un pequeño altar). Las tengo noche y día, por cajas las compro. Si veo que se "gastan", pongo otras.

¿Todo pude curar?

Bueno, te curo la "piedra" en los riñones, el espasmo, el "mal de ojo" en los niños, las "reumas" si no están muy "cargadas". La "piedra", si no tiene "bolsa" (que esté compactada), en siete días ya la orinaste.

¿A cuántas personas ha curado?

¡Ay, Dios mío! No te puedo decir, pero mira: voy a Chetumal, a Cozumel, a Cancún, a Playa (del Carmen), Tulum, Carrillo Puerto, Ciudad del Carmen... Vienen a buscarme. No cargo mis cosas y voy pregonando lo que hago. No, la gente me busca. Con uno que yo cure, va y le dice a otra persona y así se lo van pasando.

De pronto escucho que me hablan... Tenía teléfono, pero me dio de malas; se cayó y se rompió. Compré el celular y a cada rato me están hablando.

¿Cuánto cobra por sus servicios?

Depende de las medicinas que llevan. Si son para una semana o una quincena. No cobro una cantidad que "no amerita", porque Dios no lo permite. Trabajando legal, Dios te ayuda. Si te propasas, Él no lo permite, porque estás abusando.

Un ejemplo, don Antonio. Díganos cuánto le cobra a una persona por tratarlo contra la diabetes...

Mira, al mes yo lo cobro 400 pesos. Son 30 litros que le doy, pero te garantizo que a los 60 días ya quedó bien. En el siguiente mes le voy a dar más medicina, pero ya puede tomar sus refrescos, café con azúcar.

Habla usted de Dios, pero ¿qué hay de las deidades mayas? ¿No las invoca?

¡Cómo no! En las ceremonias para el campo tienen que estar presentes. Si hay que pedir lluvia me paro yo solo a hacerlo, pero llegan otros para acompañarme. Es algo como los hermanos de un gremio.

Cuando hago una curación le hago la petición a Dios, a la Santísima Trinidad.

¿Nunca le han pedido que haga el mal?

Eso es malo. He leído libros y veo que la magia negra te dice: "Mata a tu madre, a tu padre o alguno de tus hijos para que se te dé el poder". Eso es cosa de Satanás. ¿Vas a matar a tu madre por tener esa cosa? No, no, eso es Satanás el que te lo comunica.

Pero ¿se lo han pedido?

Vienen, me dicen, pero les respondo: "Mira, ¿sabes qué?" Yo no soy de esas cosas. Mis oraciones son para hacer el bien, no para hacer el mal.

¿Hay temor a la muerte?

No, te digo que no. Puede haber personas que me quieran matar, pero con las oraciones, con la fe en Dios, me protejo. Así, Satanás se aparta. ¿No fallan sus oraciones en los rituales para pedir lluvia, aunque haya sequía?No fallan, gracias a Dios no fallan, aunque hay sequía. Una vez me llevaron cerca de Bacalar, en un rancho con una laguna que estaba quedando en puro lodo... Una laguna grande.El dueño del rancho me dijo: "Si haces que caiga la lluvia te voy a dar dos mil pesos". Claro, además de lo que le cobraría.Fuimos varios a la orilla de la laguna y empecé a rezar. Terminando el rezo cayó un aguacero. Y en la noche, otro aguacero. A los tres días vino aquel señor y me trajo los dos mil pesos.Vemos que se ha modernizado, hasta teléfono celular tiene...Sí, recibo llamadas de California. De San Francisco, de San Rafael y otros lugares. Me hablan para que mande medicinas, además de que viene gente de allá. Nunca mando yerbas o polvos envueltos, sólo bebidas preparadas.¿Cómo llevan esas bebidas?Las despacho aquí en Peto.¿Todavía trabaja en el campo?Sí, tengo elote. Estoy cosechando. Si no tengo chamba afuera, trabajo en la milpa, que está a dos kilómetros de aquí.¿Camina esa distancia?No, manejo mi triciclo. En él voy siempre.

Se quejan de falta de apoyo
Campesinos de Tixméuac exigen mayor atención 
Publicada:  14 marzo 2012
El rezo a la Santa Cruz de Popox, una de las tradiciones que se mantienen vivas entre vecinos de Tixméuac
El rezo a la Santa Cruz de Popox, una de las tradiciones que se mantienen vivas entre vecinos de Tixméuac Ver fotos(1)
  Tixméuac es un municipio enclavado en el sur de Yucatán. Su población, que asciende a 4,476 habitantes según el censo de 2010, es mayoritariamente mayahablante y dispone de los servicios básicos, pero cada vez ve más lejos lo que ha sido, desde antes de la Conquista, su principal fuente de subsistencia: el campo.

  Dos factores influyen en esa tendencia: el desinterés de los jóvenes en las labores agrícolas, cada vez más marcado, y la falta de apoyos a los campesinos.

Clemente López Mutul, de 64 años, se queja de esa ausencia de ayuda oficial y también recrimina que en épocas electorales los candidatos hagan promesas que no cumplen.

"No nos llegan (los apoyos)", subraya. "Antes los daban, pero los cortaron. Una vez vino la gobernadora, cuando pagaron la tumba-roza-quema, pero sólo estuvo como una hora y se fue, no se quedó a platicar con los campesinos".

  "A veces vienen los candidatos y dicen: voy a trabajar voy a cambiar el pueblo, pero son sólo promesas. No regresan.

  "Hay muchos así, también los presidentes municipales. Te dicen: 'te vamos a apoyar', pero no es así. Antes (con el anterior gobierno municipal, que encabezó Edilberto Rodríguez López, ahora diputado local) nos daban apoyos quincenales, pero orita te dicen que no hay".

José Alfredo Uluac Martín comparte ese punto de vista. Asegura que los únicos apoyos para el campo son los federales.

"Necesitamos ayuda. Invertimos de lo que buscamos con nuestros propios medios, pero no es lo mismo", indica.

Cuando se le pregunta qué hacen cuando escasea el trabajo agrícola, Uluac Martín, de 35 años, responde:

"Desde chavitos íbamos con mi papá a la milpa. Cuando me casé empecé a hacer mi milpa también, pero cuando no hay nada en el pueblo salimos a trabajar a Mérida, Cancún o donde haya, para poder traer algo a la casa.

"Los apoyos federales sí fluyen. Por ejemplo, Procampo lo está dando el gobierno federal".

También lamenta que en el pueblo, a pesar de los avances, haya muchas cosas por hacer.

"Hay una calle que se dejó (inconclusa) desde la administración pasada. Los niños van a albergue y tienen que pasar por allá, igual que la gente que va a la clínica del Seguro (Social). Muchos pasan allá, pero no se ha hecho nada.

"El alcalde actual (Víctor Pantí Cervera) dice que el que salió la debió terminar, pero Edilberto asegura que dejó el dinero para hacer la obra".

Como otros habitantes de las zonas indígenas, José Alfredo Uluac dice que no ha oído hablar de "El año de la cultura maya" y tampoco ha visto reflejado algún cambio a favor de esa población.

"La mera verdad, yo pido que se den apoyos al campo, porque siempre estamos trabajando. Queremos que llegue la ayuda a todos", recalca.

Antonio Tuyub Balam, de 33 años, hijo del h'men del pueblo, coincide con que la insuficiencia de las actividades agrícolas obliga a los campesinos a emplearse como albañiles en Mérida, la Riviera Maya y otros lugares para obtener el sustento.

Trabajador del campo desde los 12 años, también considera que los apoyos oficiales son escasos y, por falta de capital, los campesinos tienen que recurrir a préstamos para salir adelante en las siembras.

No todo son quejas. Clemente López dice que, en medio de las carencias por la ausencia de apoyos, con la siembra de maíz, calabaza, ibes y frijol obtiene lo necesario para sacar adelante a su familia. Uno de sus hijos vive en Playa del Carmen, Quintana Roo.

En lo personal se siente satisfecho: no ingiere bebidas alcohólicas "ni soy de fiestas y de bailes".

"Antes tomaba (cerveza), pero no lo he vuelto a hacer y me siento bien, gracias a Dios. Soy campesino y cuando amanece me estoy yendo al trabajo".

También opina que, aunque paulatinos, los cambios en el pueblo durante los últimos años han sido positivos
.
compartir en facebook compartir en twitter compartir en google+

Visitas

Opinión

Elecciones

Nota Destacada