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Un ciclista pasa junto a una esquina donde se ha acumulado basura en la colonia Lourdes Industrial
Vecinos de la colonia Lourdes Industrial se quejan de que la esquina de la calle 43-A con 40 se ha convertido en un basurero al aire libre desde hace más de dos años.
Mucha de la basura que se deposita es de talleres cercanos, por lo que se pueden encontrar llantas de vehículos, aparatos electrónicos, muebles de baño y hasta colchones, pero lo peor es que el tiradero se encuentra muy cerca de la entrada del jardín de niños federal “Amparo Carrillo” y es común que se dejen animales muertos.
Vecinos de Lourdes Industrial ya no saben qué hacer
A plena luz del día, habitantes de otras colonias acuden al lugar a dejar sus desperdicios, sin importarles que los vecinos les digan que no tiren la basura, señaló Julia Mendoza Dorantes.
La señora indicó que hay ocasiones en que el olor es insoportable, porque los desechos se mojan y despiden un olor putrefacto.
Aunque los vecinos ya han enviado varias cartas al Ayuntamiento de Mérida y en ocasiones se han retirado toda la basura, sin embargo, en poco tiempo vuelven a llenar la esquina de cacharros y desperdicios.
Los vecinos de la colonia Lourdes Industrial indicaron que lo mejor es que se coloquen contenedores o que se multe a las personas que dejan su basura, para mantener la calle limpia.
La señora Rosalía Mendoza, vecina de la calle 43-A, indicó que también en la esquina de la calle 38 amontonan las basura y amanecen bolsas de desperdicios frente a la casa.
“La verdad da mucho coraje que uno pague su basura y otra gente se pase de viva y vaya a dejar sus desperdicios a otras colonias”, señaló.
El señor Francisco Lira agregó que ya son cuatro ocasiones en las que se han acudido al Ayuntamiento con firmas solicitando que retiren los desechos y, aunque no ha sido inmediato, se llevan la basura pero no tarda y vuelven a llenar la calle de desperdicios.
Durante la visita a la colonia se pudo constatar que una persona llegó a tirar muebles para baño y otros desperdicios en la esquina, sin importar que los vecinos le hacían señas de que no dejara sus desechos.
