Noticias de Yucatán
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En nuevo paso para resolver el problema de los predios abandonados en el CentroHistórico que están en riesgo de perderse, el Ayuntamiento propuso al INAH aportar recursos económicos para ampliar el rescate de fachadas y que permita a los propietarios de esos inmuebles hacer reparaciones parciales, informó Enrique Alcocer Basto, subdirector de Gobernación.
Las reparaciones permitirían retirar las tapias que hoy día rodean a parte de los predios para evitar que, si se caen o tienen desprendimientos, afecten a peatones y automovilistas.
Alcocer Basto señaló que parte de los propietarios de las casonas afirman que no tienen posibilidad económica para invertir en ellas y necesitan ayuda para hacer las obras.
Por esa razón han propuesto al gobierno estatal colaborar económicamente con el proyecto. Dijo que el mismo planteamiento hicieron anteayer al INAH, durante la visita que realizó a esta ciudad el coordinador nacional de Monumentos Históricos de esa dependencia, Arturo Balandrano Campos.
La Comuna le pide que aporte recursos para salvar casonas
El funcionario explicó que esas intervenciones primarias serían una medida de emergencia para evitar derrumbes. Esta acción no suprimirá el compromiso de los dueños de hacer la restauración total más adelante.
Enrique Alcocer expuso también que durante el recorrido que realizó por el Centro acompañado del visitante federal informó a éste que la Comuna colocó bardas de madera a 29 edificios en riesgo de derrumbe, como medida temporal, y seguidamente se emprendió un plan de rescate de esos predios con la participación de los propietarios.
-Estamos apostando al rescate, a la recuperación -subrayó el subdirector de Gobernación-. Nuestro programa de Rescate de Fachadas ya logró el salvamento de 850 inmuebles.
-Las instrucciones que dio al respecto el alcalde Renán Barrera van en la misma dirección del INAH.
Estadísticas del Ayuntamiento muestran que este interviene entre cuatro y cinco fachadas al mes, por lo que en esta administración se han restaurado 48 de ellas.
A la par del reto de lograr un esquema para que los propietarios de esas casonas, muchas de ellas abandonadas durante décadas, inviertan en ellas se mantiene el problema de obras de remozamiento de ese tipo interrumpidas por ese instituto, lo cual genera inconformidad de los particulares.En ese caso está el predio número 456-A de la calle 70 por 53, cerca del parque de Santiago, que parece una escenografía. Su fachada fue restaurada con apoyo del Ayuntamiento pero en el interior están detenidas las reparaciones porque el INAH colocó sellos de suspensión de las mismas.Gabriel Cabrera Mileo, propietario de esa casona, manifestó que los huracanes Gilberto e Isidoro dañaron ese predio y ya fue imposible vivir en él y tuvo que mudarse a otro sitio.Cuando al fin reunió recursos económicos para rescatarla consiguió que el Ayuntamiento pagara parte del rescate de la fachada, pero no logró hacer lo mismo en el interior de la propiedad porque ese instituto ya citado detuvo los trabajos al considerar que es indebida la forma en que se realiza la tarea.El propietario se quejó porque esa esa dependencia federal no asesora ni auxilia en la elaboración del proyecto a pesar de que tiene expertos para ello, y deja solos a los particulares.Ya dimos a conocer que son nueve los requisitos generales que los propietarios de edificios del Centro Histórico deben cumplir ante el INAH para poder remozarlos y evitar que se derrumben.Esa institución aclaró que esos requerimientos varían en cada caso, ya que los inmuebles son de distintas características y épocas constructivas.En el tema de ese patrimonio abandonado ya opinaron y ofrecieron su participación la Cámara de Comercio de Mérida y el Patronato del Centro Histórico de Mérida. Este último incluso realizó un análisis del problema mucho antes de la actual administración.En un recorrido por esos inmuebles que el pasado día 25 de julio realizó el alcalde por esas propiedades, el presidente de ese patronato, Raymundo Vargas León, indicó que en el pasado hicieron un censo en las zonas de Santiago y Santana, donde hallaron que había 202 propiedades abandonadas y otras 201 en venta. Además encontraron 67 propiedades en renta, 33 edificios en construcción y 16 lotes baldíos.
