Noticias de Yucatán
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Yucatán aparece una vez más en el tope de la clasificación de los estados más pacíficos del país, según muestra el Indice de Paz México 2015.
El desafío ahora es cómo transformar la ventaja competitiva que representa el clima de tranquilidad en crecimiento económico, dice Patricia de Obeso, vocera del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), centro internacional autor del estudio.
Orizaba, Tulancingo, Campeche, Los Cabos y Pachuca son las ciudades más pacíficas. Las menos son Culiacán, Chilpancingo, Tecomán, La Laguna y Acapulco. Mérida ocupa el lugar 15.
Es una ventaja competitiva que aún no explota
Yucatán se ubica sólo detrás de Hidalgo en la lista de entidades con mayores niveles de paz, que completan Querétaro, Campeche y Tlaxcala. En la parte baja de la tabla están Guerrero, Morelos, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato.
“En el estudio se habla del impacto de la violencia en las empresas, de qué negocios son los más afectados. Si en Yucatán no están presentes las condiciones que amedrentan el crecimiento, podemos decir que hay un potencial sin explotar”, dice.
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¿Qué es? IEP
El Instituto para la Economía y la Paz es un centro de investigación internacional.
Objetivo
Busca profundizar en la comprensión de las tendencias, los patrones y los factores que impulsan la paz y destacar a la vez los beneficios económicos que emanan de una sociedad pacífica.
Paradigma
La intención es transformar el paradigma de que la paz es algo de lo que se habla mucho pero es imposible medir.
- See more at: http://yucatan.com.mx/merida/ciudadanos/yucatan-debe-aprovechar-su-clima-de-paz#sthash.MaDlQTIC.dpufTan pacíficos como apáticos
Los yucatecos, poco interesados en la comunidad
El Instituto para la Economía y la Paz, una institución privada sin fines de lucro con sede en Sídney y que sigue de cerca la relación entre el crimen y el retroceso económico, pone otra vez a Yucatán en los cuernos de la luna en materia de seguridad.
A primera vista, el reporte Índice de Paz México 2015 sólo trae buenas noticias para la entidad, a la que Patricia de Obeso, vocera del IEP, señala como un caso de éxito en un país al que la violencia le cuesta al año 3 billones de pesos (17.3% del PIB). Esta cantidad, indica, se obtuvo mediante la suma de tres factores: costo directo, costo indirecto y un factor multiplicador.
“El costo directo es lo que gastan gobierno y ciudadanos en el combate a la delincuencia y seguridad. El indirecto se refiere a las pérdidas a largo plazo: por ejemplo, si alguien resulta asesinado, la economía mexicana pierde las ganancias de esa persona”, explica. “El factor multiplicador considera que un peso que se gasta para contener la violencia es un peso que no se invierte en el desarrollo económico en otras áreas, como generar empleos”.
Una buenas y una mala
El análisis incluye la medición, estado por estado, de la paz positiva, a la que define como el conjunto de actitudes, instituciones y estructuras que crean la paz a largo plazo. Yucatán, otra buena noticia, es la entidad que tiene el mejor promedio en este índice, que, más allá de la ausencia de violencia, mide la capacidad de crear y mantener una sociedad pacífica.
Sin embargo, lo sorprendente del asunto es que pese a sus magníficas calificaciones, la entidad muestra un mal desempeño en una de las asignaturas que se supone es su fuerte: las buenas relaciones entre los vecinos.
Esto es, según explica Patricia de Obeso, los yucatecos muestran escaso interés en participar en la búsqueda de soluciones a problemas que afectan a la comunidad.
El estudio muestra el retrato de una comunidad pacífica pero apática, distanciada de los problemas, sin conciencia de su capacidad para mejorar la sociedad.
“Esto debería ser una llamada de atención”, dice la vocera. Y más, se le comenta, cuando se ha creído siempre que el interés por los vecinos es el escudo que los yucatecos han construido para protegerse contra el crimen.
“No cabe duda, esta es una tarea pendiente para el estado más pacífico de México”, finaliza.
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