Festejo entre la escasez

04 mayo 2015
Noticias de Yucatán ()

Con poco trabajo en la obra pública, una adoración matutina a su patrono, la Santa Cruz, y un convivio celebraron ayer el Día del Albañil los socios del Sindicato de Alarifes y Obreros de la Construcción en Caminos, Montaje, Electricidad, Carpintería y Fierros.   
Francisco Esmorto Sosa, tesorero del gremio, recordó que hace muchos años que la efeméride, que se celebra el 3 de mayo, no caía en domingo, como en esta ocasión; por tanto no hubo muchas celebraciones en las obras porque además tampoco hay mucho trabajo, ya que “no llega el dinero de México”.  
 “Las empresas grandes yucatecas como Sadasi, Promotora Residencial y Canteras Peninsulares siguen trabajando porque tienen capital, pero las demás constructoras dependen de los pagos de obras del gobierno”, dijo. “Es escaso el trabajo”. - See more at: http://yucatan.com.mx/merida/ciudadanos/festejo-entre-la-escasez#sthash.f5DJTKad.dpuf

Capacitados y sin trabajo


Ante la escasez de obras públicas en Yucatán, los albañiles dependen de las obras particulares y “chambitas” en domicilios de la ciudad, por lo que hay una sobreoferta de mano de obra.
 
El tesorero del Sindicato de Alarifes y Obreros de la Construcción de Yucatán, Francisco Esmorto Sosa, informó que ante la falta de obra pública los socios de esta agrupación acuden en busca de trabajo “por lo que el sindicato los acomoda una o dos semanas en alguna obra que está en marcha para que se ayuden”.
 
La esperanza del sindicato es que se inicie la construcción de un complejo residencial de 700 viviendas en un terreno a la vera de la carretera Mérida-Progreso, a la altura de Tamanché, pero parece que la obra empezará en seis meses porque apenas está en el proceso de lotificación, trazo de calles y trabajos de terracería.
Será una inversión privada de una compañía nacional que viene al Estado por el negocio inmobiliario.
 
“Nos la estamos bandeando como podemos. Creo que por las elecciones no manda el dinero México (sic)”, dijo el veterano dirigente. “Está parada la construcción en Yucatán y lo poco que hay se divide. En el gobierno no hay nada, está fregada la cosa”.
 
El sindicato de alarifes tiene 300 socios, principalmente “maistros”. Cada uno contrata mínimo a 10 albañiles, por lo que se calcula que son unos 3,000 alarifes que dependen de la obra.
Sin embargo, hay muchos más que se dedican a este oficio en forma particular y los contratan cuando hay suficiente obra pública.
 
Los municipios donde hay muchos albañiles son Tekax, Tizimín, Motul y Mérida.
Cambio de era
 
El veterano albañil, oriundo de Cholul, indicó que el trabajo ha cambiado mucho en comparación a su época. Antes no había edificios muy altos, usaban sogas y carrillos para subir la mezcla, cargaban las vigas, hacían sus andamios de tablas y maderas y no usaban equipos de seguridad.
 
Hoy los albañiles de construcciones grandes usan botas, casco, andamios de estructura, camisetas de manga larga y maquinaria pesada para subir las vigas, materiales, bloques o concreto. Prácticamente sólo terminan las obras porque casi todas son estructuras metálicas y forros prefabricados. Sin embargo, los albañiles están presentes desde el inicio de la obra hasta el final, pues hay trabajos que sólo ellos pueden realizar.
“Nuestros albañiles trabajaron en las tres torres de Altrabrisa (el Country Towers) y lo hicimos con grandes especialistas en estructuras”, manifestó. “El albañil yucateco está capacitado para cualquier obra, lo que falta es trabajo”.
 
El albañil de Hoctún, Edilberto Baas Ku, dijo que “está frío el trabajo y sólo su hijo trabaja en la casa de Berna (uno de sus conocidos) que lo ayuda de esa forma”.
“Puras chambitas” realizan, pero considera que cuando pasen las elecciones mejorará la situación. 
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