Noticias de Yucatán
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El Juzgado Primero Penal sentenció a 17 años y un mes de cárcel al albañil Juan Diego Peña Argáez, acusado de abuso sexual y violencia familiar, en agravio de su hija y de su hijastro.
La pena empezará a contar a partir del 2 de enero de 2013, fecha en que fue detenido.
La juez primero penal, Rubí Guadalupe González Alpuche, encontró elementos más que suficientes también lo condenó a pagar 280 jornadasmulta, equivalentes a $15,231.60, sustituibles por 140 jornadas de trabajo a favor de la comunidad o pasar 560 días más en prisión.
Como era de esperarse, perdió la patria potestad y derecho de familia.
Se le sentenció al pago de 28 mil pesos en concepto de reparación del daño moral causado a la niña Z.A.P.Q. y de 5 mil a favor de su hijastro D.E.Q.Z.
Según el expediente, el sujeto, desde que su hija nació, la besaba en la boca, cosa que aparentemente ignoraba su la madre de la menor, Regina Beatriz Quintal Dzib, a la cual no se le pudieron fincar responsabilidades.
Cuando la niña tenía ocho años, el sujeto la obligaba a practicarle el sexo oral.
A su hijastro, que tenía 10 años, lo golpeaba con el hule de la llanta de una bicicleta, lo privaba de la comida y no lo dejaba asistir a la escuela.
La abuela materna de los menores, al descubrir los abusos, decidió denunciar los hechos y rescatar a los niños, que al ser evaluados psicológicamente resultó que estaban bastante dañados.
Durante el juicio, el sujeto, oriundo de Chocholá, negó los hechos, aunque se descubrió que los abusos siempre los cometía cuando se encontraba bajo los influjos de las bebidas embriagantes.
El Juzgado Primero Penal sentenció a 17 años y un mes de cárcel al albañil Juan Diego Peña Argáez, acusado de abuso sexual y violencia familiar, en agravio de su hija y de su hijastro.
La pena empezará a contar a partir del 2 de enero de 2013, fecha en que fue detenido.
La juez primero penal, Rubí Guadalupe González Alpuche, encontró elementos más que suficientes también lo condenó a pagar 280 jornadasmulta, equivalentes a $15,231.60, sustituibles por 140 jornadas de trabajo a favor de la comunidad o pasar 560 días más en prisión.
Como era de esperarse, perdió la patria potestad y derecho de familia.
Se le sentenció al pago de 28 mil pesos en concepto de reparación del daño moral causado a la niña Z.A.P.Q. y de 5 mil a favor de su hijastro D.E.Q.Z.
Según el expediente, el sujeto, desde que su hija nació, la besaba en la boca, cosa que aparentemente ignoraba su la madre de la menor, Regina Beatriz Quintal Dzib, a la cual no se le pudieron fincar responsabilidades.
Cuando la niña tenía ocho años, el sujeto la obligaba a practicarle el sexo oral.
A su hijastro, que tenía 10 años, lo golpeaba con el hule de la llanta de una bicicleta, lo privaba de la comida y no lo dejaba asistir a la escuela.
La abuela materna de los menores, al descubrir los abusos, decidió denunciar los hechos y rescatar a los niños, que al ser evaluados psicológicamente resultó que estaban bastante dañados.
Durante el juicio, el sujeto, oriundo de Chocholá, negó los hechos, aunque se descubrió que los abusos siempre los cometía cuando se encontraba bajo los influjos de las bebidas embriagantes.