Lamentable actitud asumió ayer el diputado local, Manuel Díaz Suárez, al reclamar airadamente a empleados municipales sólo porque no fue mencionado su nombre durante la presentación de autoridades en el Primer Informe del DIF, a cargo de la señora María Eugenia Ortiz Abraham.
Sin guardar las más mínimas formas el legislador que llegó a su cargo bajo las siglas del PAN, hizo al término del informe, palabras más palabras menos, la siguiente reclamación:
“Es una barbaridad y una total descortesía que no me hayan presentado, sobretodo en estos tiempos… ¡Exijo saber si esto fue una omisión o si se hizo a propósito!”
Y es que en el lugar del evento estaban representantes de los medios de comunicación, de diversas organizaciones y público en general que se incomodaron ante la actitud poco profesional y nada política del médico.
Testigos del hecho nos comentan que el colmo fue que la reclamación airada llegó no sólo a los empleados del DIF sino incluso a algunos funcionarios, quienes al ver su actitud optaron por ignorarlo.
Qué pena que ocurran este tipo de eventos ¿Es este el tipo de diputados que nos representan en el Congreso?
Quizá la desesperación del señor Díaz obedezca a su afán protagónico de mostrare en público para que se posicione ya que abiertamente ha señalado que desea ser candidato a la alcaldía de Mérida.
