Quemó vivo a su novio en Guanajuato y halló refugio en Mérida hace 17 años

21 septiembre 2016

La tranquilidad que caracteriza a Mérida atrae a gran número de personas que huyen de la inseguridad y la violencia que afectan a otras partes de México.

Sin embargo, la capital yucateca también es imán de personas huyen tras cometer delitos en otras ciudades mexicanas.

Es este el caso de una mujer acusada de horrendo crimen ­cometido en su juventud­ que vive en Mérida desde hace años sin problemas.

Sin embargo, autoridades de Guanajuato, estado donde se cometió el crimen, ya han documentado la presencia de esta mujer, a quien nunca ubicaron una vez que se le acusó formalmente del homicidio, perpetrado en febrero 1999, cuando ellas apenas tenía 15 años.

El crimen tuvo lugar en Irapuato, Guanajuato; la mujer se llama Alicia Loaiza C. y su víctima se llamó Ezequiel David Fainsod San Miguel, quien era su novio. Según las autoridades de Guanajuato, el joven murió de manera horrible, pues fue atado a una cama y luego recibió varias heridas de arma blanca, pero no falleció por esta causa, sino que se le prendió fuego.

El cuerpo fue hallado por vecinos del mismo departamento habitacional (calle Díaz Ordaz 1357, colonia Las Reinas) quienes notaron el fuego en la habitación y llamaron a los bomberos, pero ya no pudieron salvar al joven. Según el certificado de defunción, el muchacho murió de asfixia por monóxido de carbono, confirmándose así que estaba vivo cuando se le prendió fuego, incluso la necropsia realizada por el médico Enrique Esteban Chávez Ruiz menciona que el cuerpo estaba semicarbonizado.

Versiones periodísticas de la época señalan que en un principio no se logró identificar al autor del crimen, pero la joven siempre fue sospechosa porque fue vista cuando salía del departamento.

Posteriormente, durante las pesquisas se determinó la responsabilidad de Alicia, entre otras cosas, debido a que el lugar se halló una prenda íntima y el padre de la muchacha la reconoció como propiedad de su hija.

El expediente fue consignado a la autoridad que juzgaba a menores debido a que ella estaba a tres meses de cumplir los 16 años, edad legal mínima para ser considerada mayor de edad en esa entidad. Sin embargo, Alicia no pudo ser detenida porque huyó de la ciudad y nunca se le volvió a ver, lo mismo que a su familia. Sin embargo, 17 años después la presunta homicida fue localizada en Mérida, ciudad en la que ha vivido varios años en una casa del fraccionamiento Campestre.

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